Paralyzed. |L.H|

Capítulo 8.

Las palabras hieren, pero esta vez lastimaban ya la herida abierta.

Nadie podía creerlo, el llanto desesperado de la madre, el padre incrédulo de que su hija mayor no estuviera más, la tristeza de la pequeña al ver tan tristes a todos.

Luke no resistió, lloraba, ya no le importaba si lo veían todos, necesitaban desahogarse, la chica a la que más había amado de apoco moría.

Debía verla, como fuese, quería entrar, necesitaba verla, no le importó lo que le dijeran, evadió a los doctores y entro a la sala.

Ahí estaba ella, se veía muy delicada, con los ojos cerrados, y conectada a muchas maquinas.

Definitivamente ella no estaba bien, su piel había tomado un color pálido, casi como la sabana que la cubría, y sus labios de apoco perdían ese bello color rosa.

Se acercó a ella y toco su brazo, sintió como ella moría poco a poco, su piel era delicada, lisa y fría.

-Princesa no me dejes, por favor- Luke se arrodillo a un lado de la camilla y tomo la mano de ______ -Quédate conmigo, no quiero perderte-

Ya era incontrolable, las lágrimas no dejaban de salir, ella no podía morir, menos ahora. Necesitaba que despertara, que lo abrazara, pero sabía que eso sería muy difícil.

Saco la cajita de su bolsillo y la abrió. Había un lindo anillo, de gran valor. Él estaba decidido a decirlo hoy, pero era imposible ahora, todo parecía estar mal, y que nada mejoraría.

Tomo el anillo y con delicadeza lo puso en el débil dedo de la chica, esperando así una reacción. Nada paso.

-Este día tenía que ser especial, no debía ser así- Escondió su cara en la mano de ______, lloraba como nunca lo hizo, sentía que este era el final, quería tener un futuro con ella, casarse, tener una familia, pero eso quizás jamás pasaría.

"No me dejes" repetía una y otra vez. Esperando a que ella escuchara o respondiera, la maquina conectada a ella comenzaba a sonar menos, la estaban perdiendo.

El desesperado comenzó a moverla para que reaccionara, tenía que despertar de una u otra forma, pero no había caso.

Luke se levantó, ya no podía hacer más, no quería perderla, tomo su mano y le dio un beso en la frente.

Así se quedó un buen rato, inmóvil, mirando como poco a poco ella se quedaba sin vida.

Las lágrimas comenzaban a llenar su cara, no dejaban de caer y ya comenzaban a molestarle para ver.

La puerta se abrió y entro el doctor. Le partía el corazón ver tantas personas sufrir así.

-Luke...- El chico solo se limitó a mirarlo -Debes salir, hay que examinarla y analizarla-

-¿No puedo quedarme?- Su voz estaba entrecortada

-Lo lamento...- El doctor le dio unos golpecitos en la espalda, en señal de ánimo.

-Saldrás de esto princesa, yo sé que si- Se acercó a ella y le dio un pequeño beso en los labios.

Era diferente. Sus labios estaban secos, sin señal de vida, no había reacción. Su corazón cada vez se encogía mas, no resistía sentir este gran dolor.

Salió acompañado del doctor, podía observar como todos lloraban, nadie se quedaba atrás. Ella estaba a punto de morir y no se podía hacer nada contra eso.

El evitaba pensar en lo peor, cosa que cada segundo que pasaba se hacía más difícil.

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