SPN One-shot's

Incompleto

NO habrá cosas sobrenaturales. Espero les guste.

...

Pequeño prólogo:

Los padres causan un daño terrible, casi irreparable. Un dolor diferente, que sólo ellos pueden lograr. Es el peor dolor de todos. Te rompe el corazón. Te destruye el alma. Puede ser por indiferencia, crueldad, favoritismo, abandono, mentiras, ausencia, presencia. No importa la razón. Los padres son los primeros en lastimar a los hijos. Entonces se pierde la confianza, la seguridad. Solamente queda el miedo, el dolor, el sufrimiento y el sentimiento de inferioridad. 

Y no debería de ser así, los padres deben ser los primeros en brindar seguridad, amor y confianza, pero lo destruyen. Con palabras, rechazo, egoísmo, culpabilidad. Te rompen de tal manera, que crees que no tienes arreglo. 

....

Castiel es un doncel. De los pocos que hay en el mundo, además de ser muy fértil. Dean era mecánico, tenia su propio taller mientras que Castiel fue un importante contador, ahora se dedicaba a los niños y a la casa.

Sus hijos eran cinco: Claire, Jesse, Johnny, Jack y Henry. Ellos vivían en Kansas, Lawrence. No eran millonarios, pero tenían lo necesario y eran felices. Su casa era de dos pisos, color azul, con ventanas con bordes blancos, un columpio en el árbol en la parte trasera y al frente un hermoso jardín lleno de rosas.

Eran una familia ruidosa, leal, unida... O lo fue hasta que Dean descubrió la segunda vida de su esposo. Resulta que Castiel Novak tenia una aventura, un amorío, ¡Un amante! Con un hombre llamado Raizel Morgan.

Raizel era un antiguo compañero de la preparatoria de Castiel, que en aquella época eran novios y se habían vuelto a reencontrar meses atrás. 

Se habían puesto de acuerdo para cenar, pero Castiel se sentía tan cansado y solo de su vida diaria que cuando Raizel le dio un beso, no lo rechazó.

No era una excusa, no.

No era sencillo estar en casa todo el día cuidando a sus hijos. Y no le molestaba, eran sus hijos y los amaba. Pero él también quería que alguien lo consintiera, que lo hiciera sentir importante y no un simple amo de casa. Un sirviente que se había perdido a si mismo, por amor a su familia. Amaba a su esposo, pero quería volver a sentirse deseado. Y no que el coito fuera una obligación o que sólo ocurriera cuando Dean quería hacerlo. Mucho menos que fuera tan frío. Castiel también sentía deseo pero quería que fuera como antes. Más romántico, con juegos precios, un dulce momento junto a su esposo. No otra obligación que como esposo debía de cumplir.

Cuando un hombre es infiel es algo que aceptamos, común y por lo tanto, más perdonado, pero cuando lo hace una mujer o en este caso un doncel, es algo imperdonable. Un acto terrible que merece el desprecio de todo el mundo.

Dean no lo pudo perdonar y lo echo de la casa. Ese día, nunca sería olvidado por los niños, sobre todo Jack.

- Quiero irme con papi- Dijo Johnny aferrado a las piernas de Castiel, al igual que Jack

- ¡No!- Dean tomo a Johnny del brazo y lo coloco con brusquedad a su lado

- ¡Auh papá!

- Dean no hagas eso, los niños me necesitan también, podemos llegar a un acuerdo--

- ¡NO!- Dean lo fue empujando hasta la puerta para sacarlo afuera, con los gritos de los más pequeños por su papi, con Jack ahora en brazos de Castiel, sintiendo la fuerza de su papá al empujar a su papi- ¡Y no regreses, desgraciado infeliz!