POV Dahana.
—¡Aléjate de mí, desquiciada de mierda!
—Tranquila, vengo en son de paz. —me muestra las palmas de sus manos, alzándolas.
—¡Cual sea la estupidez que esa mente psicópata tuya este maquinando, déjame decirte que...
—¡Ey ey ey, tranquila! Deja la paranoia. —me interrumpe acercándose dos pasos hacia mí. —Ya te dije que vengo en son de paz. —agrega mirándome a los ojos.
—¿Qué se te ofrece, ladrona barata? —le cuestiono de forma hostil.
Se quita la capucha de la chaqueta oscura que lleva encima, supongo que eso le sirvió para pasar por desapercibida en la fiesta y llegar hasta aquí.
—Quizás me pasé un poco de la raya, pero... ¿A ti quién te mandó a andar escuchando conversaciones ajenas?
—Qué estúpida. —bufo. Enserio que no puedo con esta tipa. —¡Me secuestraste y el cerdo de tu padre casi me viola, tarada de mierda!
—Perdón por eso, estaba borracho. —me dice con cierto grado de empatía. —Y a eso vengo, por favor no dejes que Luckys lo meta a la cárcel.
Lo siento. Tengo que reírme.
Sinceramente, hay palabras que te dicen que solo ameritan unas carcajadas porque si no me río, la golpeo.
—Por favor, Dayi. No seas mala. —chilla.
—Mira Jennifer. ¡Por favor, salte! —le señalo la puerta.
—Ayer fue la policía a casa y lo arrestaron, yo sé que mi padre es un alcoholico y no aporta nada en la casa, por eso robé las joyas pero... —toma aire. Tiene los ojos levemente cristalizados, como si estuviera desesperada. —Tu vida es demasiada perfecta como para que entiendas la mía, Dayisita. —agrega finalmente.
—Te equivocas, Jennifersita. —hago énfasis al decir lo último. —La vida de nadie es perfecta en este planeta, pero eso no justifica que dañemos a los demás.
—Bueno, como quieras... pero si mi padre va a la cárcel van a meterme en un programa social. —enarco una ceja un poco confusa. —Aún no cumplo los 18.
—Como si me importara.
—Mira, lo siento. Yo hago todo lo que quieras, pídeme lo que sea pero por favor convence a Lucas de que no meta a mi padre a la cárcel. —se desploma en el suelo en llantos. —Por favor, Dayi.
Suelto una bocanada de aire.
A decir verdad, no tenía idea de que Lucas iba a ejecutar la amenaza que le hizo a ese sujeto pensé que solo fue para asustarlo pero tampoco me entristece que ese cerdo asqueroso se pudra en la cárcel.
—Si quieres nos mudamos y jamás me volverás a ver, sé que me odias Dayi pero por favor... —seca sus lágrimas entre sollozos.
—Levántate y deja el drama, Jenni.
—No quiero que me manden a una casa hogar, no quiero quedarme sola, no tengo a donde ir. —murmura con la voz quebrada.
Suspiro profundo, miro al techo y humecto mis labios con la lengua.
—Veré que puedo hacer.
–Yo... —empieza a articular.
—Mejor lárgate antes de que cambie de opinión. —trato de sonar cortante porque no voy a permitirme sentir empatía por Jennifer después de todos el daño que ha causado. —¡Lárgate, Jennifer!
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Creído Zeus (completa)
Ficțiune adolescenți─¿Yo, andar con una tipa como tú? ─dice con indiferencia frente a media población estudiantil. ─No seas, ingenua. Lo que más me duele no es que me humille, sino el hecho de tratarme tan mal frente a todos ellos para sencillamente satisfacer su ego...