✿ Anhelaba despertar de aquella horrible pesadilla y volver a contemplar tus ocelos observándome. Sin embargo, no recuerdo abrir mis ojos otra vez, y nuevamente me pregunto, ¿De quién era esa mirada?
cr. Yana Toboso, Aniplex, Disney.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
contenido nsfw.
Cierto chico de rasgos felinos apareció dentro de la habitación de su pareja; tras haber entrado al dorm de la fémina sigilosamente decidió permanecer ahí, sin embargo se aburrió rápidamente y fue a despertar a la muchacha.
─ Buenos días, ratoncita -El de ojos amarillos se sentó con cuidado sobre ella, quien se quejó semi dormida al sentir un peso sobre su cuerpo.
Un balbuceo salió de los labios de la chica, quien veía de forma borrosa al no tener sus lentes cerca─ ¿Alchemi? -Sujetaba la gruesa sábana que la cubría con sus frías manos, esperando respuesta por parte del otro individuo.
El de hebras púrpuras rió, acariciando el cabello enredado de su novia, mientras la observaba atentamente─ Si crees que soy Che'nya, seré Che'nya -Rió nuevamente, acostándose al lado de la muchacha somnolienta. Con una sonrisa en su cara, se dispuso a besar las mejillas rosas de la chica, haciéndole cosquillas a la menor.
Ella se separó ligeramente de él, mientras acariciaba el cabello del contrario con torpeza─ ¿Qué hora es...? -Se frotó uno de sus ojos, buscando su celular aún con la vista borrosa.
─ Aún es de madrugada -Respondió con una risa juguetona Pinkaa, acercándose más a su pareja para poder abrazarla con delicadeza.
Su cola arropó el cuerpo de la chica, el cual reposaba bajo la gruesa sábana de colores azulados; mientras su rostro se sumergió en el cuello de la fémina, haciendo que su respiración chocara con la sensible piel expuesta- Quiero jugar -Comentó el chico, dándole un pequeño escalofrío a la contraria.
─ A-ah, espera -Ella intentó alejar al de rasgos felinos con sus manos, fallando torpemente. Che'nya se dedicó a dejar suaves besos en el cuello de la muchacha, llevando sus manos por debajo de la sábana que ahora cubría a ambos estudiantes.
La chica conocía perfectamente a lo que su pareja se refería con "jugar" y aunque prefería evitar ese tipo de cosas, con el chico cerca, era básicamente imposible para ella.
Ella escuchó un leve ronroneo, antes de sentir ciertos colmillos clavarse en la suave y sensible piel de su cuello, sacándole un jadeo; las manos del de ojos amarillos se colaron bajo el camisón que llevaba puesto la muchacha, haciéndola temblar en cuanto las frías manos ajenas hicieron contacto con la piel tibia de su torso.
