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Seokjin no pensó que llegaría a un lugar como este, pero esperaba que Yoonji y Yoongi no estuvieran ahí.

La mujer que los atendió fue muy amable, y les hizo saber directamente de qué se trataba ese lugar al ver sus caras confusas.

ㅡ ¿Entonces no ha visto a esta persona por aquí? ㅡ preguntó nuevamente Hoseok después de dar una descripción de Yoongi, aunque la mujer ya les había respondido. ㅡ ¿Ninguna de ustedes? ㅡ alzó una ceja, mirando a las demás mujeres que estaban sentadas en algunas mesas.

ㅡ No señor. Se lo hemos dicho, aquí sólo habitan mujeres. ㅡ dijo calma.

ㅡ Entonces eso es todo. Muchas gracias. ㅡ comentó Seokjin, tomando el brazo de Hoseok para salir.

ㅡ Espera ㅡ No se dejó llevar ㅡ ¿Les molestaría si doy una vuelta por los alrededores?

Ella cruzó sus brazos ㅡ Bueno, realmente sí. ¿Qué más quiere?
No tienen permisos para merodear por aquí. Si les contesté fue por cortesía.

ㅡ Eso está bien, pero... ¿Acaso ustedes tienen permiso para un negocio así?
Claro que podemos llamar a las autoridades. Podemos esperarlos juntos. ㅡ se paró firme.

ㅡ Hoseok. ㅡ Seokjin llamó su atención. ㅡ ¿Qué crees que haces?

ㅡ Esperame aquí, iré a ver por fuera.

Se puso enfrente ㅡ Hoseok, no sobrepasemos límites. ㅡ murmuró.

ㅡ ¿Entonces sobrepasar límites está mal, pero traicionar la confianza de tu príncipe está bien?

El cuerpo de Seokjin se paralizó ante las palabras de su compañero.
Su ceja tembló ㅡ ¿Tú...?

ㅡ ¿Te vi? Sí ㅡ mordió su labio inferior ㅡ Hazte un favor y quedate aquí.
Remedialo viendo si algo raro pasa.

Kim tuvo que cerrar la boca y bajó la cabeza.
Hoseok miró a las mujeres e hizo una reverencia, saliendo después.

ㅡ Vete tú también ㅡ Dijo la mujer, cruzando sus brazos.

Seokjin suspiró y se dio la vuelta hacia ella, mirándola firme.
ㅡ No.
Me voy a quedar hasta que vuelva mi compañero.

Ella dio un paso hacia atrás y miró a las demás, para después mirar con enojo al soldado.
ㅡ Pudranse. ㅡ se alejó.

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Hoseok dio la vuelta a la casa, había otras puertas al rededor. Seguro de habitaciones en las que es necesario tener un escape rápido para los clientes.

Se acercó a una e intentó abrir, pero no pudo.
No había ventanas ni una abertura por la cual mirar hacia adentro.

Había una segunda parte de ella. Un lugar que se parecía más a una casa.
Ahí sí había ventanas y se asomó.
Logró ver el interior de varios cuartos, pero nadie dentro. Por lo que decidió verificar la próxima puerta.

La mujer, Yoonji y Yoongi estaban agachados a su vista, pero era suficiente para él.
Dio un pequeño gruñido.

ㅡ No somos jodidas ratas, Yoonji ㅡ dijo ㅡ Me harté de esconderme. Este hombre no tendrá ese poder sobre mí.

ㅡ No, Yoongi, espera ㅡ ella tomó su mano, pero el menor logró soltarse.
Fue hacia la puerta y la abrió justo cuando Hoseok lo iba a intentar.

El pelinaranja se quedó sorprendido por un momento. Sinceramente, al principio creyó que el príncipe estaba loco; pero el ver a esa chica, lo hizo dudar. Ahora, era obvio que no estaba tan loco como su padre.

DaechwitaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora