Aᴄᴀᴅᴇᴍʏ || LᴇᴇGᴀᴀ [Eɴ Eᴅɪᴄɪᴏ́ɴ]

'' C a p i t u l o 1 ''

Gaara se alistaba para ir a la academia, era un tanto molesto, aun o iba ni a mitad de año y ya se había cambiado tres veces (esta era la tercera), pero claro era normal teniendo en cuenta el por qué. La primera vez fue cuando se tuvo que mudar de Nueva York a Japón, la segunda fue porque a su padre le "dieron u n mal trato "y teniendo en cuenta el estatus social de la familia de Gaara pues su padre lo cambio, y esta tercera vez fue porque golpeo a un compañero, la defensa de Gaara fue que lo molestaban y aunque fuera prueba suficiente para su padre para el director no lo era, por lo cual lo expulsaron. Y eh aquí el porqué de sus repentinos cambios de instituto.

Gaara era inteligente, más que cualquier chico de su edad, el apenas tenía 15 años y según palabras de aquel que descubrió su potencial ya podría tener un doctorado, pero el sistema educativo no dejaría que un chico de apenas 15 años pudiera graduarse, así que solo lo adelantaron dos años, no era lo que el padre de Gaara exigía, pero tuvo que conformarse al saber que sería todo lo que le daría. Pero por más inteligente que fuera Gaara tenía ciertos problemas de ira, no eran tan graves pero allí estaban, era por eso que Gaara practicaba judo. Según una consejera de sus tantas escuelas le dijo que un arte marcial lo ayudaría a liberar su ira, el creyó que no serviría de nada, pero se equivocó, e realidad si funcionaba, su ira estaba controlada y podía golpear sin necesidad de preocuparse por los otros.

La puerta del cuarto de Gaara sonó y seguido una cabellera negra se asomó, era Akiko, su hermanastra. La niña tenía tan solo 7 años, era hija de la nueva esposa de su padre, la señora era una vieja bruja, era insoportable, y siempre lo miraba con asco. Gaara no podía creer ni soportar eso, era gracias a su padre que esa asquerosa mujer tenía la posición económica de la que actualmente gozaba. Lo único bueno de esa mujer era su pequeña hija Akiko. Gaara quería a Akiko como si fuera su propia hermana, a pesar de que ni siquiera fuera hija de su padre, la mujer había tenido esa hija con otro hombre, Gaara no sabía mucho al respecto ni le interesaba en realidad. Akiko llego a su vida cuando su padre y Kasumi llevaba tres meses saliendo y la pequeña apenas tenía cuatro años, se casó cuando Akiko cumplió los cinco años y Gaara se logró encariñar con ella. La quería como hermana a pesar de todo, y Akiko apreciaba y quería demasiado a Gaara y por más extraño que pareciera era el que más la consentía, era como su kriptonita, la mayoría de veces.

. – ¿Ya te vas a ir Gaara? – pregunto la pequeña mirando triste a su hermano, Gaara asintió con la cabeza y le hizo señas de que entrara. La niña entro y tenía su uniforme de la primaria. El cual consistía en una falda azul marino y una blusa de vestir blanca la cual tenía que adornar con una corbata roja y un suéter azul marino. - ¿Por qué papá te cambio de escuela hermano? – pregunto la pequeña, a Gaara le dejo de importar hace mucho que Akiko lo llamara así, incluso se podría decir que le gustaba.

. – No es nada – contesto mirando a su hermana mientras se ponía su corbata negra.

. – Si no es nada entonces, ¿Por qué padre te cambio de escuela? – volvió a preguntar la niña sentándose en la cama de Gaara – yo me la pasaba bien contigo, me gustaba mucho – dijo la niña haciendo un puchero, Gaara la miro y suspiro dejando escapar una pequeña sonrisa.

. – Akiko – dijo Gaara sentándose junto a ella – sabes que me tendrían que cambiar en algún momento, yo sé que siempre me cabían, pero te juro que ya no me cambiaran más, y podrías convencer a padre de que te cambie también – al decir aquello a la pequeña le brillaron los ojos – y ahora péinate que ya nos tenemos que ir a la escuela- dijo el pelirrojo y la niña sonrió y salió de la habitación, no sin antes despedirse de su hermano mayor.

Gaara suspiro y acto seguido fue por su mochila, lo único bueno que sacaría de todo aquello seria que podría comer en el almuerzo con sus hermanos, lo cuales iban en la misma academia.