Un beso

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Zatanna se encontraba alistándose para irse a dormir, cuando de repente su celular comenzó a sonar insistentemente, al ver que se trataba de Dick, contestó de inmediato.

-¿Sucede algo?- preguntó algo preocupada. 

-Estoy siendo perseguido-dijo con voz jadeante-Al parecer los que atrapamos no eran los únicos por la zona.

-No puede ser- suspiró- Te dije que fue demasiado fácil, ¿dónde estás?

-En la estación principal del metro, estoy escondido en unos baños, pero no tardarán en encontrarme, por favor ven rápido.

-Ah, enseguida estoy allá.- dicho y hecho, segundos después, gracias a sus poderes de teletransportación, Zatanna llegó al lugar. De inmediato visualizó a un grupo de tres hombres, todos armados. Fue sigilosa en sus movimientos y se acercó a ellos para poder conjurar un hechizo, pero justo cuando iba a hacerlo, sintió como la tomaron de la cintura y una navaja amenazaba con cortar su cuello.

-No intentes nada o te mato- dijo una voz hostil. 

-Tranquilo, tranquilo.- dijo la chica levantando sus manos.- ¿Qué es lo que quieren?

-Venganza- contesto el hombre que la tenía aprisionada-No eres del agrado de nuestro jefe.

-Déjame adivinar, tu jefe es King Shark, ¿cierto?

-Estás bien informada preciosa- susurró cerca de su oído- Así que debes de saber que esta noche será tu muerte. En el momento que aquel maleante pronunció esas palabras, los otros tres cómplices cayeron atados de pies y manos, fue entonces que Nightwing salió de su escondite.

-El único que morirá serás tú, imbécil.- dijo con voz molesta.

-Quieto chico lindo, si das un paso más, le corto el cuello.- amenazó mientras arrastraba a la chica en dirección a las vías del metro.

-Nightwing, toma a esos idiotas y llevatelos, esto ya se volvió algo personal.- Zatanna sabía que King Shark la quería muerta porque era él quien estaba muerto de celos, era él quien aún no superaba a Constantine y la quería fuera del camino para hacer con el detective lo que quisiera. 

-De ninguna forma te dejaré sola.- contestó con voz segura, de inmediato se escuchó como un tren se acercaba hacia ellos.

-Parece que no seré yo quien tenga el honor de acabar contigo, preciosa.- se burló y empujó a la chica hacía las vías, mientras que, como el cobarde que era, corrió huyendo. 

-¡No!- Zatanna alcanzo a escuchar la voz desgarrada de Dick, todo fue tan rápido que ni tiempo le dio en intentar teletransportarse, al momento en que veía su vida pasar por sus ojos, sintió como chocaba con una superficie dura y un cuerpo estaba encima suyo, gruñó de dolor por el impacto y al instante en que se recuperaba, se dio cuenta de una voz jadeante a su lado, era Dick, la había salvado.

-¿Estás bien?- preguntó el chico una vez que recuperó el aliento.

-Sí, yo, creo que sí.- respondió con voz débil, conectó mirada con el pelinegro, y este, después de sentir que la perdería para siempre, no soportó más y acercó sus labios a los de ellas, no dudó y la beso, fue un contacto necesitado, un contacto que ambos habían deseado pero que no habían cumplido a causa de las confusiones de Zatanna; fue en ese beso que ella comprendió que no podía seguir con John, no solo porque su vida ahora corría peligro, sino porque sabía que que el detective, después de tanto tiempo, seguía amando a la bestia que tanto lo hizo sufrir, y que sin duda, lo seguiría haciendo. 

-Oh, lo siento lo siento.- dijo de repente Dick separándose de ella y ayudándola a levantarse.- Tienes novio, por favor, perdóname.- suplicó avergonzado.

-Hey, esta bien- poso su mano en la mejilla del chico- Yo, yo terminaré con John.

-¿Qué?- preguntó confundido- ¿Es por mi culpa?

-No- dio una risilla- Tú me gustas, es cierto, pero esa no es la razón principal, la verdad es que  John y yo no nos amábamos como creíamos. 

-¿A qué te refieres?

-Digamos que él no ha superado a un antiguo amor, y yo, pues te conocí.- le dedicó una sonrisa.

El chico le sonrió de vuelta- De acuerdo, ya es tarde, vamos, te acompaño a tu departamento.-Durante el camino, los héroes platicaron tranquilamente, conociéndose más a fondo, y tratando de despejarse de todo lo que pasó esa noche. Al llegar a la puerta del lugar, Dick se despidió de Zatanna con un beso en la frente.

-E-espera- tartamudeo- Ya es demasiado noche para que andes solo por las calles, además, has de estar bastante cansado, ¿no te gustaría quedarte aquí?

-Vaya, ¿ahora sí me llevarás a la cama?- preguntó pícaro. 

La maga rodó los ojos.- Te quedarás en el sofá, ¿aceptas?

-¿Cómo podría rechazar una oferta así?- preguntó divertido mientras entraba al departamento.

Esa noche, Zatanna durmió más tranquila a comparación con otras, y así como ella tenía claros sus sentimientos, para John algunas cosas también se aclararon...

What I did for loveWhere stories live. Discover now