*En la imagen: Melany*
Melany
Castigada de nuevo, pensé, haciendo rayones en mi cuaderno, sólo quedaban cinco minutos más. ¿Qué porque está castigada? Bueno, pues no sabía que era un pecado casi mortal lanzar una bolita de papel inofensiva en clase y mucho menos no sabía que ameritaba detención si caía en el profesor.
A quien quería engañar, sabía perfectamente lo que estaba haciendo desde el primer momento que entre a clases, pero no era mi culpa que el viejo aburrido no supiera explicar, además que uno de mis queridos compañeros me había retado y yo no era de las chicas que se rendían tan fácil y todos en el instituto sabía que si me retaban, el reto se llevaba a cabo y no, no era de las chicas que perdían tan fácil, hacia lo que fuera posible para ganar el reto no me importaba quien saliera afectado, simplemente era una forma de demostrar que conmigo no se debían meter, muy a pesar de que existen las típicas chicas plásticas que creen que pueden conmigo, y bueno varias veces tan solo en este semestre les he demostrado que no soy una pequeña niña que pueden asustar y es más deben temer de mí. Tomaba venganza en poco tiempo y peor a lo que había o me habían hecho.
Pero esta vez como era de esperarse mi primer reto me llevo a detención.
Nunca en mi vida me había puesto a pensar lo largo que era un minuto en realidad. El profesor encargado de detención, o más bien el señor pinki para los amigos, era muy exigente y especifico con sus reglas, si la detención terminaba a las cinco, a las cinco te dejaba salir ni un minuto más ni un minuto menos y era mejor que fueras de sus amigos porque si no tenías detención para las siguientes tres semanas.
Cuando la alarma del profesor sonó yo ya estaba en la puerta de salida. Eran las cinco y yo era libre para volver a mi casa.
Llegaría tarde a casa de nuevo. No es que fuera algo nuevo que llegara tarde a casa pero sabía exactamente qué es lo que pasaría, mamá preguntaría ¿Qué hiciste ahora? No es que realmente le importara lo que hacía en la escuela o no, simplemente que llegara tarde era señal de detención y ella ni siquiera investigaba por qué o el si era verdad con tal de conseguir gritarme a la cara lo mediocre e inútil que era, pero eran tantos los años que había vivido con ella que ya me sabia su modus operandi, primero me daría un rollo, ese en el que te comparan con tu hermana mayor y fin, me iría a mi habitación después sin haber prestado la más mínima atención a lo que ella decía.
Era normal ese monologo de mi madre, es que era tan normal que yo estuviera detenida por cualquier estupidez que ya ni me molestaba en defenderme, antes lo hacía ahora la verdad me daba igual, lo único que quería era que me dejara en paz así que por eso la dejaba hablar todo lo que quería, porque se que después de eso me dejaría irme.
—Llegué—grite mientras dejaba mis cosas a un lado y preparándome para los gritos de mi madre.
— ¿Dónde estabas?—dijo mi mamá desde la cocina y aquí vamos, pensé mientras me encaminaba hacia ella.
—Castigada.
—Ahora ¿por qué?— Ya ni se mostraba sorprendida cuando le decía que estaba castigada así que eres era un gran avance.
—No, mamá no quemé un auto, lo pinté o lo choque simplemente tiré una bolita de papel—dije encogiéndome de hombros, siempre exageraba las cosas así que porque no aclararlas desde un principio antes de que pensara que había quemado el colegio entero o que había matado a alguien.
—Amanda—dijo un chico, moreno delicioso diría yo, cabello negro ojos avellana, cuerpo torneado, brazos de infarto, dios este hombre era un jodido pecado pero mi pregunta era ¿Quién carajos era? Y ¿Cómo demonios está en mi casa? Y por último ¿Cómo es que no tenía el placer de conocerle?
—Quien es está cosa hermosa—Lo mire de pies a cabeza, no pude controlar mi boca, me mordí el labio pensando en todas las cosas malas que le podría hacer.
—Es Dylan el novio de tú hermana.
Y así este chico perdía todo su jodido encanto, era el novio de la pesada de mi hermana y para que fuera novio de mi hermana tenía que ser igual o peor que ella. Egoísta, ególatra, solo piensa en sí mismo, no necesita de nadie más, es un narcisista en pocas palabras, así que para mí había perdido todo el jodido encanto con el que me había topado la primera vez que lo vi. Pero no había caído en la cuenta que la estúpida de mi hermana estaba en la casa, hasta ahora.
—¡¿Que?! ¡¿Ella está aquí?! Porque no me dijiste para destruir su habitación o mínimo no volver hasta el año que entra.
Como siempre a mi madre le valió un reverendo comino lo que hiciera o dejara de hacer.
—Bien ahora ve a tú habitación o no se a donde sólo no te quiero ver aquí.
—Gracias mamá.
Estaba fastidiada y enojada. No por el hecho de que mi mama me tratara de la mierda si no porque la idiota de mi hermana estaba en casa y eso me haría la jodida existencia más aburrida y cansada.
Subí a mi habitación y comencé a hacer mi maleta, no quería estar un segundo más aquí, no con mi hermana y mi madre bajo el mismo techo si con mi mamá era un fastidio con Ashley aquí era imposible poder estar en paz tres segundos. Podrían decirme dramática y todo lo que quieran pero nunca han vivido con estas dos y es como vivir en el infierno.
Ashley era la hija modelo para mi madre, todo lo que significaba perfección para mi madre era mi hermana, yo era esa putrefacción del mundo que simplemente no debería vivir o existir en el mundo.
Cuando termine de hacer mi maleta tome el móvil para llamar a mi mejor amiga en este planeta Minerva, esta chica era mi mejor amiga porque conocía toda mi mierda y todo lo jodido que podía ser mi mundo por mi madre.
—Mine—dije cuando escuche el hola de mi mejor amiga al otro lado de la línea.
— ¿Pasa algo?
— ¿Me aceptas en tú casa?
Muchas veces o más bien siempre no tenía que darle explicaciones a mí mejor amiga, ella entendía perfectamente cuando algo estaba mal.
—Melany, no te dije que mi prima llegó de visita. —El tono de mi amiga sonaba apenada y supe que estaba jodida.
—No recuerdo.
—Bien ya sabes, lo lamento amiga— Siempre que algún familiar de Mine llegaba a la ciudad era normal que sus padres quisieran que ella le prestara toda su atención a su familia y no a su mejor amiga. Por más que la llegara a necesitar sabía que su familia era importante para ella y esto era impórtate así que no dije nada más. Lo entendía.
—Está bien te veo mañana.
—Adiós—Suspire frustrada mientras me dejaba caer en mi cama.
Odiaba a Ashley como nunca había odiado a alguien ella había destruido mi vida y yo ni siquiera sabía que es lo que había hecho para ganarme ese odio que al final del día se volvió algo reciproco.
Pero que más daba tendría que aprender a vivir con ella por este tiempo.
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La Chica Problema. (La Chica Duet #1) *Borrador*
Novela JuvenilLa vida no es perfecta y Melany lo sabe. Decepción tras decepción, dolor tras dolor es como ha tenido que aprender a vivir, sin esperar nada de nadie. ¿Cómo logras sobrevivir? El nombre de Melany es sinónimo de imperfección para su madre, ella es...