Capítulo 1

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Todos los días hacía una rutina para ir al trabajo, tenía que salir una hora antes y así poder tomar un tren hasta una parada cerca de donde trabajo, me resultaba tedioso tener que hacerlo, pero era más fácil y tomaba menos tiempo que manejar un automóvil.

Durante el trayecto de ida, iba sumido en el periódico sin determinar a todos los trabajadores que me acompañaban, llegaba a mi trabajo como editor jefe de una editorial, muy reconocida, y me sumía entre líneas llenas de fantasía, muy alejado de mi realidad. Pocas veces llegaba a mis manos historias que me llenarán, sin embargo, era el trabajo que siempre había querido.

Al terminar mi jornada de trabajo, pasaba por una tienda de películas y escogía una al azar, la alquilaba y me la llevaba en mi maletín.

Al llegar a la estación de tren no tomaba el que estaba, ese siempre iba lleno de personas y nunca había mucho espacio, así que me sentaba en el mismo asiento de todos los días y esperaba el siguiente.

Me sumía en mis pensamientos mientras esperaba una media hora hasta que llegara el tren y en eso veía a todas las personas a mi alrededor, algunos músicos sentados en un rincón tocando para recibir alguna moneda, personas mirando su reloj cada tanto, con prisa para llegar a sus hogares. Suspirando pensé en que nadie me esperaba en casa, tal vez por eso no tenía tanta prisa por volver a mi apartamento silencioso y vacío.

Mirando a un chico recostado en una de las columnas de la estación con su uniforme de la escuela, me hizo pensar en que desde que había ingresado la universidad no había tenido una relación con otra persona y tampoco había tenido relaciones estables.

Ya tendría que estar buscando una pareja para casarme, había hecho todo lo que me había propuesto hacer en mi vida

Faltaba una compañera para disfrutar y compartir lo que había obtenido con tanto esfuerzo.

Levante mi mirada buscando a alguien diferente entre las mismas caras de todos los días y me quedé en estado de shock, por un segundo. ¿Quién es?

Un joven venía bajando las escaleras para acercarse a la estación del tren, su uniforme de enfermero me había llamado la atención, su caminar era algo lento, como si estuviera muy cansado, y cargara con todo el peso del mundo. Levante mi mirada de su cuerpo a su rostro y cuando mis ojos pudieron verlo quede pasmado.

No había visto nunca antes una persona como él, era un niño, o eso parecía; su rostro era limpio y claro, tenía unos ojos que me atraían demasiado. Invitaban a observarlo.

Me quedé prendado de él, su cabello negro estaba un poco largo y lo que hacía era enmarcar su rostro.

Su caminar era muy suave, y no miraba sino sus propios zapatos, llevaba un uniforme de enfermero color azul cielo, lo cual me hacía pensar en que lo hacía ver como un niño jugando a que quiere ser de adulto.

Por un momento desvíe mi mirada cuando sus ojos se encontraron con los míos, no me había percatado de que se estaba acercando a mí, volví mi mirada a su rostro de nuevo y me fijé que miraba fijamente el asiento a mi lado.

Mire el lugar y me fije que mi maletín estaba recargado ahí, lo quité de inmediato y me senté más derecho.

Mi corazón se aceleró cuando al sentarse a mi lado nuestros brazos se rozaron.

Mi contextura era más grande que la suya, no tanto, el chico debía medir como 1,68 metros y yo estaba sobre el 1,75 metro, pero yo era más grueso, y lo ejercitaba cuando no tenía que laborar, al contrario de él. Se notaba que no lo hacía, pero eso no le hacía ver menos corpulento.

Dejo caer un morral sobre su regazo y saco de este un par de auriculares.

Se dispuso a colocarlos sobre sus orejas y encender música en su teléfono.

MI CHICO 🧡 (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora