¿Juntos? Qué porquería

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Jenny: Hola chicos ¿Qué hacen aquí? – pregunté extrañada

Lucy: Tu madre nos envió un mensaje así que aquí estamos y hoy pasarás el mejor día de tu vida ¿Ok?

Jenny: Supongo – contesté aún sin entender nada

*Ordenamos cada uno lo de siempre, Galletas con chispas y un Cupcake. Era como nuestro sello. Por su parte Grace no quiso comer nada...*

Anya: ¿Tú qué quieres? – le dijo mientras se llenaba la boca con galletas, los chicos se habían retirado al baño pero ya regresaban

Grace: Primero que nada, no seas tan bestia para comer. Y en segundo lugar, no ordenaré nada, este menú es pura grasa al igual que sus traseros – hizo un gesto de asco ante las galletas de la mesa – la próxima vez Jenny dile a tu madre que escoja un lugar decente para juntarse

Jenny: Por favor Grace no hablemos de decencia. En especial tú que comes a escondidas en los recreos. ¿Crees que no te vi? Eras patética mirando a los lados pensando que nadie te veía. Eres la persona más indecente y repugnante que vi en mi vida así que ordenarás unas galletas, las comerás y te van a encantar ¿OK? – terminé gritando, la gente a los lados se calló por un segundo pero luego comenzaron a aplaudirme, los chicos llegaron y no entendían lo que ocurría mientras yo sólo me senté a disfrutar la comida

Kyle: ¿Qué ocurre que todos nos miran y aplauden? – preguntó riendo por los nervios mientras se sentaba

Lucy: Nada chicos nada – respondió risueña fulminando a Grace con la mirada

Kyle: ¿Segura bebe? – preguntó a Grace mientras todas la mirábamos imponiéndole presión

Grace: Segura -- respondió y metió una galleta a su boca

*Continuamos comiendo y pasamos una tarde estupenda. Al salir de allí el padre de Grace la vino a buscar en su flamante porche y con Lucy y Anya agradecimos el no tener que aguantar sus comentarios de camino a casa.*

Anya: Gracias al cielo

Kyle: ¿Por qué el agradecimiento?

Anya: Porque se fue esa inútil

Kyle: No le llames así

Jenny: Siempre tan sincera que metes la pata – dije riendo y poniendo mi brazo alrededor suyo como en un abrazo – No le hagas caso Kyle lo dice para molestarte. Aunque por otro lado, se siente lindo no tener que oír su aguda voz diciendo cómo somos todos una porquería excepto tú.

Kyle: No comparto lo que dices.

Jenny: No lo compartas, pero seguirá siendo cierto

*Volvimos a nuestras casas, no vivimos muy lejos unos de otros. Cuando llegué fui a mi cuarto y me puse mi pijama. Ya era tarde y sentía hambre así que no veía la hora de que mi madre me llamara a cenar. Fui al escritorio a leer un poco en internet y terminar mi tarea. Qué cosas digo, sólo estaba leyendo. Cuando sonó mi celular. -- ¿Quién llama a esta hora? – me pregunté mientras atendía*

Jenny: ¿Hola?

xXx: Hola Jennyfer, soy Kyle

Jenny: ¿Y desde cuándo me llamas Jennyfer?

Kyle: Desde que insultas a mi novia

Jenny: ¿Novia?

Kyle: Sí, novia. Queríamos contarles la noticia hoy en el café pero no encontramos la oportunidad, ya que cada vez que quería decirlo alguien insultaba a Grace o la hacía a un lado.

*¿Habríamos sobrepasado los límites de la indiferencia y la mala relación con Grace para pasar al maltrato? Ahora tenía ciertas dudas. Quizá habíamos sido muy duras con ella. ¿Pero qué cosas digo? Dijo que mi madre era indecente, no puedo ser respetuosa y paciente con una chica así*

Jenny: Disculpa pero tu novia insultó a mi madre. No tengo por qué tratarla bien si ella no tiene el mismo trato conmigo.

Kyle: No te creo nada Jennyfer. Deja de difamarla. Siempre tratas de hacerla quedar mal. Si estás celosa no es culpa de Grace.

Jenny: ¿Celosa? ¿Ves que ya pierdes el punto? Nunca se puede ser objetivo tratando de ella. Entiendo que creas que es perfecta y que la trates como a tu princesa pero yo no soy su novio y no tengo por qué tratarla así. Y no son celos, es que cuando ella está frente a ti es perfecta pero en cuanto te das la vuelta es una maldita perra.

Kyle: No la llames así. ¿Puedes dejar un día de ser el centro del universo para dejarle un espacio a ella?

Jenny: Disculpa pero que yo sepa la reunión de hoy era para brindarme apoyo. No es el mejor momento para mí, pero si crees que me comporto como el centro del universo me correré. Pero te advierto que no me oirás dirigirte nunca más la palabra.

*Entonces corté el teléfono y las lágrimas comenzaron a brotar de mí como si las guardara hace años esperando este momento. Hacía mucho que no había llorado tanto. Soy de cumplir mis promesas, y no pienso volver a hablarle hasta que se retracte. Si él no quiere verme no me verá nunca más. Mamá me llamó a cenar pero ya no tenía hambre. Bajé, agradecí la comida pero me negué a comerla y volví a mi cuarto a continuar leyendo.*

*¿Por qué será que los libros viven con nosotros? Seguro no entiendes a qué me refiero. Uhmm cómo explicártelo. Es como si cada vez que estás triste ellos se ponen tristes contigo, y cuando la vida va bien ellos se alegran por ti. Bueno, hoy era un día... no tan bueno digamos. Fui a la computadora y comencé a leer, pero mágicamente Lizbeth, la protagonista de la historia que leo, estaba pasando un mal momento.  Un momento tan parecido al que estaba viviendo yo que si el libro no hubiera sido publicado en 1991 hubiera pensado que lo escribieron pensando en mí.

Ya quisiera ser parte de un libro, de uno de esos que empiezan mal pero tiene un futuro maravilloso por delante. Es una pena que cada vez que mire hacia delante vea mi futuro un tono más oscuro de negro.

Toques de MíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora