Un Ángel Llora

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Sentirlo cerca de él, eso ya no sería posible. Ya no tendría su calor junto a él, ni escucharía su voz, ni sentiría sus brazos a su alrededor. Y estaba feliz, pese al cuerpo adolorido, la sangre sobre el piso, la vista borrosa y el olor a cobre, estaba feliz y poco a poco, todo se iba aligerando.

Castiel estaba muriendo sobre el piso de la cocina de su casa, mientras su esposo Dean era arrestado y los paramédicos se apresuraban para salvarlo, pero él no quería ser salvado.

Estaba muriendo y eso estaba bien para él.

- ¡De prisa, lo perdemos!






....

(Lo siguiente es la perspectiva de Castiel)













Recuerdo el día que lo conocí, me  cautivo con esa preciosa sonrisa, ese estilo rudo y su amabilidad. Pero todo fue una mentira.

Nos hicimos novios luego de diez citas, en la última nos dimos nuestro primer beso y él me pidió que fuéramos pareja, por supuesto acepté. Él era encantador, que pena que no me di cuenta de su disfraz, del engaño.

Cumplimos un año, todo era maravilloso. Dean me invitó a una cita, iríamos a cenar. Ahí espero todo, pero no lo quise ver. Lo amaba demasiado.

Me arreglé con unos jeans azules, una playera de con el lego de Batman y una sudadera. Creí que iríamos al puesto de hamburguesas de siempre, ese era nuestro sitio después de todo, pero cuando llegó por mi me reclamó mis fachas, pues él tenía planeado llevarme a un lindo restaurante y que yo no estaba pensando en él y su esfuerzo. Eso me dolió, porque yo sí valoraba todo lo que él hacía por mi. Me cambié de ropa, pero me sentí muy mal esa noche tan especial, más por la mirada de molestia de mi novio.

Pero lo deje pasar, convenciendome que todo fue un malentendido por no especificar el lugar de la cita. Pero entonces aquel comportamiento explosivo volvió a repetirse.

Por mi manera de vestir, de hablar, por salir con mis amigos y no avisarle, por reír con mis amigos. Estaba celoso todo el tiempo, hasta de mis hermanos.

Entonces lo peor paso.

Una noche empezamos a discutir, él llegó muy tarde del taller. Yo estaba enojado porque prepare la cena incluso luego de un día cansado  de trabajar en la biblioteca, y Dean se la perdió. Él estaba llegando tarde, incluso olía diferente. Así que explote y discutimos, entonces él me empujó contra la mesa y me golpeé con el borde de está, lastimandome la frente. Fue un golpe directo.

Por suerte no necesite puntos, Dean no se disculpo en su momento, sino al día siguiente después del desayuno. Estaba decidido a dejarlo, debí hacerlo, pero no pude. Fui débil ante su calor y sus palabras confortantes.

Luego me propuso matrimonio, ingenuamente pensé que las cosas mejorarían; y le dije que si.

Mi papá y hermanos no estuvieron de acuerdo con la noticia, dijeron que si me casaba con él me condenaría a una vida miserable, que sería infeliz, pero fui necio. Entonces me dijeron que me olvidará de ellos, no irían a la unión matrimonial en la que me condenaría a mi mismo. No fueron, y yo me convencí que era la desición correcta.

Me equivoqué. Que tonto fui, tan ingenuo.

Los insultos comenzaron, igual que los rasguños y los golpes. Todo lo perdoné.

SPN One-shot'sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora