El ruido como rutina

6.4K 405 550
                                    

Autor: Salas

Wattpad: Ember299


......


Debía ser un día normal en la vida de Koharu; debía ser la misma rutina de siempre.

Ella se despertaría (tarde, seguramente), desayunaría, acompañaría a su padre hasta su laboratorio y luego, iría a la escuela.

Por la tarde, ella volvería y se encontraría al mismo dúo ruidoso de siempre. Satoshi estaría corriendo o riéndose y Go le seguiría la corriente como solía hacerlo. Ella suspiraría, sabiendo que su único lugar seguro sería escaleras arriba, con Yamper haciéndole compañía.

Pero curiosamente... hoy no era un día normal en la vida de Koharu.

Cuando llegó escuchó silencio. Su padre la había recibido y Yamper también, cosa que era habitual, claro está, pero faltaba algo.

Algo que no sabía, podría extrañar.

Faltaba el ruido.

—Papá, ¿Satoshi y Go fueron a algún lugar?— preguntó por fin, luego de media hora de silencio.

El profesor la volteó a ver, con una sonrisa un tanto nerviosa.

—Bueno...

Kikuna dejó de lado sus actividades para centrarse en la pregunta.

—Verás, Koharu...

. . .

Se paseó por afuera del cuarto durante casi diez minutos, debatiéndose entre entrar o no. Yamper la veía pacientemente, meneando su pequeña colita.

Al principio, cuando escuchó lo que había pasado, decidió que no debía meterse en el asunto, pero, luego de casi una hora donde los pensamientos martilleaban en su cabeza, decidió que tenía que hacerlo.

Go era su mejor amigo, ¿no?... ¿No?...

Pensaba en lo que debía decirle cuando entrara pero simplemente no se le ocurría nada. Estaba comenzando a enfadarse incluso antes de hacer nada.

—Tal vez ni siquiera me necesita— suspiró luego de otros cinco minutos—. Seguro que estará bien... Vamos, Yam...

Antes de que pudiera alejarse, la puerta se entreabrió, lo cual la sobresaltó.

Raboot estaba en asomándose desde el interior. Se le quedó viendo un momento a Koharu y luego, abrió por completo la puerta. Con la cabeza, le dijo que pasara.

Más por presión que por gusto, accedió, siendo seguida por Yamper.

Y entonces, toda su preocupación se fue.

Go estaba acostado en su cama, con la manta hasta la cabeza y con la pierna y el brazo derecho colgando por un lateral.

—Go...— murmuró, con los ojos entrecerrados— Pareces un niño pequeño...

No hubo respuesta; Raboot simplemente suspiró.

—¿Qué quieres, Koharu?...— le preguntó, con un tono de voz bajo y amortiguado gracias a la manta.

—Kikuna me contó lo que pasó, así que vine a verte— respondió, resumiendo el asunto— Entonces, ¿estás bien?

—¿Por qué no lo estaría?...

Por siempre, SatogouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora