ɴɪɴᴇ

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La respiración de Rohan cada vez se había vuelto mucho más lenta, los movimientos de su respiración contra su nuca disminuyeron al punto que apenas podía sentirlos, lo había notado antes cuando lo encontró durmiendo sobre la mesa del escritorio pero ahora podía confirmarlo, Rohan tenía un sueño profundo, un sueño tan profundo que parecía desaparecer del plano actual para irse al astral, quizás de ahí sacaba tantas ideas nuevas para desarrollar en sus historias, después de todo cada día lo veía trabajando en cosas que a él ni en  mil años podían habérsele cruzado por la mente, pero ahí estaba Rohan escribiéndolas como si pudiera ver el escenario frente a sus ojos y sólo estuviera encargado de retratarlos, tal y como un pintor de la antigüedad, aunque a Rohan solo le tomaba un par de minutos desarrollar una obra completa, una escena que si te dejabas sumergir te haría pensar que tu también eras parte de ellas. 

Un maldito genio. 

Se quedó el tiempo suficiente quieto para saber que Rohan se había quedado profundamente dormido. Tener a alguien en su espalda no le sentaba bien, se sentía sumamente incomodo al sentirse protegido, sabía bien que Rohan era fuerte pero no podía confiarle su espalda, aún no, porque dentro de él el deseo de proteger era mucho más fuerte que el de sucumbir. Por eso mismo se dio la vuelta tan lento como podía, lo suficiente lento para que la cama no se hundiera a su paso, además de esa forma no perturbaría el sueño de Rohan, porque por la forma que cayó dormido sabía bien lo cansado que estaba, no sabía cuánto tiempo había dormido pero si sabía que había logrado descansar lo suficiente para ahora no sentirse molesto por haber sido despertado, así que Rohan debió estar por lo menos unas cuatro o cinco horas más despierto. 

Le asombraba la dedicación que le ponía a las cosas. 

Ahora que lo tenía de frente fue que pensó bien en qué haría, pensó en cómo no joder las cosas porque sabe que lo que está a punto de hacer no era algo que haría normalmente.

Porque nunca había tenido tanto en deseo de abrazar a Rohan como en ese momento.

Usó uno de sus brazos como una almohada mientras el otro se lo cruzó por la cintura a Rohan, sabía que podía despertarlo pero de todas formas decidió arriesgar, porque al ver su rostro entendió que iba a protegerlo, de ahora en adelante él sería a quién dedicaría su tiempo.

Apretó los ojos nervioso cuando Rohan comenzó a murmurar algo que no entendió, tampoco le asombró ver a Heaven ahi mirando todo, lo que si le asombró fue que Rohan se le abrazara a la cintura y apoyara su rostro bajo su quijada haciendo que sus cuerpo quedaran totalmente pegados.

Ahora que lo tenía completamente cerca no estaba seguro si podía volver a dormir, se sentía tan nervioso y asustado que el corazón quería salirse de su pecho.

Decidió cerrar los ojos en la espera de que el sueño volviera para poder seguir durmiendo.

Odit et amo 『Josuhan』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora