Castiel no era el mismo de siempre. Eso era bastante obvio, pero Dean no aceptaría jamás que aquel cambio era por causa suya, al pedirle a Castiel que ayudará a Sam para que dejará de ver a Lucifer, y así, lograr dormir y evitar perder la cabeza.
Y como todas las veces anteriores, Castiel los ayudo. Pese a no tener una respuesta clara de que hacer, lo logró. Sam se recuperó y salió por fin del hospital, pero Castiel se quedó.
- ¿Y qué haremos con Cas?- Pregunto el más alto mientras se dirigían al auto
- ¿Qué haremos de que? Él estará bien, tenemos que preocuparnos por otras cosas ahora
Ojalá hubiera dicho otra cosa. Ojalá se hubiera interesado en el ángel cuando podía, pero no lo hizo.
Poco después, recibió la llamada de Meg, diciéndole que algo pasaba con el ángel y que debían ir. Entonces descubrieron que Castiel realmente estaba mal de la cabeza. Completamente loco, loco de remate.
- ¿Castiel?
Dean esperaba encontrarse con cualquier cosa, menos con lo que presenció.
- Jala mi dedo
- ¿Qué?
- Jala mi dedo
Y ¡Pum! La bombilla del cuarto explotó.
Aquel ángel impotente, serio, valiente, rebelde, con una apariencia ruda pero a la vez tierna por su inocencia... Ya no estaba. Era el mismo cuerpo, los mismos ojos azules, aquel cabello suave, aquella gabardina... Pero no era él.
Estaba roto.
- ¡No me importa que estés roto, arregla la mierda que hiciste!
Por un breve momento aquellos ojos se tornaron tristes. Duro un segundo, que pareció eterno.
Meg por supuesto se dio cuenta, y estaba segura que el alce también lo había visto. Pero este no dijo nada. Sam usualmente defendía a otros, poniéndose en su lugar, pero con Cas, aunque su hermano fuera sumamente cruel con sus palabras, prefería quedarse callado.
¿Porqué eran así con aquel ángel? Meg en un principio no sintió aquella admiración que sentía en el momento, al conocer al ángel sintió miedo, lo natural. Sin embargo, se dio cuenta de algo que quizás los hermanos desconocían, o que si conocían pero era preferible ignorar y es que... Castiel no era como los otros emplumados.
Ella se dio cuenta y por eso apreciaba tanto al ángel, a él nunca podría hacerle daño. Si, era un demonio pero una pequeña parte de ella no era tan maligna y esa pequeña porción, le pertenecía por completo al ángel.
- Castiel no necesita que le digas eso, necesita que-
- ¿Qué alguien cuide de él? No, yo no haré eso
- ¡Sé que no lo harás, porque eres un maldito egoísta cuando se trata de Castiel! ¡¿Porqué lo tratas tan mal, estúpida ardilla?!
Perdió los estribos y le gritó lo que tanto ahnelaba saber. Pero no recibió una respuesta, el cazador simplemente volteó la mirada, Meg se enojo aún más. Sin embargo, se rindió intentando encontrar un porque. No valía la pena pelear, lo mejor que podía hacer era cuidar del ángel.
Pero era difícil ahorrarle un mal rato al ojiazul cuando el rubio idiota abría la boca para recalcar los errores del ángel.
No lo soporto y golpeó al cazador, y algo la desconcertó.
¿Porqué Castiel se ponía delante del cazador, protegiéndolo? ¿Porqué lo defendía? ¿Porqué lo hacía cuando el cazador era un idiota con él? ¿Porqué?

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SPN One-shot's
FanfictionAquí serán pequeñas historias de mis muchachos favoritos: Los Winchester y el hermoso ángel Castiel! Espero les gusten y disfruten de cada una de las historias. Esto va dedicado a mis chicas del grupo #No fue idea mia💖♥️