La luz quita todo

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No quiero al mundo, te quiero a ti.

—Te doy vida por vida, he pagado mi deuda— Magnus lo dejo ahí— Vuelve a casa. 

Había hablado.
El gran capitán se montaba ante él, como lo que era, en ese rostro no había rastro de su Magnus.

¿Realmente era su Magnus?

La piel le quemaba, por la nieve bajo su su cuerpo, los soldados se iba a acercar, para ayudarlo pero Raphael se le adelantó.

—¿QUÉ QUIERES MALDITO MARCADO? ¿TUS COSAS? —Pero justo cuando iba a lanzar sus cosas por el acantilado, una mano color caramelo lo detuvo.

—Deja de actuar como un maldito niño, así que he dicho "VAMONOS"—Le lanzo la ropa a Alexander, mientras Jules y Mark le daban las cuerdas de su caballo.

—Gracias.. —no sabia a quien se lo decía, a los chicos o a Magnus.

Juraría que Jace estaba apunto de llorar, pero Alec se levantó solo en ropa interior, aún le dolía donde había estado el cuchillo de Sebastián.

Magnus se quedó ahí viendo, como el muchacho su piel se volvía roja por la nieve en sus pies.

—LLEVENSE A RAPHAEL, tengo que encaminar a .... al marcado—  Alexander quería darle una abofeteada por llamarle así, en vez de decirle "Alexander" "Gideon" e incluso en sus sueños más locos, "Cariño"

—Esta bien señor....— Mark y Jules solo le dijeron eso, mirando con resignación al chico, que esperaban que volviera a casa, que su familia lo aceptara, y que perdonara tan grabe error contra el emperador.

Todos se fueron todos, Alec se quedo en su posición sin alzar las cosas, pero Magnus solamente comenzó a recoger su ropa para meterla a la tienda, esperando porque Alec llegara, pero Jace se escondió de inmediato al ver al moreno entrar.

—¿Para qué te quedaste?— le dijo Alec a entrar, que estaba temblando, el frío era infernal, pero apenas si temblaba.

—No seas tonto, acércate...—cuando tenía enfrente al ojiazul de cabello azabache primero tomo la playera, la que iba debajo del traje, se la puso rozando sus abdominales, lo cual lo hizo suspirar— Me quede.... solamente me quede para decirte que tal vez, después de todo soy como tú.

—¿Como yo?— parecía solo un bebé siendo vestido, pero incluso mirándolo, así parecía ser el moreno más guapo de la tierra.

—Sí, todo lo quiero seguir recordando, pero... es mejor esperar después de la guerra— Magnus volvía a tomar sus pantalones, incandose en su tienda, para comenzar a vestirle, pero cuando iba a subirlo Alec lo detuvo.

—Mirame a los ojos, mirame mientras me vuelves a decir algo así, solamente así soportare el odio de mis padres— se aferro a su mano, antes de terminar de subirlos él mismo.

—Yo....— estaba asustado, estaba temblando, estaba nervioso, comenzó a besar al ojiazul, el que le correspondió el beso, apasionado, entregándose, como si fuera la primera vez... pero con miedo, con más miedo que nunca, porque esto era una despedida.

Tal vez una despedida para siempre.

—Llévame contigo, llévame...— negaba el moreno con la cabeza, no sabía que decirle, porque realmente no podía prometer un futuro.

—Tienes que volver a casa, y esperar que tu padre sea benevolente contigo, esperando que no sea el próximo Bane en morir— salio al caballo, para darle  a Alec una sesta con comida, con una sonrisa triste.

Después, se quedo afuera, Alec termino de vestirse y cuando salio, Magnus había hecho una fogata, para subirse a su caballo.

—Adiós, Gideon, Alexander... adiós cariño— y se fue alejando a toda velocidad.

Estaba con los ojos llorosos, negándose a si mismo, mirando como una pequeña silueta se hacia más pequeña hasta desaparecer.

Jace salió a la fogata, para estar sentado junto a Alec.

—Fracase en todo, me siento tan inútil, tan... mal conmigo mismo —Le dijo mientras tomaba un poco de la comida que Magnus le había dejado— Soy lo peor de este mundo, mi familia ya no tiene salvación.

—¿en serio? ¿ Es lo que piensas? Creo que yo veo un chico valiente que fue capaz de luchar contra todo, por su amor... por su familia, por su honor. Mírame a mi, eso si es decepción, no pude mantenerte a salvo, volveré a ser el .... la basura de ese templo.— Calentaba su comida, mientras se recostaba en Alec.

—Vamos Jace, es momento de volver a casa, si odias tanto ahí, puedes estar conmigo, somos un equipo de por vida— Sonrió al ver como Jace se acercaba a él, ahora subía a su hombro aún con su empada pequeña en su garra.

—Vamos nuevo parabatai— ese termino era desconocido para Alec, pero ya no quiso preguntar subió a su caballo yendo lento, pero cuando iba a entrar al bosque, los hunos se alzaron, LITERALMENTE SE ALZARON DE LA NIEVE, COMO MUERTOS, MIENTRAS UNO SACABA A SEBASTIAN.

—Ese maldito, el maldito de ojos azules y el capitán me las pagaran, VAMOS CAMINOS AL EMPERADOR, HOY MORIRÁ— todos comenzaron a levantarse, como si fueran zombie todos volvieron a andar en cuestión de segundos.

La mirada entre Jace y Alec fueron solamente para entender lo que decía el otro.

Había que salvar a Magnus y a China.

A caballo comenzó a galopar para ganar la carrera de tiempo

Ahora solo tenía un último deseo, llegar a tiempo, a tiempo que puertas de palacio, donde esperaba que Magnus lo estuviera esperando, esperaba no llegar después de Sebastián.

Holaaaa, hice cálculos y le faltan 3 capítulos más, estamos en recta final.🥺
¿Creen que aquí pueda ser que Magnus muera?

Ya está mi historia sobre Hades y Persefone adaptado a Malec.

Un amor de guerra [ADAPTACIÓN] (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora