Daechwita

9

El rey Park se encontraba ya hablando con el rey Min sobre actuales y futuros intercambios y negocios entre ambos reinos.

Park Seojoon, el heredero al trono también prestaba atención al lado de su padre.

Por otro lado, Suga, quien también estaba junto a su padre, no podía apartar la mirada de aquel pelirosa que lo miraba con seriedad.

Qué divertida situación.
Así que quién llamó su atención no era más que el mismísimo príncipe.

Otras personas más estaban reunidas con ellos, y hablan de cosas en las que Jimin realmente no tenía interés.
Daba gracias a su hermano mayor, mucho más serio que él, por salvarlo de esta responsabilidad. Aunque sea por ahora.

Fuera de esa habitación, los siervos personales de ambos príncipes estaban uno frente al otro. Dos pares de guardias custodiaban cada lado de las puertas.

Taehyung alzó su mentón hacia Jungkook, mirándolo con seriedad.
¿Así que el pelirosa era el príncipe y él su sirviente?

Jungkook también lo veía, pero sólo porque no entendía la mirada inquisidora que estaba recibiendo del castaño.
Alzó una ceja.
ㅡ ¿Soy o me parezco? ㅡ su voz se dejó oír en un eco en el enorme pasillo.

ㅡ ¿Disculpa?

ㅡ ¿Por qué me miras tanto? ¿Te debo algo?

Taehyung pasó su lengua por el interior de su labio inferior ㅡ La verdad, diría yo.
Te pregunté por cierta persona, y mira cómo lo vengo a saber.

ㅡ ¿Estás diciendo que te debía la verdad? ㅡ soltó una risa ㅡ Ni siquiera sabía quién eras.
Quién hubiera imaginado que serías un sirviente personal.

ㅡ Con tus ropas, realmente pensé que eras un mercader. No me digas que así te visten.

Jungkook miró su ropaje ㅡ Pero si yo mismo elegí este atuendo ㅡ lo miró de mala gana ㅡ ¿Pero acaso puedo esperar consejos de moda de ti? ¿Esa es la moda en Daegu? Entonces espero que la ropa no esté entre los vienes compartidos.

Uno de los soldados dejó salir una corta risa reprimida y Taehyung lo miró mal.
El soldado se enderezó y siguió neutro como antes.

ㅡ ¿Cómo te atreves a criticar algún aspecto de mi reino? Más estando mi rey aquí.
Ten más respeto.

ㅡ Sirvo y debo respeto y lealtad al reino de Busan ㅡ sostuvo sus manos tras su espalda en un gesto tranquilo ㅡ Lo que diga, haga, piense u ordene tu rey, me vale.

ㅡ Uoooh. ㅡ el soltado soltó el sonido, pero tapó su boca de inmediato.

Taehyung apretó los puños.
ㅡ Ya veo.
Son un chiste en realidad, ¿cierto? Estos soldados irrespetuosos y un sirviente que no sabe su lugar como subordinado, ni respeta a los superiores.
¿Debería sorprenderme si algún otro reino al final los conquista? Si ustedes son su defensa, dejan mucho que desear.
Entonces espero que la protección entre ambos reinos esté dentro del trato.

Jungkook se molestó, dando un paso hacia adelante. ㅡ Oyeme, los soldado de Busan están entre los mejores del mundo. Su entrenamiento no tiene igual. Pero no por eso deben ser unos amargados como ustedes y sus soldados cara de perro deprimido.

ㅡ ¿Y qué tal tú? ㅡ preguntó con superioridad.

ㅡ ¿Yo? Yo fui entrenado por el mejor soldado que pueda existir: Jeon Gonyoo.

ㅡ ¡Eso! ㅡ apoyó uno de los soldados.

ㅡ Por algo soy el sirviente personal del príncipe. Nadie lo puede tocar cuando estoy cerca. ㅡ dijo orgulloso.

ㅡ Y si no se te escapa. ㅡ murmuró el soldado.

