Jaspe.

Hacer lo correcto.

—Una parte de mi cree que es mi culpa que Edward no venga. —se mordió el labio incomoda, era un gesto que Adara conocía a la perfección.

—Vamos, Bella, no digo que no seas alguien importante, pero, ¿tu simple existencia le hizo darse de baja de la escuela? No lo creo.

Por suerte para Adara Jessica les informó que ella y Angela tenían una tarea en equipo por lo que ocuparían el tiempo del almuerzo para avanzar, en realidad, solo le alegraba alejarse de Jess, Angela era bastante agradable. También se ausentaron los chicos por una razón desconocida para las hermanas.

El almuerzo pintaba para ser de lo más tranquilo hasta que un golpe sordo provocó que las miradas de los estudiantes viajaran a la entrada de la cafetería. Unos segundos después Alice Cullen entró con su típica y deslumbrante caminata, más parecida a una danza que a un simple andar.

Se detuvo justo frente a las mellizas Swan, sonriéndoles ampliamente. Sin ningún signo de despiste Adara volteó a ver a su hermana, claramente confundida por la presencia de la animada chica, Bella se encogió de hombros y negó un par de veces, ambas actuaron sin disimulo, como si Alice no pudiera verlas.

—Hola, chicas, ¿me puedo sentar?

De nuevo, sin alguna muestra de disimulo sus cejas se curvaron en señal de duda, luego ambas abrieron los ojos con sorpresa, dándose cuenta de que realmente un miembro de la familia Cullen las había buscado.

—Oh... claro, por supuesto. —en un suave movimiento deslizó la silla y tomó asiento. —No queremos ser groseras, pero... ¿Por qué decidiste sentarte aquí?

—Quería hablarles, es todo. —se estiró sobre la mesa para tomarle una mano a cada una. — Seremos grandes amigas, lo sé.

Otro golpe se escuchó fuera del edificio, Alice fue la única que no se inmutó, solo se extendió más su sonrisa. Por la puerta principal entró Rosalie Hale, atrayendo la mirada de todos, como de costumbre. Caminó hasta la mesa de las Swan y sin siquiera mirarlas le habló a su hermana adoptiva.

—Se entretendrá un rato con Emmett.

Alice cambio su sonrisa de una divertida a una de agradecimiento, soltó las manos de las chicas para extender sus brazos a la rubia con la intención de abrazarla, Rosalie no dijo ni hizo más, se giró solo para encarar a las hermanas y se fue. Adara y Bella estaban muy confundidas por todo lo que estaba pasando, mas no quisieron preguntar, suponían que no obtendrían una respuesta.

—Bueno, cuéntenme de ustedes. ¿Adara, tienes novio, novia, amante, conyugue?

Alice alcanzó a escuchar perfectamente un gruñido de Jasper, una gran carcajada de Emmett y un suspiro de Rosalie que se dio la libertad de expresar como "que directa, Alice". Ignoró las tres reacciones.

—Yo... no, Alice, nada de eso. —sonrió algo incómoda.

-Bueno, ¿y qué tal les ha ido, les gusta Forks? ¿qué les parece la escuela?

—Aún me cuesta acostumbrarme al clima. —aseguró Bella imitando un escalofrío. Las tres chicas rieron.

—Si, supongo que es duro pero tranquilas, se acostumbraran y les aseguró que terminarán enamoradas de... ¡oh, Jasper! Que alegría verte, ¿dónde estabas?

Jasper había llegado justo al lado de la vampira con pasos humanamente rápidos, se veía solo un poco agitado, casi nada, el cabello despeinado le caía sobre la frente y tenía una fuerte expresión de enojo.

—Él es mi hermanito Jasper, ¿lo conocían? —ambas asistieron.

—Alice, ya basta, vamos. —susurró lo suficiente alto para que las hermanas le escucharan.