Entrometerse.

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—Bueno, para tu desgracia -o fortuna-, Edward no vino.

Bella giró en dirección a donde señalaba su hermana. Jasper y Emmett bajaron de un impecable Jeep. Adara miró fijamente a Jasper a los ojos, con una tierna sonrisa y alzando la mano levemente en forma de saludo, este le mantuvo la mirada sin cambiar su expresión o postura. Alice y Rosalie bajaron de un hermoso descapotable rojo.

Jasper rompió la conexión de sus miradas cuando Alice se acercó a él con la duda reflejada en el rostro, la tomó por la muñeca y juntos caminaron hacia la escuela.

Un par de dulces volaron en su dirección, haciendo que ambas chicas dejaran de mirar a los autos estacionados. Adara simplemente les ignoró mientras que Bella señaló el libro entre sus manos.

"¿Cómo abordar el tema?" pensó Bella. No había pasado desapercibida la actitud de Jasper hacia su hermana quien, el día de ayer, se había mostrado bastante amigable. Supuso que para Adara era el igual de confuso lo sucedido.

—Vamos, Bella, solo dilo, ¿Qué pasa?

Se sobresaltó un poco por el inesperado comentario de su melliza. Tragó saliva con fuerza, buscando algo de tiempo para plantearle una buena pregunta.

—Eh... ¿estas bien?

—Claro, ¿Por qué no lo estaría? —se acomodó la mochila en el hombro bajando del cofre de la troca. —Es imposible que Jasper pueda afectar mis emociones.

Bella no lucia muy convencida por la respuesta de su hermana, sin embargo, no objetó. Ambas emprendieron camino a la escuela, aun había tiempo, pero el gimnasio no estaba muy cerca del estacionamiento y no quería llegar con retraso.

No hubo algo que llamara la atención de las mellizas durante toda la mañana, jugaron voleibol de nuevo y al igual que le día anterior Adara se encargó de cubrir su posición y la de Bella. El resto de sus clases fueron bastante tranquilas y aburridas, según Adara. Ni siquiera el almuerzo les propinó algo interesante, Bella había pasado la mayor parte del rato observando a hurtadillas la mesa de los Cullen. Mientras que Adara se obligaba a hacer todo lo contrario.

—Jasper no ha dejado de verte. —le susurró a su hermana. —Ahora esta sonriendo... sigue sonriendo... no deja de hacerlo, espera creo que está riendo entre dientes... sí, no deja de hacerlo. Wow, ¿Cuánto puede reír alguien que siempre parece estar sufriendo? ¿no te parece contradictorio?

—Bella, deja verlos, pareces una acosadora.

—En todo caso, Jasper también lo parece.

—Si, bueno, no me importa lo que parezca él, me importa lo que pareces tu. No quiero que me conozcan como la hermana de la chica acosadora.

Bella negó fastidiada, pero al final obedeció a su hermana. En lo que quedó del almuerzo no volvió la vista a aquella mesa.

En el resto de las clases no hablaron mucho, Adara no parecía querer conversar tranquilamente, solo quería discutir y su actitud a la defensiva le ayudaba bastante. Bella estaba bastante sumida en la duda como para querer pelear.

Cuando llegaron a la clase de biología un suspiro escapó de los labios de ambas. Bella aun conservaba la esperanza de ver a Edward. Adara también quería ver a Edward, aunque claro, para tener alguien con quien descargar su mal humor y que pudiera justificarse de alguna forma.

Le dio una palmadita en el hombro y caminó a su asiento. Jasper ya estaba en el suyo. Trató de ignorarla, pero le fue imposible, los sentimientos de la chica lo llamaban con fuerza.

—Hoy estas de muy mal humor, ¿Qué te sucede?

Adara lo volteó a ver sin expresión alguna.

Jaspe.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora