Última batalla

216 25 15
                                    

Creaste en mi una nueva ilusión, me recordaste que existe el amor.

Magnus se sentía la peor persona del mundo, había dejado a Gideón, Alec, Alexander o cualquiera que fuera su nombre, estaban ya casi para llegar a palacio, solo faltaban unos minutos, la fiesta para recibirlos era visible desde hace una hora, pero un caballo estaba a su lado, el caballo de Raphael.

—Entiendo el como te sientes —soltó de repente, como si hubiera estado pensando lo que diría, ¿eso era lo que había estado pensando? No podía creer que Raphael pudiera entender algún tipo de emoción.

—¿hablas en serio? —en sus ojos de Magnus solamente se veía una clara confusión, pero Raphael no lo veía, pues solo miraba hacia palacio.

—Si, entiendo todo —Magnus esperaba algún tipo de sermón sobre no haber hecho cumplir la ley, porque "la ley es dura pero es la ley" pero fue así, lo que salió de la boca de Raphael lo confundió aún más — Entiendo que algo sucedió entre ese marcado, claro que no se lo dire al emperador, pero si fui cruel con él fue... porque creo que tienes futuro como capitán, sabes que si algo así se sabe, jamás podrás ocupar el lugar de tu padre.

Magnus se congeló, lo único bueno que su caballo le conociera tan bien era que sabía los cambios del joven, pero incluso su caballo hizo un leve sonido.

—¿continuaré el legado Bañe? ¿En serio me recomendarás ? —Era por aquello que había luchado toda su vida, tal vez, después de todo ese día había sido el último que vería a esos ojos azules, tan azules como el cielo.

Pero el destino juega de maneras muy sospechosas, ya estaban en l a entrada del imperio, cuando Raphael le iba a contestar, se escucharon las pasadas de un caballo que venía corriendo, el caballo casi venía volando con un alterado joven arriba de él.

—ALTO —gritó el joven, y todos se detuvieron como si él hubiera sido el capitán — no deben entrar a la ciudad sin un plan, Magnus, Sebastián se levantó de entre la nieve, viene por ti y por el emperador.

—¿Después de lo que haz hecho piensas que alguien te va a creer? No, y tendrás que hablar con más respecto frente a un hombre — eso lo dijo Raphael, pero Alec no se movió ni modificó sus palabras, veía a Magnus esperando que juntara a los chicos para poder luchar pero este solo veía a Raphael.

Podré continuar con mi linaje Bane.

—Estoy de acuerdo con el sargento Santiago, un civil y más de tu clase no debería hablar así — cuando las palabras salieron de su boca se sintió como si escupiera veneno.

Iba a decir algo más, una última palabra pero Alec se quitó de ahí y solo pudo decirles a Jules y Mark, tengan cuidado.

Y dijo para él mismo "que el ángel se apiade de ellos y de mi"
Y se dirigió a la entrada secundaria del imperio, donde Sebastián los observaba, iba a ser más divertido de lo que pensaba .

*. * * * * * * * * *

Estaban en las escaleras, su tropa se había quedado al inicio de las escaleras del templo, solo le acompañaba un dragón, claro que era un dragón de papel, controlado por personas adentro, el emperador salió, bueno, el hijo del emperador que hace poco había ascendido al trono, se llamaba Ragnor Fell, Magnus se inclinó de inmediato.

—Yo debería darte las gracias a ti, haz salvado a toda esta gente... a costa de tu propia familia— le dijo el emperador, haciendo que Raphael se acercara, era la daga que tenía Sebastián, una daga que tenía estrellas negras, era inconfundible, él había sacado eso del cuerpo de Alec, de seguro también con esa habían matado a Su padre. — Es de Sebastián, más bien, era, pero se que significa más para ti.

Justo cuando Magnus iba a tomarlo, el dragón detrás de él se hizo trizas, dejando ver a los hunos, un halcón bajo, le arrebató la daga dejando ver que Sebastián ya estaba en el palacio, antes de poder detener a los hunos, le dieron un golpe muy fuerte en la cabeza que lo había tumbado.

Solo unos segundos, eso fue suficiente, porque El emperador ahora estaba dentro, y las puertas no se abrían, ahí estaba Alec, gritando que eso no iba a funcionar, solo Mark y Jules lo siguieron, a un lugar trasero, donde Magnus se levantó y corrió.

Estaban cambiándose de ropa, y Alec, su Alec, o el que pudo ser suyo estaba maquillando su runa en forma de Z, una vez más , mientras todos se vestían de mujeres.

—Vamos a escalar, ¿lo entienden? Les enseñaré como lo he hecho en el campamento, así que...— los demás se siguieron vistiendo, mientras que Magnus le daba una dañada banda de seda a Magnus, con una sonrisa bailando en sus labios — tu solo escalaras.

-— tendrás que volver a explicarme el plan — le dijo aún aturdido, pero cuando Gideon le iba a revisar la herida él se hizo a un lado— solo me interesa salvar al emperador

—¿Volverás a confiar en mi?— parecía casi una súplica en su voz, esta vez nadie los estaba viendo así que Alec tomó su mano, como esperando que él la apretara de vuelta, pero el moreno quitó su mano
—Sinceramente, no lo sé, pero eres el único que sabe como hacer esto— decidió que era mejor fingir que no sabia que se refería a sus sentimientos, así que esperaba distraerlo con el plan, por si alguien estaba escuchando.
—Sabes a que confiar me refiero — pero antes de que Magnus pudiera argumentar algo, Alexander les estaba enseñando el como trepar aun con vestidos.

Me prometí a mi misma que si no acaba mi tarea no subiría capítulo, ya que obviamente dedico más tiempo a escribir que a leer mi libro de literatura prehispánica, jajaja.
Pero no podía empezar el mes del orgullo sin subir capítulo, soy débil.
Espero lo hayan disfrutado.

Un amor de guerra [ADAPTACIÓN] (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora