Amor oculto pero correspondido (Karmanami)

Muñequita de porcelana quebradiza

Hola esta historia es la primera que escribo así que me gustaría que me comentarais que os parece, a y porfavor perdonarme por las faltas esque tengo un problema llamada dislexia, pero bueno espero que lo disfrutéis!!. Acepto todo tipo de críticas y o comentarios.
Era lunes en el instituto de preparatoria kunugigaoka, acaba de sonar la campana para irse a casa y una azabache de ojos lavanda estaba sola en su salón terminando de recoger sus cosas cundo de repente entran unos estudiantes de la clase A con intenciones malignas, pidiéndole a la azabache que los acompañará porque querían explicarle algo de parte de el director. La oji-lavanda no se percató de las intenciones de los alumnos así que los siguió sin más.
Los estudiantes de la clase A la llevaron a un sitio poco frecuentado de la preparatoria. La oji-lavanda no se percató de sus intenciones asta que se plantaron en ese sitio tan sombrío y poco frecuentado que empezó a sentir miedo y darse cuenta que eso no era más que una trampa para humillarla y tal vez golpearla por el simple echo de no sacar buenas notas como ellos. Pero lo que no sabían ninguno de los tres estudiantes era que si avía una persona que frecuentaba ese lugar. Un pelirrojo de ojos bronce intenso con un gran sentido de la justicia que no soportaba las injusticias y una fuerza descomunal que aumentaba cuando se enojaba y vais que no se enojó al ver a esos matones empujar a según su opinión: esa muñequita de porcelana quebradiza, así que sin pensar fue a defenderla. La oji-lavanda estaba tirada en el piso aturdida por el golpe, esperando una buena golpiza que nunca llego, en cambio escuchó a sus agresores gritar de dolor mientras se disculpaba y decían que no volverían a hacerlo. La oji-lavanda estaba demasiado asustada para abrir los ojos y sin querer empezó a llorar por el miedo, el pelirrojo al percatarse de el lloro de la azabache, dejo de pegar a los dos estudiantes y les dirijo una mirada asesina para que se largaran de allí, los cuales no dudaron y empezaron a huir de allí despavoridos y en unos segundos avían desaparecido del lugar como fantasmas.
El pelirrojo se acercó a la azabache y se agachó para quedar a su altura y le dijo.
Karma- Hola soy Akabane Karma, y tranquila yo no te voi a lastimar, así que deja de llorar porfavor- Le dice con un tono apenado por averla hecho llorar pero agradable y dulce que no solía tener con nadie.
La azabache al escuchar la dulce voz de Karma abrió los ojos y con timidez dijo.
Manami- Hola yo soy Okuda Manami... y g-gracias p-por defenderme Akabane- Le dijo con una sonrisa sincera y llena de dulzura y agradecimiento, que izo esbozar una gran sonrisa pícara a Karma.
POV Karma:
Vaya que chica tan dulce, tímida e inocente, creo que será muy divertido jugar con ella.
POV Manami:
Que chico tan apuesto es Karma y parece que se a preocupado por mi seguridad y quiere asegurarse de que este bien, y el tono tan dulce con el que se a dirigido a mi, es raro que no me aia sonrojado, ¿pero a quien quiero engranar? E luchado por no sonrojarme.
POR Narrador:
Los dos chicos al estar cabizbajo todavía no se avían mirado a los ojos ni una vez.
Karma- Bueno... Okuda Ma-na-mi- Dijo lo último con un susurro seductor y articulando muy exageradamente todas las sílabas, cosa que Manami no esperaba y la izo sonrojar hasta las orejas y azelerar su corazón, el pelirrojo soltó una pequeña i seductora risa mientras sonreía pícaramente satisfecho por el efecto que había causado en Manami.
Karma- Perdón por haberte asustado y haberte echo llorar... - Dijo ahora con una expresión apenada y arrepentida con un tono de igual forma, que hizo con el propósito de confundir a Manami, lo qual no consiguió, porque en vez de confundirla solo la izo enternecerse y sentirse una horrible persona, por averlo echo sentir mal cuando solo intentaba salvarla.
Manami- ¡No!- Grito sin pensar, cosa que hizo confundir a Karma que sin querer dejó escapar un notorio.
Karma- ¿Hee?
Manami- Q-quiero decir que no te sientas mal, que tú no tienes la culpa de que sea una llorica, solo intentabas salvarme.- Dijo apenada y avergonzada con ganas de llorar que contuvo, Karma al ver de esa manera a Manami no pudo evitar sonrojarse de lo tierna que era. Karma se levantó y le extendió la mano para ayudarla a pararse.
Karma- No te preocupes de verdad...- Manami levantó la cabeza cruzándose así por primera vez con los ojos bronce intenso de Karma, que la miraba con ternura, a ella su mirada le parecía intensa y hipnotizante, provocando que se perdiera en esos bonitos amaneceres del chico y provocando un sonrojo en sus mejillas, en el primer momento que cruzaron miradas, los dos sintieron una punzada intensa en sus corazones que al instante se aceleraron.- ...No te disculpes, solo conseguirás que...- Se detuvo unos momentos y dijo con un tono casi imperceptible.- ... Me obsesione contigo- No obstante Manami sí llegó a escuchar sus palabras pero pensó que eran cosa de su imaginación así que decidió preguntar.
Manami- ¿Que dijiste Karma?- En el momento en que Karma escuchó a Manami llamarlo por su nombre, una gran felicidad lo invadió, porque normalmente las personas en especial las chicas no se atrevía a llamarlo por su nombre si no que lo llamaban por su apellido, Akabane, aunque en ese momento no entendió porque lo azia tan feliz, quizás solo era un desquido, tal vez no recordaba su apellido y no quiso preguntar por no parecer una maleducada, no, eso no podía ser, pero si azia un momento sí le avía llamado por su apellido. Karma estaba tan metido en sus pensamientos que se olvidó de que aún estaba con Manami, y de echo fue la misma que le saco de sus pensamientos al decir.
Manami- Karma... ¡Karma Akabane!...- Karma al oir tal grito de Manami le recorío un escalofrío por todo el cuerpo- ¿Te decía que si podía llamarte así por tu nombre y no por tu apellido?
Karma- Sí no ai problema Ma-na-mi...- Respondió.

I asta aquí este capítulo, espero de verdad que os aia gustado tanto como a mí escribirlo. A i me quiero volver a disculpar por las faltas.
Sin más que decir me despido, ¡ADIOS!