Ya estoy arreglada, aún que me bañe el sueño no salió de mi sistema.
Me vestí con un pantalón de mezclilla un poco ancho después de la rodilla, una ombliguera blanca, una chaqueta alcolchada negra, una gorra Nike y unos zapatos blancos.
Bajo las escaleras para que papá me presente a su dichoso socio, de seguro será un maldito viejo verde.
—Maddi, cariño, buenos días— me dijo mi padre un poco sonriente, un escalofrio recorrio mi cuerpo cuando me llamo "Maddi" asi me llamaba aquel chico de ojos grises que tanto me amó, aguante las ganas de llorar y mi rostro se torno serio.
—Buenos dias padre, por favor no vuelvas a llamarme "maddi"—hablé en un tono frío y cortante.
—Lo siento, lo olvide.—me dijo mi padre disculpandose.
—No pasa nada.—le dije a mi padre.
—Ehhh...cielo te presento a Jayden Harris—hablo mi padre algo nervioso, ni siquiera me había fijado del hombre que nos acompañaba, y vaya hombre, no es para nada viejo, le pongo como máximo 23, su cabello es azabache y le cae hasta las orejas, tiene el corte libro abierto, ojos color esmeralda, cejas espesas, nariz respingada, labios con el arco cupido buen marcado, una perfecta mandíbula, debe medir un poco más del metro noventa, se ve que hace ejercicio ya que a travez de su traje azul marino se notan sus músculos.
Él parece notar mi escaneo descarado ya que me da una sonrisa ladina y suelta una risa nasal.
Enseguida el calor sube a mis mejillas lo que me hace voltear mi rostro a otro lado ¡mierda! No disimule ni un poco.
—Jayden Harris.—habló por primera vez ¡Dios mio! Su voz es tan jodidamente gruesa pero no lo suficiente para sonar forzada.
Este hombre está como quiere.
—Maddison Blake.—respondí estrechando su mano.
—Por favor sientense—dijo mi padre, sentandose en en un sillon pequeño.
Nos sentamos los dos en un sillon grande, el muy pegado a mi, flasheas confianza chico.
Pero debo admitirlo esta muy bueno.
¿Y si me meto con el?
Reí con mi pensamiento suelo decir eso cada vez que veo un chico guapo, pero nunca me meto con el coqueteo.
-Bueno...- dice mi padre tomando aire se ve muy nervioso- hace un año, la empresa tuvo una caida muy fuerte, nesecitaba un invercionista, nadie queria invertir en mi empresa y no los juzgo mi empresa era una piedra en el zapato, estaba en la ruina, ahi es cuando aparecio Jayden se ofrecio a invertir pero con una condicion...-dice mi padre nervioso.
-¿Que condicion puso, señor harris?- le pregunto al hombre a mi lado, esto ya me esta sustando.
-A ti- dice simplemente esas palabras me cayeron como balde de agua fria.
¡Jodete maldito universo!
—¿Que?—preguntó sin entender una mierda.
Viene un simple recuerdo.
Flashback
Estoy llorando en los brazos de mi padre, en esos momentos tenia nueve años para ese entonces era 27 de abril, estaba llorando como nunca lo unico que estaba en mi mente es "Te quiero maddi"
-Tranquila cielo nadie volvera a hacerte daño, yo no soy como ella- me decia mi padre acariciando mi espalda- el esta en un lugar mejor y siempre te va a cuidar- me dice mi padre sonriendo un poco
-me prometes que nadie me volvera a hacer daño y que no eres ni haras lo que hiso ella- le digo llorando
-te lo prometo- me dice mi padre sonriendome.
Fin del flashback
El solo recordar eso hace que lágrimas quieran salir de mi, pero logro detenerlas, recobrando la compostura.
Mi pasado hizo que lograra controlar mis emociones.
—El te pidio a ti, y como eres menor de edad ahora es tu tutor y esta casado contigo—dijo mi padre como si nada ¡maldito imbecil!
—Lo prometiste— le dije mirandolo enojada.
—Creí que ya sabía que las promesas se rompen. Mis prioridades sobre las tuyas primor—hablo mirándome con una sonrisa ladina.
Eso hizo que todo mi ser se llenada de rabia así que me levante del sofá para gritarle todo lo que siento.
—¡Jodete, maldito estupido! Juro que haré que te arrepientas de todo, me vengare y si para ello tiene que correr sangre lo hará, porque soy una persona no un maldito objeto que puedes vender y si crees que me voy a quedar callada estás equivocado porque voy a llamar a la maldita policía y haré que te metan preso por venderme, me quedaré con todo, tu maldita empresa, tus malditas propiedades todo será absolutamente mío hijo de puta, porque si crees que masón crió un perra cobarde estás equivocado ¡diviértete en el infierno hijo de puta y te aviso que esto te dolerá bastante!—grito a todo pulmón y lo siguiente que haré le dolerá.
Con mis palabras esta algo atónico así que aprovecho eso para lanzar una patada en su pene y pisoteándolo con toda mi fuerza lo que hace que él muestre una mueca de dolor y sus ojos suelten lágrimas de dolor.
Jayden me mira sorprendido así que aprovecho que está distraído para tomar una porcelana algo grande de la mesa para seguido de eso tirarla a su rostro.
Haciendo que el se cubra con los brazos.
No pierdas tiempo imbecil y empieza a correr, me digo para mi misma.
Así que hago eso, empiezo a correr hacia la salida de la cocina porque la principal tiene guardias.
Corro con todo la fuerza que tengo hasta salir a la calle ahí empiezo a correr mas ya que se que me están persiguiendo mientras me gritan que pare.
No paro de correr.
Me niego a ser un producto que Thomas puede vender, soy una persona con emociones y pensamientos.
Lo bueno es que traigo mi celular conmigo y en él tengo mi tarjeta de crédito y un billete de cien dólares.
Corro hasta que veo un taxi y me subo a el.
—¡Maneje lo más rápido que pueda hasta el banco señor, le pagaré bien pero solo arranque!—digo viendo atrás como Thomas y Jayden están a solo unos metro del taxi.
El señor ni siquiera responde cuando empieza a conducir lo más rápido que puede.
En menos de diez minutos llegamos al taxi y le doy el billete de cien al señor y le digo que se quede el cambio por su buen servicio, si no hubiera sido por él me habrían atrapado.
Ahora retiraré todo el dinero que pueda y me hospedaré en un hotel hasta que decida que hacer.
...
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¿Esto es real?
Romance6 años. -No me toques.-sollozo, después de eso no recuerdo nada. 7 años. -Pórtate bien maddi, ella te cuidará, cuando termine la carrera nos iremos a casa.-dice mi hermano mayor dándome un beso en la frente. 8 años. -Abre la boca maddi, sabes que es...