Un Roto Para Un Descosido *Mpreg* [Larry Stylinson] [HIATUS]

Secreto especial

¡VOLVÍ! C: pero les tengo una mala noticia… bueno… les diré al final del capítulo (Si voy a seguir con la nove… no se preocupen xd)

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Se levantaron quince minutos antes de las nueve. Cabe decir, que no pudo pegar pestaña, durante toda la noche, pues se entretuvo admirando a la pequeña criatura que tenía entre sus brazos, acariciando sus sedosos rulos y apretujándolo más a él. Cuando se dio cuenta pasaban de las tres de la mañana, aun así no quiso detenerse de observar cada uno de los movimientos del menor, cada respiro, cada exaltación, él la quería ver, él lo quería tener en su mente lo que restaba del día. Aunque lo tuviese en vivo, en todo momento.

Bajaron a desayunar y su madre se encontraba sirviendo los desayunos de los tres, ella, el rizado y él. Su madre solía irse sola cada año a preparar todo para la fiesta tradicional, pues su padre trabajaba, se podría decir que de sol a sol y sus hermanas todavía estaban bastante pequeñas como para perder clases y arriesgarse a perder una materia por faltas. Al contrario de él que ya se encontraba, en la edad en que podía tomar todas las decisiones que quisiera sin ser tan juzgado por sus progenitores.

-Hijo, necesitamos hablar…- dijo mientras dividía, los huevos revueltos en cada plato. Su corazón comenzó a latir. Se sentía nervioso por el tono de voz que había utilizado la rubia.

-¿Qué pasó?- Se acercó a ella y depositó un beso en su cabellera. Ésta se giró para mirarlo y acto seguido mirar al rizado quien se encontraba en la entrada de la cocina, dándole a entender que se trataba de una conversación, privada.

-Hem… um…estaré en la sala…- dijo nervioso, moviéndose sobre su eje. Acto seguido se encaminó hacia el lugar mencionado.

-Ahora sí… ¿Qué pasó?- se atrevió a hablar, hasta que se cercioró, de que la presencia del menor, se encontrara lejos de la cocina.

-Hable con tu padre ayer…- dijo mientras se sentaba en la silla frente a la mesa y frente a él. Los nervios lo estaban matando.

-¿De?- la miró y ésta le hizo una seña para que se sentase.

-Sobre lo que platicamos ayer… sobre tú y Harry- suspiró –A tu padre no le agradó la idea de ustedes dos juntos, como algo más que amigos- su madre agachó la cabeza. Sintió como un gran pesar se recargó sobre sus hombros, un nudo se le formó en la garganta. Que no daría él para que su padre aceptase quien era.

-¿Se molestó, mucho?- comenzó a mover las piernas de una manera rápida. Sentía ansiedad y muchos nervios.

-Él no sabe que me refería a ti- le sonrió intentando reconfortarlo.

-¿Qué le dijiste?- suspiró. Su madre le había ahorrado una larga y difícil conversación con su padre.

La rubia suspiró y comenzó a redactarle los hechos, de manera en que sólo mencionó los diálogos.

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-Amor-

-¿Sí?-

-Tengo una amiga y… su hijo le confesó que le gusta un chico-

-Pobre…-

-¿Pobre…? A mí se me hace bien, porque lo apoyó y le dijo que estaba bien-

-¿Cómo va a estar eso bien?-

-Es su hijo-

-Y está perdido-

-¿Qué harías tú si fuese Louis?

-Creo, que primero lo mandaría con un psicólogo, después talvez a un retiro espiritual-