ㅡ ¡Oye! ¡Apoyame! O mejor ya callate y ponte serio.

Taehyung rió burlon ㅡ Son un chiste, ¿se dan cuenta?

Jungkook dio otro paso, alzando su puño en amenaza ㅡ ¿A sí? Ven para que te cuente otro chiste mejor.

ㅡ Tz, alguien como tú no podría ganarle a alguien como yo jamás.

ㅡ Eso me sonó a reto... ㅡ volvió a susurrar el soldado.

ㅡ También a mí.
Entonces pruébalo.
Enfrentarme y verás cómo te derroto.

El pelilargo miró hacia las grandes puertas ㅡ Debo esperar a mi amo.

ㅡ Lo sabía ㅡ se cruzó de brazos ㅡ Daegu es sólo palabrerios.

ㅡ Te dije que tengas respeto por mi reino.

ㅡ Mira, si Daegu fuera el piso y mi pie fuera mi pie, igual estaría parado aquí sobre él.

ㅡ ¡Es suficiente! ㅡ fue hacia él hasta quedar en frente ㅡ Te reto.

ㅡ Bien. Sígueme.

[D-2]

Yoongi ya había regresado a la casa y ayudaba a su hermana a poner todo en una maleta.

ㅡ ¿A dónde iremos entonces? ㅡ se detuvo para preguntar.

ㅡ Todavía no lo sé. Lejos de aquí seguro.

ㅡ ¿Crees en verdad que es la solución, entonces? ¿Huir?

ㅡ Es lo mejor.

ㅡ Te pregunté si era la solución.

Se volteó a verlo ㅡ ¿Solución? Huir nunca es una solución a nada. Sólo... ㅡ se alzó de hombros ㅡ Sólo estamos huyendo del problema, no solucionandolo.
¿Qué solución podría haber?

ㅡ No sé, quizás... ¿Ser la reina?

ㅡ No soy una reina, Yoongi. A demás, dejé el reino hace años, ¿qué te hace pensar que me aceptarán así como así? No. Es una locura.

Asintió ㅡ Entonces huir.

ㅡ Sí, y rápido. ㅡ tomó su bolso ㅡ Es suficiente con lo que tenemos. ㅡ ella caminó a paso apresurado, pero él volvió a hablar.

ㅡ Hermana, pero... ¿Y si aceptamos la ayuda de Jimin? Es decir, su protección como príncipe.

ㅡ ¿Estás loco? El rey jamás lo aceptaría. No somos oficialmente ciudadanos del reino. Somos clandestinos.
El rey no permitirá que usen sus recursos para protegernos, menos cuando el que nos busca es un aliado.

ㅡ Entiendo, pero...

ㅡ ¿Qué pasa? Estabas tan seguro hace rato, y ahora de repente... ¿Qué te hace dudar? ¿Es por Jimin? ¿Qué más te ha dicho?

Yoongi puso su mano sobre la pulsera y desvió la mirada ㅡ Nada. No es eso.

Yoonji notó su sonrojo ㅡ Espera un momento, ¿acaso-

ㅡ Sólo no quiero huir. ㅡ volvió a verla ㅡ Hermana, nada más no quiero dejar de lado mi vida. A nuestras noonas. A... ㅡ se alzó de hombros ㅡ A mis amigos.

ㅡ Yoongi, sé que lo que pido es demasiado. Lo sé. Yo misma he dejado todo eso para poder salvarte. Pero es necesario. Estando aquí, de todas formas, ponemos en peligro todo eso.

Yoonji tenía razón.
No seguir con el plan ahora, y dejar que los encontraran, sería tirar por la borda todos los esfuerzos que su hermana hizo por protegerlos.

Asintió. Entonces la mujer se dirigió a la puerta, deteniéndose cuando una de las mujeres entró a la habitación.
ㅡ Espera, Yoonji. Hay un par de hombres en la casa. ㅡ dijo bajo ㅡ preguntan por él.
Lo mejor será que salgan por la puerta trasera, no por la principal.

ㅡ Mierda.