NUEVA DETERMINACIÓN

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Gulf perdía sus manos bajo la camisa de Mew, acariciando la tersa piel. Apretó la carne tibia deseoso de llevarse al menor a un lugar más apartado, hundió sus dedos provocando un jadeo del heredero que hizo que abriera más sus labios en una lucha más grande de sus lenguas.

La pasión desbordaba en los amantes, se escuchaba perfectamente las respiraciones entrecortadas, los quejidos de gusto por tenerse cerca y se veía el inexistente espacio entre ambos.

Mew separó su boca del mayor para tratar de respirar pues sus pulmones exigían una buena cantidad de aire, la cual no estaba obteniendo.

Gulf y Mew se quedaron mirando con fuego en sus ojos, pero que brillaban con un toque de dulzura. Ambos no sabían cómo llamar lo que sentian, era algo tan fuerte que crecía día a día, la necesidad por el otro era desesperante con el correr del tiempo. No podían nombrar sus sentimientos pero estaban seguros que aquel extraño sentir era lo más maravilloso que podían llegar a vivir.

Mew sabía que esta loca situación lo lastimaria, desde el inicio supo que sería un rotundo fracaso por eso tenía miedo, temia tanto a amar ese hombre frente a él que su única salida era huir, correr tan lejos como pudiera y eso haría.

- vete - dijo Mew - vete y no me molestes más - como un acto de despedida el menor beso la comisura de los labios de Gulf y se separó de él para salir corriendo.

Gulf se sentía como un adolescente atrapado en los ojos de Mew, aquellos ojos negros alteraban su corazón, su cuepo ardía en celos al verlo con otro, llenando lo de deseo por tomarlo de la mano y alejarlo de cualquiera que intentara marcar lo que ya era suyo. Él era un adulto y podía saberlo, se estaba enamorando, alguien había logrado atrapar lo y estaba seguro que ese no había sido la intención de Mew. Miro las pisadas que habian quedado marcadas en la arena. Por esta noche lo dejaría escapar, mañana podría atraparlo y llevarselo. Una vez que Gulf Kanawut sabía lo que quería, lo tomaba.

- Mew Suppasit se.......- soltó aquella promesa a las olas del mar, cuando la cumpliera volvería con el menor a este lugar.

M❤G

Mew paro de correr hasta que se sintió a salvo. Se encogió poniendo sus manos en las rodillas, las gotas de sudor recorrían su frente cayendo al piso, combinándose con las lágrimas que caían de su barbilla y nariz. Cada día sus escudos contra Gulf eran más debiles, debía casarse pronto y tomar el primer vuelo al polo Norte si era necesario.

Llevó su mano derecha a su pecho donde estaba ubicado su corazón estrujando la tela con fuerza. Tenía que luchar contra lo que sentía antes de que terminara por romperlo por segunda vez en su vida, debía pelear por su padre, su madre, su familia...eliminaria la toxina que Gulf había inyectado en su cuerpo por él.

Alguien lo tomó por los hombros ayudándolo a enderezar se. Pensando que era Gulf se distanció de manera brusca de aquel amable tacto, golpeando su trasero contra el frío suelo. Al ver el rostro de la persona que intentó ayudarlo se sintió culpable.

- Mew.. - dijo Lhong con su voz algo opaca

- yo... - el heredero bajo la mirada al piso - Lo siento, pensé que era.. era..

- el viejo ese, cierto - Lhong suspiro. Se acercó nuevamente a su primo y lo ayudó a pararse - mi cara es demasiado atractiva como para confundirla con la de un cuarentón

- perdoname, te deje...- Mew siguió con la misma expresión de disculpa

- deja ya de disculpar te - interrumpió. Miro a su primo de arriba a bajo, notando el desastre que era. El sudor por la cara de Mew, las marcas de lágrimas, el cabello despeinado, la camisa un poco sucia al igual que el pantalon - hasta cuando permitiras que ese viejo juegue contigo - soltó de manera sería

MI SUEGRODonde viven las historias. Descúbrelo ahora