ᴏɴᴇ

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Su pluma no se movía, sus bellos ojos estaban más hundidos de lo normal, rojos, sin casi nada del brillo que normalmente poseían.

Estaba más que cansado, todo por ese maldito asesino maníaco.

Tenía ganas de dormir pero al mismo tiempo estaba harto de estar encerrado, necesitaba algo dulce y un poco de aire fresco así que decidió salir de su casa después de lavar su rostro y arreglar su cabello, porque podía sentirse demacrado pero absolutamente no iba a demostrarlo, porque por dios, era Kishibe Rohan.

Debía recordar también contratar a un equipo de limpieza, con los ataques y sus pocas horas de sueño que ha tenido por terminar su manga, su casa es un verdadero desastre.

¡Hasta hay loza sucia en su fregadero!

Lo único bueno que agradecía de ese tan soleado día es que ese chef tenía un helado perfecto para la ocasión.

Realmente se sentía renovado.

O eso fue hasta que escuchó risitas femeninas en medio de la calle.

Su atención fue llamada y bien, acaba de ponerse de mal humor, un montón de niñitas tenían aprisionado a Josuke contra una pileta preguntándole cosas que ni siquiera se molestó en escuchar.

¿Y si...?

ーJosuke ー

Lo llamó alzando la mano para llamar su atención, para su sorpresa el niño casi corrió a él como un cachorrito, casi quiso reírse, pero debía ser estoico, más si quería efectuar su plan.

ーKishibe Rohan ー

¿Era su imaginación o se veía feliz de ser llamado?

Sí, debe ser culpa de su cerebro cansado.

ーSígueme ー

ー¿Uh? ¿Dónde vamos? ー

ーA mi casa, ¿Crees que salvarte fue gratis? ー

Y aunque lo escuchó refunfuñar pronto se dio cuenta que estaba siendo seguido.

Ahora sí sonrió con más placer.

¿Por qué no usar a Josuke como su limpiador personal y así de paso molestarlo? Después de todo, odiaba a ese niño.

Odit et amo 『Josuhan』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora