El viento hacia volar gracilmente el rizo en su cabello, la velocidad y el calor de Jotaro le tenían completamente perdido en el momento. Después de un tiempo, Jotaro se detuvo en una estación de servicio. La gasolinera, el pequeño motel y un restaurante abierto las 24 horas fue lo que estaba ahí.
—Vamos, hay que comer algo.— Dejó la moto estacionada afuera, ambos bajaron de la moto y entraron al restaurante. Tomaron asiento en una de las mesas más apartadas, ordenaron su comida, mientras esperaban Noriaki decidió romper el silencio.
—¿En qué parte de Morioh estamos?— Preguntó, nunca en su vida había dejado la pequeña ciudad, entonces no tenía ni la menor idea de donde se encontraba.
—Estamos a punto de llegar a S City, como a una hora o dos. ¿Por qué, ya te arrepentiste?— Dijo burlón, Kakyoin soltó una risa.
—Para nada, pero no sé dónde estamos. De hecho, tengo vagas ideas de lugares para visitar.— Tomó una servilleta y comenzó a jugar con ella.
—A ver cuéntame, si son lo suficientemente buenas iremos, sino, te llevaré a donde yo quiera.—
—El parque de atracciones de S City, siempre he quiero ir ahí pero mis padres nunca me han llevado. Esa es mi única sugerencia decente.— Kakyoin se sentía avergonzado de admitir que nunca había ido a ese lugar, no sabía de nadie que no haya ido alguna vez en su vida. Pero bueno, él era diferente. Jotaro abrió los ojos sorprendido.
—¿Nunca has ido? ¿Enserio?— El pelinegro preguntó, Noriaki quería que la tierra lo tragara, negó levemente, sentía sus mejillas calientes.
—Bien, iremos ahí. Ahora, ¿Por qué tus padres nunca te llevaron? Es algo que todos hacen por aquí.— Entendía el desconcierto del pelinegro, pues casi toda la población de Morioh había ido a ese parque alguna vez en su vida.
—Mis padres son muy sobreprotectores, ni siquiera me dejaron practicar deportes por miedo a que me lastimara. Dijeron que era peligroso ir y lo fueron posponiendo hasta que olvidé la idea de querer ir.— Le contó. Una mesera les entregó su comida, le dieron las gracias y el pelinegro habló de nuevo.
—Entonces eso de ser el niño perfecto no es por voluntad propia, ¿cierto?— Por fin alguien ha notado lo evidente, pensó.
—No, odio todos los rumores que corren de mi por los pasillos del instituto. No soy un lamebotas, no quiero ir a Harvard y nunca quise ser el nerd del salón.— Sintió como si quitaran un pesado costal de su espalda, la liberación de admitir que todo el tiempo pretendía ser alguien que no era. Jotaro sonrió.
—Al parecer no somos tan diferentes Nori, dime ¿Qué tanto has escuchado de mi?— Preguntó mientras le daba un mordisco a su tostada. Kakyoin había dejado de procesar las palabras en cuanto escuchó la manera en que le había llamado. Parpadeando, retomó la conversación.
—Bien, eres un playboy. Te acuestas con quién sales de una fiesta y al día siguiente les botas sin ninguna explicación. Se dice que solo estás en la escuela porque tú familia es millonaria y paga para que los maestros te pasen las materias. He escuchado muchas cosas más, pero esas son las más escandalosas.— Jotaro asintió levemente.
—Te faltó el rumor de que golpeo a todo el que se me atraviesa.— Puntualizó, mientras limpiaba sus manos con la servilleta.
—Cierto.— Rió levemente.
—Bueno, la mayoría son falsos y los que no son realidades aumentadas, justo como funcionan los rumores.— Contestó.
—¿A qué te refieres?—
—A que no me he acostado con la mayoría de las personas que dicen que lo he hecho, en realidad tengo calificaciones excelentes pero trato de mantenerlo en secreto y solo golpeo a quienes me joden mucho.— Terminó su confesión y tomó un trago de café.
—¿Me estás diciendo que todo lo que dicen de ti es mera apariencia?— Kakyoin estaba perplejo.
—Algo así. Pero ciertamente no me he follado a medio instituto. Tampoco pago por mis calificaciones, tengo un orgullo que mantener.— Vaya, al parecer si eran un poco similares.
—Aunque no lo creas tengo promedio que raya en la excelencia, pero he pedido de favor que se me excluya de los cuadros de honor y no se mencione nada. Creo que por eso creen que pago por las calificaciones.— Kakyoin se encontraba cada vez más sorprendido. Nunca imaginó que Jotaro Kujo no fuese lo que aparentaba.
—¿Y qué me dices de todas las personas con las que se supone te has acostado?— Kakyoin necesitaba saberlo.
—Solo me acosté con Rohan Kishibe, a Trish la rechacé y ella inventó el resto. Caesar es novio de mi primo Joseph y Jolyne es mi mejor amiga. Eso es todo.— A Noriaki le era imposible creer eso, no podía ser que todo lo que se decía de él fuese mentira.
Pero si los rumores sobre él eran falsos los de Jotaro también podrían serlo ¿No? El pelirrojo decidió que iba a darle el beneficio de la duda.
—•—
Este es el capítulo de "relleno" que se necesita para llegar a otro punto clave de la historia xdBtw, tampoco ando muy inspirada. Meperd0nan?
Lxs tqm
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My Oh My «Jotakak»
Fanfiction"Juro por mi vida que siempre he sido un buen chico. Esta noche no quiero ser él."