La Chica Problema. (La Chica Duet #1) *Borrador*

Capitulo 34 Does He Know

Melany

Era más del medio día cuando volvía a casa. Estaba un poco nerviosa realmente no lo estaba por lo que dijera mi mama si no por lo que dijera... Dylan.

-bien cariño estamos aquí-dijo Damian mientras bajábamos del coche, el caballerosamente se había ofrecido a acompañarme hasta mi casa. Al principio me negué, después recordé que estaba bastante lejos y bueno accedí.

-muchas gracias-sonreí un poco-por todo

-de nada amor-tomo mi rostro entre sus manos-nos vemos más tarde-Acaricio con su pulgar mi mejilla.

-oh mañana-Ofrecí, realmente no teníamos porque pasa todo el día juntos estoy segura que el tenia otras cosas que hacer pero no las hacia por estar a mi lado.

-claro que si amor-sonrió y me dio un pequeño beso-pero después de tenerte en mi casa y en mi cama no sé si pueda dejarte ir

-por dios Damian-reí por lo bajito, a pesar de que no habíamos hecho nada en su cama mas que dormir, se escuchaba realmente intimo eso ultimo.

-te quiero-bese sus labios y baje del auto.

-nadie te quiere más que yo-dijo eso antes de dejarme en la acera de mi casa.

Entre a la casa haciendo el menor ruido posible, suspire al darme cuenta que no había nadie, gracias al cielo, pensé caminando hacia la cocina, tenía hambre no había podido comer bien en casa de Damián, me daba vergüenza con su madre. Además que no estaba acostumbrada a que me sirvieran.

-¿Por qué yo llegaste a dormir?-era una voz masculina que conocía perfectamente. Realmente hizo que se me pusiera la piel de gallina pero no quise demostrarlo.

-mierda-dije por lo bajo.

-te estoy hablando Melany-Me fastidio el hecho que utilizara mi nombre completo.

-no tengo porque darte explicaciones Dylan-dije dejando el jugo de nuevo en el refrigerador.

-oh no Melany tu me vas a explicar en este momento todo lo que pasa con ese imbécil-Esa fue la gota que derramo el vaso para toda mi paciencia. El no tenia ningún derecho a reclamarme algo de ese tipo, por supuesto que no. Damián era mi novio mientras que Dylan era el novio de mi hermana y no tenia porque explicarle nada en lo mas mínimo.

-ese imbécil-dije girándome hacia el-es mi novio así que por favor te pido que lo respetes.

-realmente ¿lo amas?-Esa pregunta realmente no la esperaba. Pero me sorprendió mas el tono que utilizo.

-claro que lo amo-Dije sin alguna duda.

-no realmente-me quede callada. No podía discutir algo que sabia.

-lo amo-dije de nuevo un poco mas dudosa de mi.

-y ¿el conoce todo lo que conozco de ti?

-no se de que hablas-dije tensa al instante, tal vez me daba una idea.

-el conoce el lunar que tienes en el muslo izquierdo o el que tienes debajo del pecho derecho, oh el tatuaje que tienes aquí-dijo pasando la mano por donde está mi tatuaje-dime Melany ¿lo conoce todo de ti?-Deje que sus caricias me consumieran unos segundos. Pero solo fue eso, unos segundos.

-aléjate de mí-lo empuje rápidamente después de recuperar la cordura.-no te quedo claro la ultima vez que hablamos que no puedes volverme a tocar-dije con la voz entrecortada-eres el prometido de mi hermana-dije mas en un susurro que nada.

-Y no sabes lo que daría por no serlo-dijo él.

-Pero lo eres, así que cada quien por su lado ¿no crees?-dije con el corazón roto. Ese era el gran poder que tenia Dylan sobre mi, hacer que pusiera mi corazón sobre la mesa.

-No-dijo apretando mi cuerpo contra el suyo.-no puedo seguir sin ti, todo este tiempo lejos de ti a sido un jodido infierno amor por favor...¿vámonos?-dijo tomando mi rostro entre su manos.

-estás loco-dije alejándolo de mí y caminando hacia las escaleras el corrió detrás de mí de tal modo que quede entre la pared y el.

-¿porque no?-me pregunto.

-pues porque no por dios ya déjalo, sabes lo nuestro solo fue una aventura... solo fue una noche.

-no digas estupideces-dijo dando un golpe a la pared.

-esto no es una jodida aventura y lo sabes, me amas tanto como yo te amo a ti, admítelo Melany-Me quede viéndolo a los ojos sin saber que responder. Dentro de mi sabia que esto significaba mucho mas que una noche pero no podía aceptarlo. Simplemente el y yo no estábamos hecho el uno para el otro y lo debí saber desde el comienzo de todo esto.

ew-m