(Parte A)
Ya habíamos salido de la ciudad, mi hermanita ya se había dormido escuchando su música mientras yo estaba atento a los alrededores. A la distancia se podían ver varias familias que estaban saliendo fuera de la ciudad y yo no pude evitar querer preguntarles a mis padres.
– ¿Papá? ¿Hay alguna actividad fuera de la ciudad? – Mi madre mira hacia atrás y se fija de la situación, mi padre no me responde pero ella con una voz suave lo hace.
– Al parecer sí, pero no te preocupes. ¿Cómo está tu hermana? ¿Sigue durmiendo?
– Sí mamá, no se ha movido ni un poco. – Después de mirar a mi hermana, veo que mi madre saca de su cartera una pequeña caja metálica. Cuando la abre veo algo, desagradable o que a mi vista no era agradable.
– Mamá... ¿Por qué sacas esa jeringa? – Ella, soltando un leve suspiro me responde:
– Voy a inyectarle un medicamento a tu hermana. De seguro tú no te ha dado cuenta, pero todas las noches a la misma hora le inyecto esto. Pero como hoy voy a conducir y tu padre no sabe en donde debe inyectarse. Decidí adelantarlo ahora. – Después de decirme aquello, que para mí no sonaba para nada convincente. Acepté el hecho de no tener conocimiento del líquido que ella le estaba introduciendo a mi hermana pero si era por su bien no puedo negarme.
Después de aquel incidente, continué mirando los alrededores y poco a poco me estaba quedando dormido.
Con una respiración agitada logro despertar pero sin entender nada. ¿Por qué podía escuchar varias voces en mi sueño? ¿Qué es lo que no debo recordar? ¿Por qué gritaban?
Todas esas preguntas estaban instaladas en mi mente sin poder responderlas. Y peor aún... ¿Dónde mierda estamos? Recuerdo que estábamos en la carretera y no frente a una ¿cabaña?
– Mamá... ¿Qué hacemos aquí?
– ¡Ja, te dignaste a despertar, llegamos recién a esta parada. Es difícil llegar a nuestro destino y tú padre está cansado. Así que decidimos pasar aquí. – Con una gran sonrisa me dice aquello para continuar hablando.
– Carga a tu hermana por favor y acuéstala en una de las camas que haya. –
Pues, así son las cosas ahora, con mi hermana en brazos y saliendo del auto la llevo dentro de la "cabaña" porque ni así se le podría decir. Era una casa abandonada y al parecer solo vivía una persona.
– Seguramente debió haber muerto hace mucho, pero aún hay ropa y en buen estado. – Decía para mi mismo. Al dejar a mi hermana en la cama del lugar, me puedo percatar de que algunas tablas de la cama estaban rotas pero no por vejez, es como si alguien las hubiera roto con maldad; La ira de esta persona debió ser impresionante.
Pasaban los minutos y seguía explorando detalladamente el interior de la casa, mientras que, mis padres seguían discutiendo afuera cerca del auto.
Moviendo unos cuantos muebles puedo ver un diario, con detalles de cobre y una tapa de cuero de animal. Bastante rustico y creativo. Decidí abrirlo para ver su contenido y dentro de él se encontraban dibujos muy hermosos de paisajes y de la fauna del lugar pero cada vez que cambiaba de página algo de los dibujos se veía extraño. Al pasar varias hojas pude ver que la persona de este lugar presencio cosas horribles. Dibujos abstractos y llenos de color rojo y negro abundaban en la mitad del diario. Pero al llegar a la hoja 65 quizás, ya no habían más dibujos y solo gotas de pintura y muy obscuras.
– Debió comenzar a pintar, seguramente. – Pero al levantar la mirada, había una figura humana plasmada en la pared pero no parecía pintura....
–Pareciera que fuera el tiempo quien marco la pared ¿No lo crees? –
Una voz de lo profundo del lugar logré escuchar, un sonido extraño como si se estuviera reproduciendo algún CD o alguna grabación de voz pero era una pequeña caja con un reproductor que se encontraba obsoleto en la actualidad.
– Quizás cuantos años habrán pasado, quizás eres la primera persona que ha llegado aquí o varias más han odio mi mensaje. Quiero pedirte un favor. Usted, quien me está escuchando. Quiero que esconda mi diario, pero esta vez no en mi casa y tampoco en el lugar que lo encontró, escóndanlo en alguien que aprecie mi trabajo, que sepa o que pueda descubrir que quiero decir con mis pinturas... U-usted, que me está escuchando, por favor, como mi última voluntad, guárdelo y llévese esta máquina, sino, jamás comprenderá lo que está escrito ahí...
De seguro debes ser un niño muy travieso, porque ningún adulto registraría detrás de mi librero y debajo de él. –Lo último que escucho mientras me acerco, es una risa y sonido del silencio a la vez. Cuando llegué a la grabadora se escucha un golpe y termina de reproducirse.
– ¡Lion! – Pegué un salto del susto y solo me quede mudo en el lugar donde estaba sin poder analizar absolutamente nada.
– Niño, por Dios te estoy llamando hace una hora, tu padre quiere que lo ayudes a cargar leña.
– Ah... Está bien, voy.
Escondo la grabadora en uno de los bolsillos de la chaqueta que visto y parto rumbo con mi padre a un pequeño bosque que había cerca de la casa.
– Hijo, ¿recuerdas que te dijimos que había una actividad fuera de la ciudad?
– Sí... ¿Qué pasa con eso?
– Es mentira, los autos que viste son de gente del gobierno y estaban tras de nosotros. Por ahora los perdimos pero mañana en la mañana tomaremos un camino antiguo para poder ir a la frontera.
– Papá... esto es mucho. Comprendo que estén cansados pero que quieres decir con que nos están persiguiendo... ¿Qué pasa?
– Hijo, no te preocupes. Seguramente tomaron mal alguna patente y por eso nos persiguen. Pero no hemos hecho absolutamente nada.
– Papá, desde que salimos de la ciudad han está actuando extraño. Ni siquiera sé porque Alice sigue durmiendo. ¡Debió haber despertado! ¡¿¡Qué esta pasan-.?!? – Mi padre jamás me había golpeado, ni siquiera cuando niño.
–Nada de tu incumbencia, ahora lleva estos troncos y duerme. Mañana, antes de salir el sol vamos a tomar una carretera que fue clausurada pero por lo que he visto aún está en buen estado.
Bueno, fue difícil fingir que no pasó nada y que simplemente debo agachar la cabeza y decir "sí" a todo lo que se me diga. Vayas vacaciones.
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Anastasia, Los Ángeles Errantes
Algemene fictieUna joven de 16 años ha vivido más cosas de las que te puedas imaginar. Y sin saberlo, se convirtió en el mártir de el grupo más discriminado y repudiado por la raza humana. Conocido mejor por su nombre Gettkreins. Sus padres y hermano se llevan a...