MI SUEGRO

LO ODIO

El menor le pidió a su amigo que le cuidara el auto por esta noche. Arthit miro extrañamente a ambos pero aceptó, solo pidiéndole a Mew que tuviera cuidado y que cualquier cosa que pasará, lo llamara. Arthit no confiaba en el hombre que acompañaba al heredero Suppasit.

Gulf solo miro por el rabillo del ojo como los dos jóvenes hablaban, mirando mal al chico que abrazaba a Mew en forma de despedida. Antes de salir con el menor junto a él, Gulf y arthit intercambiaron miradas intimidantes, casi se podía ver el corto circuito entre ellos. Era obvio lo que se estaban diciendo

- cuidado con lo que haces viejo, no te atrevas a sobre pasarte

- no vuelvas a poner tus manos sobre él chiquillo o te arrepentirás

Gulf condujo por las oscuras calles de Bangkok, hasta llegar a una zona con Torres medianas pero lujosas. Estacionó el carro y se dirigió a su apartamento en la tercera torre, era tan tarde que no había nadie merodeando por ahí.

- y este lugar, es de un amigo?

- no, es mío - dijo Gulf poniendo la llave en la cerradura, dando paso a Mew para entrar.

- todo un apartamento de soltero y tu no lo eres - dijo Mew al ingresar.

El apartamento era bastante sencillo, unos sofás, un televisor, una cocina y sus electrodomésticos, dos cuarto, un baño en cada habitación, una mesa y dos sillas. No había cuadros o algún decorativo, solo lo básico para estar ahi.

- este es mi espacio. Es donde yo puedo ser libre

Gulf se acercó detrás de Mew y enredo sus brazos al rededor del menor, llevando su nariz al cuello frente a él.

Mew aún tiene ese mismo olor que lo volvía loco, pensó Gulf.

- que haces? - Pregunto tímidamente el menor, ante los roces del mayor en su zona más delicada, sentía como su piel despertaba nuevamente.

- me encanta como hueles - Gulf paso la lengua por la tibia piel, sintiendo el pulso aumentar.

- s-si sa-sales con la idi-idiotez an-anterior y-yo.. Ahhhh- no pudo evitar gritar Mew ante el pequeño mordisco por el mayor.
el menor avergonzado cubrió su boca

- y que si hueles a loba, ya te lo dije. Desde ese día tú me llamabas a gritos

Gulf giro el cuerpo de Mew quedando de frente. sus manos recorrian la espalda del menor bajo su camisa.

-y-yo no re-recuerdo ha-haber dic-dicho na-nada - la respiración del menor empezaba a ser rápida.

- no hay necesidad de palabras Mew - Gulf siguió explorando el cuello de Mew con hambre, había extrañado tanto esa tibia piel - nuestro cuerpo habla mejor que nuestra boca

- Gu-Gulf.... Mmmm.... Gu-Gulf..

El mayor quito la camisa del menor. Puso sus manos en los muslos de Mew empujando lo a enredar sus piernas en él, llevándolo a la zona más firme cercana, la mesa.

Mew sentía la piel caliente y sensible, todo su cuerpo pedía el de Gulf y eso lo odiaba. El menor empezó a gemir más alto, sus botones rosas eran mordidas y chupados sin parar, mientras una mano traviesa se habia metido dentro de su pantalón ya abierto, dejando el pene de Mew al descubierto. Aquella mano subía y bajaba por todo el largo del menor, mostrando ya el preseminal que escapaba de la punta rosada.

- Ma-mas.... G-Gulf... Mmm.. M-mas..

Mew sabía que ya estaba perdido por el mayor, no sabía aún como llamar lo que sentía. Quizás era una profunda lujuria por lo prohibido, por lo pecaminoso, por lo morboso que era saber que estaba siendo tocado por su suegro, o quizás simplemente ese hombre, solo ese hombre tenía tanta experiencia que sabía cómo doblegar a alguien como él. No estaba seguro, pero era claro que no deseaba parar, no ahora.