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ㅡ ¡¡Aah!! ¡Noona, más cuidado! ㅡ el niño cayó al suelo, y frotó su mano cuando la espada de madera la golpeó.

ㅡ Yoongi, el enemigo no tendrá cuidado ㅡ se acercó y llevó la espada a su cuello ㅡ Y no dudará en degollarte.

ㅡ Eres aterradora y fea ㅡ apartó la espada ㅡ Supongo que eso es peor que cualquier enemigo.

ㅡ ¿Me dices fea a mí? ¿Ya viste tu cara? ㅡ Yoongi hizo un pico con su boca, un poco triste. ㅡ Oh, vamos, Yoongi, sólo bromeaba ㅡ se agachó a su altura y tocó sus labios con el dedo ㅡ ¿Qué dices si vamos por unos dulces?

El menor sonrió ㅡ ¡Iré por mi velo!






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Yoonji, la joven princesa de tan sólo 18 años, había logrado escabullirse fuera de la zona del reino.
Busanpo era un pueblo pequeño ubicado justo en la frontera entre el reino de Daegu y Busan, al cual pertenecía.

A través de los años, Yoonji se las arregló para sobrevivir.
Encontró un lugar donde vivir, pero claro que las cosas no eran gratis.
Por suerte, ahí también vivían otras mujeres, quienes la ayudaron con su pequeño bebé. De más está decir, que Yoongi era su niño mimado.

En su tiempo libre, Yoonji se propuso a entrenar a su hermano. No importaba qué tan seguro pareciera ahora, Min Yoongi seguía siendo el heredero del reino de Daegu. Ahí estaba su casa, ahí estaba su hogar y su familia. Por las venas de ambos corría la gloria de Daegu, y pedía por su retorno.

Así mismo, el niño que nunca nació, nunca debía ser visto; Yoonji justificaba a Yoongi el uso del velo en la mitad de su rostro debido a la cicatriz que él llevaba; pero la realidad era que nadie debía saber de su gran parecido con el príncipe de Daegu, Min Suga.

ㅡ ¿Quieres ese? Pues lleva ese. ㅡ Yoonji sacó el dinero necesario de su cartera y pagó en cuanto su hermano señaló la paleta que quería.

ㅡ Gracias ㅡ la mercader tomó el dinero y entregó la paleta al seisañero.

ㅡ ¿Cómo acepta dinero de esta cualquiera? ㅡ se escuchó el murmullo no tan disimulado de una mujer a su lado.

Yoonji se ahorró el comentario y tomó la mano de Yoongi para salir de ahí.

ㅡ Noona, otra vez usan esa palabra para referirse a ti. ¿A qué se refieren? Tú no eres cualquiera, eres Yoonji.

Sonrió ㅡ No vayas a creer nada de lo que te digan, ¿está bien? ㅡ guiñó hacia él ㅡ Sólo tienen envidia de mí.

ㅡ ¿Porque eres una princesa?

Ella se detuvo y se agachó frente a él ㅡ Shhh, por supuesto que no es por eso. Es porque te tengo a ti. ㅡ sujetó sus mejillas ㅡ Mi pequeño tigre.

[D-2]










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ㅡ ¡Arriba, Suga. Eres tan débil!

ㅡ Padre, me duele... Por favor, quiero descansar.

ㅡ ¡Qué te levantes! ㅡ el rey dio una patada al chico ㅡ Nada de llorar Suga, eres el príncipe, ¡actúa como tal o recibirás un castigo!

ㅡ ¡Mi rey! ㅡ el joven sirviente personal de Suga dio un paso hacia adelante, agachandose frente a él ㅡ ¡Le ruego que pare, por favor! ¡Castigueme en su lugar!

ㅡ ¿Qué? No, Taehyung, levántate. ㅡ pidió el príncipe.

El rey sonrió se lado ㅡ Te importa mucho, ¿verdad? ㅡ Suji pisó la cabeza de Taehyung y presionó contra el suelo, logrando sacar un grito del castaño.

ㅡ ¡Basta!

ㅡ Entonces levántate y sigue entrenando.

Suga hizo un gran esfuerzo, pero logró levantarse. Tomó su espada de entrenamiento y se puso en guardia ㅡ Déjalo en paz.

Satisfecho, retiró el pie, apuntando el arma hacia su hijo ㅡ Serás un buen rey, Suga. Un rey siempre se levanta por su pueblo.

Pero a Suga poco le importaba su estúpido pueblo, las normas, entrenamientos, y obligaciones que ser rey significaban. No, él sólo quería venganza hacia los maltratos sufridos por su padre a lo largo de sus 17 años.

DaechwitaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora