✿ Anhelaba despertar de aquella horrible pesadilla y volver a contemplar tus ocelos observándome. Sin embargo, no recuerdo abrir mis ojos otra vez, y nuevamente me pregunto, ¿De quién era esa mirada?
cr. Yana Toboso, Aniplex, Disney.
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Sus lágrimas adornaban sus mejillas como rocío de la mañana, sus ojos llorosos reflejaban el brillante atardecer, mientras que el profundo silencio de la habitación no lograba calmar la tristeza por la cual se sumergía.
Era normal para él ver personas entrar y salir de su vida, ya sean importantes o no, compartan una amistad o no; pero realmente ninguna despedida le había afectado tanto como esta. Y él admitió que enamorarse de una mortal fue un error que no debió haber cometido desde un principio.
Pero él temía que le arrebataran su luz, él temía que le arrebataran su vida, él temía que le arrebataran su tesoro.
Aunque, él no pudo evadir el inevitable final. Todo tipo de historia tiene un inicio y un final, y él más que nadie lo sabía; él siempre observaba una historia comenzar y acabar, convirtiéndose en un ciclo vicioso para él, del cual nunca pudo salir.
Su mente reflejaba las lejanas memorias que ellos habían pintado juntos a lo largo de los años. Cómo se conocieron en Night Ravens; siendo ella una chica haciéndose pasar por un chico, terminó en Diasomnia, y gracias a un malentendido él terminó enterándose de que era una chica.
Cómo ella le alegró la mayoría de sus días, ya fuese cocinando para él o simplemente dándole caricias, lograba sacarle una sonrisa por más oscuro que se tornase su día.
Cómo ella le gastaba pequeñas bromas, por más que él las terminase descubriendo. Siempre intentó darle algún susto o sorpresa, pero sus planes siempre terminaron fallando; ya sea porque Silver le comentó a él o porque simplemente la descubría.
Su primer beso, su primer aniversario, su primera vez. Todo pasaba fugazmente frente a sus ojos cristalizados; arrodillado junto a ella, frente a ella, acompañándola, por más que la experiencia le perforase el alma, por más que el dolor lo estuviese desgarrando desde adentro.
Él quería evitar un final triste, él quería evitar su separación, él quería evitar su final.
Aunque, sus constantes mareos la delataron, sus manos llenas de sangre la traicionaron y su rostro cubierto en ese líquido de olor metálico sólo hizo su enfermedad completamente visible. Ella quería ocultar esto de su pareja, ella quería ignorar su estado de salud para así pasar más tiempo con él, para disfrutar más de su sonrisa.
Los ojos llenos de horror, tristeza y preocupación de su pareja quedaron grabados en su mente, las lágrimas que se deslizaron por sus mejillas al darse cuenta de la triste realidad por la que pasaba la muchacha. Una enfermedad sin cura que le había arrebatado la vida a una incontable cantidad de magos, la causante de una plaga hace siglos, y la que decidió acortar la felicidad de aquella pareja.
