La vida no es perfecta y Melany lo sabe.
Decepción tras decepción, dolor tras dolor es como ha tenido que aprender a vivir, sin esperar nada de nadie.
¿Cómo logras sobrevivir?
El nombre de Melany es sinónimo de imperfección para su madre, ella es...
No me cruce con Dylan en lo que resto del día e internamente le di gracias al cielo por eso. No había dicho nada, después de todo lo que le dije no dijo nada solo salió de mi habitación en silencio dejando detrás de él un desastre del cual yo tenía que hacerme cargo. En mi pecho sentí como se abría un hueco a cada segundo, era una estúpida, yo me lo había buscado y lo sabía, no tenía porque esta como una pequeña cuando pierde su juguete favorito, bueno tal vez esa había sido una mala comparación, más bien sentía que me quemaba lentamente y me corazón estaba desapareciendo.
Ya entrada la noche escuche la puerta y las voces de mi mama y mi hermana, sentía un nudo en la garganta porque hace casi 24 horas yo estaba acostándome con el novio de mi hermana, estaba teniendo relaciones con él en la misma cama en la que ahora estoy sentada lamentándome.
Eran por este tipo de situaciones que me lamentaba más, no es como si tuviera pegado en la frente la infidelidad que había cometido Dylan hacia mi hermana y bueno yo también. Pero sabía que toda esta situación será mucho más incómoda de ahora en adelante.
—¿Tienes plan?... Salgamos—Mine no me podía dejar morir en este momento y no lo hacía.
Parecía que mi mejor amiga tenía un radar para detectar cuando estaba mal y de inmediato trataba de sacarme de mi dolor. Necesitaba escapar de mi propia casa aunque fuera por una par de horas. —Quiero algo tranquilo en tu casa.
El chillido de mi amiga me saco una sonrisa mientras negaba con la cabeza. —Perfecto ¿paso por ti?—Era imposible que ella escondiera la emoción en su voz. —Te lo agradecería mucho.
Después de colgar me metía a darme una ducha y me aliste lo antes posible no quería estar en casa, menos con el aquí, era torturarme a mi sola, aunque tampoco lo quisiera lejos.
Si era todo un desastre.
Mine me envió un mensaje avisándome que estaba afuera por lo que no dude mucho en darme los últimos detalles y tome mis cosas para irme.
A veces desearía irme para siempre. —Hola—Me sorprendió un poco que mi madre me notara. —Si, hola me voy—Tome la chaqueta del perchero sin darle mucha importancia a mi madre. —¿Con permiso de quién?—Tomo cada onza de mí no comenzar a reírme a carcajadas de ella.
No es como si quisiera ser una verdadera madre justo ahora, era tarde, muy tarde en realidad.
—Mamá acabo de llegar no creo que me quieras aquí ¿Verdad? —No, pero toma—Lanzo una caja forrada con papel azul cielo hacia mi cama con una mueca de asco.
El solo que dijera que era un regalo de mi abuela me emociono más de lo que esperaba, con esto quedaba claro que la que en realidad no había querido llevarme era mi madre y no que mi abuela no quisiera verme. —Te lo manda tu abuela de seguro es una mierda.
Tome la cajita entre mis manos y la abrí. Sonreí y saque el anillo, era su anillo de compromiso, desde pequeña me había gustado por su hermosa piedra azul. —¿No dijo nada más la abuela?—Deslice el anillo en mi dedo.
—No nada.
La sonrisa nunca desapareció de mis labios, no cabe duda que a veces las pequeñas cosas son lo mejor que le puede pasar a alguien.
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