Magnetismo

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Aviso: Contenido adulto.

—Sal de aquí, no quiero que me veas.

Hice caso omiso y entré al baño, cerrando nuevamente la puerta con seguro.

—Sé que me pediste que me fuera, pero escuché que gritaste, déjame ver la herida.

Me tendió su mano y vi su dedo sangrando.

—No es nada, ¿Me dejas ir a la habitación de Vicky?, quiero ponerme mi ropa—Pidió sonrojada.

—Por supuesto.

Subió al segundo piso mientas yo averiguaba la forma de desenredar mi reloj del traje de baño de Caroline.

—¿Luke?—Dijo George—¿Tardarás mucho?, quiero ir al baño.

—Ya salgo.

Escondí el traje y abrí la puerta.

—Oye, con Tom, Jake y Connor queremos ir a la tienda de videojuegos que está en algunas cuadras.

—Llama a mamá y que nuestros primos llamen al tío Harry.

—Hecho.

Salí del baño y escuché la puerta detrás de mí, fui a mi habitación y escuché a Caroline maldecir en la habitación de Vicky. Golpeé.

—Ocupado.

—Quería saber como estas.

—Incómoda, ¿Tú lograste sacar tu reloj?

—No aún.

—Adiós, Luke—Escuché gritar a Tom y George y luego la puerta se cerró.

—¿Que fue eso?

—Mis hermanos y tus hermanos fueron a la tienda de videojuegos que esta cerca de aquí.

—Papá va a matarme—Salió de golpe—Debo llamarlo.

Sacó su celular y marcó a su padre, yo seguía mirándola ahora tenía el jeans de hace rato y una polera blanca, pero por lo visto, olvidó colocarse sostén. Me reí por el comentario interno y ella me miró, yo seguí desenredando el reloj y finalmente lo logré.

—Tom y George llamaron a mamá.

—Sí, papá dice que Jake y Connor también llamaron a papá.

—No tienes sostén.

—Me percaté, me coloque la polera a penas escuché la puerta, creí que serían mis tíos y padre.

—Pues ya ves que no.

—Dijo que hay un tráfico horrible, así que tardarán mucho tiempo.

—Estamos solos.

—Lo sé.

—Toma, tu traje de baño—Se lo tendí.

—Gracias—Tocó mi mano y nos quedamos mirando un largo rato.

—Te extrañé.

Comenzamos a besarnos intensamente y ella se apegó a mí, sentí sus pezones ponerse firmes al contacto con mi pecho, la tomé en mis brazos mientras sentí sus uñas enterrarse en mi espalda, subí por sus piernas y apreté su trasero, soltó un gemido en mis labios lo que me hizo sonreír, caminé hacia mi habitación la bajé y le quité la polera, viendo nuevamente a sus pechos. Puso las manos en mi pecho deteniéndome.

—Luke, yo soy—Se sonrojó—Virgen.

Abrí mis ojos como plato, seré su primera vez.

—No te preocupes, yo te ayudaré.

Vive tu vida no la terminesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora