✿ Anhelaba despertar de aquella horrible pesadilla y volver a contemplar tus ocelos observándome. Sin embargo, no recuerdo abrir mis ojos otra vez, y nuevamente me pregunto, ¿De quién era esa mirada?
cr. Yana Toboso, Aniplex, Disney.
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contenido nsfw.
─ Por fin haz tomado una decisión, T/n -Azul hizo una pequeña pausa para sentarse trás su escritorio, mientras me miraba con una sonrisa- Dime, ¿Firmarás el contrato? -Él sostuvo el trozo de papel color oro con su mano izquierda, mientras que con la derecha me sostenía un bolígrafo, el cual acercó a mí.
─ Antes, necesito saber con qué te pagaré -Hablé, recordando que en el contrato no mencionaba la forma de pago de este; algunos estudiantes me advirtieron de los contratos de Azul, pues él siempre pondría en desventaja a sus "clientes", tomando de ellos ya sea su magia, voz, dinero, u otra cosa. Mi mirada se posó en el chico frente a mí en cuanto noté que se había quitado los lentes y los había puesto sobre el escritorio, dejando a un lado el contrato y el bolígrafo.
─ ¿Que ya no te lo había dicho? -Él se levantó y rodeó su escritorio, para luego acercarse a mí, lo suficiente como para acorralarme frente al escritorio- Podrías pagarme con lo que sea; dinero, ropa, magia, voz, incluso tu cuerpo, si eso deseas -Azul me sonreía con cierta arrogancia mientras me hablaba, sus últimas palabras se repitieron en mi mente haciendo que un sonrojo se comenzara a formar en mis mejillas.
─ ¿M-Mi cuerpo? -Pregunté nerviosa, evitando el contacto visual con el chico frente a mí; pude escucharlo reír suavemente mientras que con una de sus manos agarraba mi barbilla haciéndome mirarlo.
─ Claro, estoy ofreciéndote diversas opciones con las cuales puedes pagar, después de todo simplemente te estoy haciendo saber qué es lo que deseo -Su mirada me hacía temblar, cada vez sentía que se acercaba un poco más a mi rostro, hasta el punto en dónde su respiración chocaba contra mi piel.
─ ¿Deseas mi cuerpo, Azul? -En un efímero momento sus labios se posaron sobre los míos, separándonos rápidamente, para observarnos mutuamente.
─ Lo deseo más de lo que tú te imaginas -Nos volvimos a sumergir en un beso apasionado, sus manos bajaron hasta mi cintura mientras yo me aferraba de su cuello, deslizando mis dedos entre sus cabellos. Su lengua pidió permiso para entrar a mi cavidad bucal, yo le accedí el paso mientras dejaba salir un jadeo en cuanto su lengua comenzó a jugar con la mía.
