Vive tu vida no la termines

Eres Tú

—Tengo alergia.

—¿Segura?

—Me pasa con las flores que usted tiene en el baño.

—Lo siento, venía a decirte que tu papá quiere llevarlos a casa.

—Ya salgo.

Terminé de arreglarme, bajé la escalera y me despedí de la familia completa y salí por la puerta. En el auto de papá y en el trayecto a casa seguía pensando en todo lo que había pasado, acabo de perder mi virginidad, necesitaba a una amiga.

Grupo: Perras peludas 🐶

Caroline: Amigas, acaba de pasar algo terrible.

Meli: Sí, mi gato vomitó sobre mí.

Becca: Si no fue un pene, no me interesa.

Caroline: Perdí mi virginidad.

Becca: ¡¿Que?!

Meli: Cuenta.

Les conté toda la historia, y en el proceso, comencé a sentirme culpable de lo que le dije a Luke, quizás debería pedirle perdón.

Becca: No te creo que con la sorpresa que te dio, caerías.

Caroline: No caí, fue fortuito, ¿crees que quería perderla así?

Meli: ¿Que sorpresa?

Becca: Sé que no, pero aún así, ya está hecho, tal vez debas decirle algo.

Meli: ¿Que sorpresa?

Caroline: ¿Algo como que?

Becca: Que no se vuelva a acercar a ti, ya ves lo que pasó.

Meli: Dejen de ignorarme, ¿Que sorpresa?

Caroline: Me hizo una búsqueda de 3 partes para hacerme ver que sí me quiere y Becca fue parte del plan.

Becca: Sí, bueno, parecía linda y cursi, amo lo cursi, pero si terminaste en crisis, quizás no fue buena idea.

Caroline: La cosa ahora es: ¿Que le digo?

Becca: Lo que sientes, si no sabe valorarte, mándalo por un tubo.

Meli: Becca tiene razón, tienes que ser sincera y directa.

Me salí el grupo y busqué el chat de Luke entre mis contactos, no puedo creer lo que haré.

Caroline: Tú, yo, playa, ahora.

No esperé respuesta, sólo me encaminé a la playa lo mas rápido que pude, y una vez aquí, me sentí como un desastre, fui precipitada, pero él me dejó por Bri, ahora que nos acostamos, ¿Como sé que no soy una más?, la verdad es que ni siquiera estoy segura si vendrá. Volví a su chat y sólo estaba el visto, no hay mensajes de él, me senté en una banca bastante confundida por todo, pero guardé la calma.

—¿Dónde estas?

Un algodón de azúcar se hizo presente por mi hombro derecho.

—Justo aquí.

Volteé y lo vi ahí, no sé qué decirle, dejé que las palabras salieran solas.

—Lo siento, sentí muchas emociones al hacer lo que hicimos, fue mi primera vez, y no tenía ganas de hablar con nadie, en especial contigo, pero no quiero que juegues conmigo.

—No jugaré contigo, cometí un error al cambiarte por Brittany, pero te quiero a ti, tú eres el amor de mi vida.

—¿Como puedo saber que lo que me dices es cierto?