POV Dahana.
─Dayi, ¿Has cogido mi perfume? ─su voz me lleva a pausar lo que estoy haciendo para mirarla parada en el corredor frente a mi puerta, misma que está abierta.
─No, má.
Mi madre entra a la habitación mientras continúo repasando mi armario indecisa sobre qué ponerme para asistir a la obra.
Ella está envuelta en una toalla, como a punto de tomarse una ducha.
─Oh, aún tienes ese vestido. ─señala el jovial vestido floreado que cuelga en mi armario. ─Recuerdo la vez que te lo compré y lo emocionada que estabas al verlo, parece haber sido ayer... —continúa parloteando trivialidades y sé que intenta entablar una conversación conmigo, ya que nuestra relación ha estado tensa desde el altercado que tuvimos anoche. ─¿Te hago unos rizos? ─me ofrece con una gran sonrisa pintada en el rostro.
En verdad adoro compartir tiempo de madre e hija con ella, pero... ¿Acaso pretende que finja que todo está bien? ¿Qué pase por alto el hecho de que me están mintiendo?
Está muy errada al pensar que ocultarme las cosas, es una manera de protegerme.
Quizás me duela, me cause traumas o no sepa como manejar la verdad, pero prefiero saberla que vivir engañada e ilusionada en la mentira.
Por otra parte, mi odio, coraje y ganas de meterle un tiro a Matthew, no me está dejando respirar muy bien el día de hoy.
─Mamá no tienes que ser forzosamente gentil conmigo, no estoy enojada... es solo que... ─resoplo. ─¿Porqué no quieres decirme lo qué pasa? ─enfoco mi mirada sobre la suya. ─No voy a alejarme de ti y juro que si se trata de algo malo u oscuro, no voy a juzgarte por ello... ¡Santa cebolla! eres mi familia mamá. Ustedes son mis padres y los amo, siempre me tendrán y jamás los odiaría pase lo que pase, pero necesito que me digas la verdad.
─Lo siento tanto, cariño. —abre sus brazos ofreciéndome un cálido abrazo maternal y yo le acepto el gesto con la misma calidez.
─Te quiero, mamá. ─susurro apoyando mi mentón sobre su hombro mientras nos abrazamos. ─Y eso jamás va a cambiar pero necesito que me digas la verdad.
Unas pequeñas lagrimillas se le escapan mientras rompemos el abrazo y veo como se las seca con una mano.
El verla llorar me afecta enormemente pero desde que Lucas mencionó aquello, la duda me ha estado carcomiendo.
─¿Soy adoptada, mamá? ─le cuestiono asustada por lo que podría contestarme.
Me mira con sus maternales ojos cristalizados y labios temblorosos.
¿Acaso...?
El timbre de la puerta invade nuestros orificios auditivos desviando nuestra atención.
─Yo abro. ─le aviso para luego abandonar la habitación.
Ha de ser mi padre, de hecho se supone que ya debería estar aquí alistándose para lo del teatro.
Tras abrir la puerta, me sorprendo al encontrarme con su rostro.
─Eres una boba pero también eres grandiosa y estás muy equivocada si piensas que vas a deshacerte fácilmente de mí.
Le doy una mirada sumamente seria
e inexpresiva.Ella me mira tensa, ante mi reacción.
─¡Te extrañé, boba! —digo finalmente abrazándola con una amplia sonrisa.
Es bueno tenerla de vuelta.
—Si, si, si, pero ya suéltame que vas a dejarme sin aire. —me da unas leves palmaditas en el hombro.
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Creído Zeus (completa)
Teen Fiction─¿Yo, andar con una tipa como tú? ─dice con indiferencia frente a media población estudiantil. ─No seas, ingenua. Lo que más me duele no es que me humille, sino el hecho de tratarme tan mal frente a todos ellos para sencillamente satisfacer su ego...