MI SUEGRO

SUEÑOS OLVIDADOS

En medio de aquel lugar apartado, alejado de las miradas curiosas o juzgadoras se encontraban dos amantes acariciando se tiernamente las mejillas, los brazos, juntando los más que podían sus cuerpos perdiendo las respiración con besos largos y profundos.

- te extrañe - soltó Gulf en un momento breve, donde dejo escapar aquella boca que lo volvía loco

- ni creas que te dire lo mismo - dijo Mew algo sonrojado.

- no hay necesidad de que lo digas con palabras - Gulf apretó aún más aquel cuerpo contra el suyo - lo se, tus labios me lo han dicho una y otra vez - el mayor rozó delicadamente la boca de ambos

- tengo hambre - Mew quizo desviar el tema avergonzado.

- que te parece si comemos algo aquí y nos vamos

- a donde?

Gulf con su dedo pulgar, tocó el labio inferior de Mew, observandolo húmedo y brilloso por los besos, era algo tan tentador

- a un lugar donde solo estemos tu y yo - chocó su mirada con Mew - olvidandonos de todo

- vas a secuestre me - dijo Mew sonriendo enormemente

- no me retes - dijo Gulf devolviendo el mismo gesto - iré por alitas de pollo, te parece?

- si, aquí son muy ricas

Gulf se alejo a pasos tranquilos, mirando solo por unos segundos a Mew maravilladose ante aquel joven que sonreía para él, antes de desaparecer de la vista del menor.

Mew no pudo evitar soltar un suspiro soñador, tocando sus labios ante el sabor a menta y el calor que le habia proporcionado Gulf. Este hombre lo hacía estremecer con un acto tan común.

Llego como una ráfaga a su cabeza el beso que Khalan le había dado, borrando toda expresión alegre. No había sentido nada cálido con ella, ninguna parte de él se sintió feliz, su corazón se mantuvo tranquilo, sin emoción. Sintiendo se algo miserable con la chica, Mew apoyo su rostro en la mesa. Ella era un constante recordatorio de que esto, estaba mal, que esto que sentía, no traería nada bueno, que esto que lo embarcaba cada vez que lo tenia cerca terminaría dañando a más de uno. Se estaba comportando como un egoísta, pero queria hacerlo, sería obligado a casar se con alguien por la cual hasta ahora, no había más en su corazón que un profundo cariño de amigos por su parte, acaso no era justo que al menos por un momento él se dejara llevar por esos sentimientos tan extraños. Viviría una vida incierta, con alguien que no sabía que podría sentir en el futuro, mientras él estuviera cerca, no merecía un poco de dicha, antes de obligarse a olvidar permanente cada recuerdo junto a él.

- estas bien? - preocupado Gulf dejó la bandeja con comida, tomando el rostro de Mew, notando un malestar en sus facciones

- debo irme - la culpa era demasiado en él

Tratando de escapar de aquellas grandes manos, Mew intento salir de aquel rincon siendo impedido por unos brazos que lo atrajeron a sentarse en el regazo del mayor

- que sucede, dime - envolvio con más fuerza el torso del menor, impidiendo todo intento de escape - Mew..

- esto!... esto es lo que sucede! - el menor se sentía como un niño pequeño, con el corazón frágil y débil - maldición!, No lo ves - Mew giro su rostro buscando la mirada del mayor - mis padres, tu familia... los estamos engañando - una lágrima se deslizó por la pálida mejilla.

Mew aparentaba ser fuerte, pero cuando se trataba de sus sentimientos era más susceptible a quebrar se, muy pocas personas habian llegado a tocar alguna parte de su alma. Su familia era su pilar de vida, aun cuando aveces fuera algo rebelde, sus padres era lo que más amaba, haría lo que fuera por ellos. Él odiaba lastimar a las personas, era débil ante el dolor humano. Todo eso vio Gulf através de aquellos ojos cristalinos, sus ojos eran la ventana a su corazón.