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! Esta historia contiene temas de drogas, el abuso de ellas, violencia familiar y lenguaje homofóbico.


—¿Cómo se te ocurre, eh Louis?—su padre se cruza de brazos en frente de él y el chico traga en seco— Llevarte a tu hermana a un lugar tan público y poner en riesgo su vida. Tus actos tienen consecuencias, muchacho.

—Papá, yo no sabía que...

—Entonces eres un imbécil, niño—Louis escuchó a su padre desabrocharse el cinturón.— Te crié mejor que esto. Levántate la camiseta.

De nuevo con el niño.

El menor asintió con la cabeza temblorosa y con la punta de sus dedos se levanto la prenda, dejando su espalda bronceada al descubierto.

—Tú te lo buscaste, hijo.

Y con eso, el mayor echó su brazo hacía atrás con el cinturón doblado, preparándose para lo que iba a hacer.

[...]

Cuatro días después, la jersey de fútbol le lastimaba un poco las heridas de la espalda, pero no hizo ningún comentario al respecto y las muecas de molestia que se le formaban en la boca no se notaban a través del casco. El entrenador hizo sonar el silbato y aplaudió complacido.

—¡Qué bien se siente tener al equipo completo! ¿Cómo te sentiste Tomlinson?

—Mejor que nunca, coach—sonrió con alegría genuina, cuando vio a sus compañeros asentir y darle golpes juguetones en los brazos.

—Fue una buena práctica, chicos, ahora vayan a tomar una ducha y nos vemos mañana.

Los jugadores se despidieron del Beta y se adentraron a los vestidores, Louis decidió asearse al último y evitar que sus compañeros de equipo vieran el desastre que su padre le había hecho en la espalda. Cuando se aseguró de ser el único en las duchas se desvistió con lentitud y caminó con pesadez hacía las regaderas, encendiendo la caliente.

Vio el vapor comenzando a salir y se metió bajo el chorro de agua caliente que provocaba un escozor en las heridas. Siseó cuando el ardor de los latigazos se hizo más presente al ponerse shampoo y sentir los restos de este entrar en la carne abierta. Finalmente, al enjabonarse pudo ver perfectamente el débil hilo de sangre que se fue por el drenaje. Terminó su ducha y se secó con una toalla azul marino.

Se vistió solo con sus bóxers y decidió verse en el espejo, aunque al no alcanzar al ver su espalda completa decidió tomarse una foto y ver por fin la obra de arte que Mark Tomlinson había pintado con latigazos sobre su cuerpo. Decidió terminar de vestirse y salió de aquel lugar con rapidez, dirigiéndose a la zona de comida.

Suspiró cansado y avergonzado. Era un Alfa débil e inútil. Tenía 21 putos años y seguía dependiendo totalmente de su padre, necesitaba seguir bajo su manto para terminar la universidad y largarse de esa maldita ciudad. Hasta entonces, no había forma de que él solo pagara por su educación. Mierda, el hecho de pensar que estaría dos años más soportando eso le producía escalofríos. Estaba tan ensimismado en sus pensamientos que no vio al omega que caminaba en su dirección y este chocó contra su pecho, provocando que cayera hacia atrás.

—¿Acaso nunca ves por dónde caminas?—Louis pone una media sonrisa apologética y extiende su mano, la cual es ignorada por el omega

—No te vi, Harry, lo siento—el rizado ya estaba de pie sacudiendo sus jeans. El ojiazul ve el momento en el que el omega levanta la cabeza y arruga la nariz poniendo una expresión extraña.

—¿Estás herido?

—Ah, sí, fútbol y eso—el Alfa se revuelve el cabello y unas gotas de agua salen por el movimiento.— No es nada.

Harry aún seguía con el ceño fruncido y cara de que no se tragaba el cuento, sin embargo no hizo más preguntas y Louis le agradeció a Dios internamente.

—Te acompañaré a la enfermería, aún debe de estar abierta, vamos—al ver que no se movía añadió:— No aceptaré un no, Tomlinson, camina.

El Alfa siguió al omega hasta la enfermería como cachorro perdido y sin importarle realmente las miradas que varios estudiantes les dirigieron al verlo seguir a Harry tan sumiso y obediente y llenándose los pulmones de su dulce esencia (Louis decidió que el rizado estaba dejando fluir su aroma para que él lo siguiera y aunque eso podría considerarse un nivel de chantaje o extorsión, lo aceptó con alegría).

—Oh, Louis... ¿tan pronto?—Harry alzó una ceja ante lo último ¿El castaño venía muy seguido?— ¿Qué te sucede?

—Mi espalda.

Los ojos del Alfa estaban brillosos y sus pupilas dilatadas. La esencia de Harry lo tenía en un estado como drogado. El omega controló sus cuerpo y a su animal interior, y esperó paciente a que el efecto se le bajara a Louis. El ojiazul parpadeó un par de veces y frunció el ceño.

—¿Por qué paraste?—Harry estuvo a punto de contestar cuando la enfermera soltó un jadeo

—¡Louis esto está horrible! Te enseñamos a cuidar las heridas ¿qué pasó? ¿Lo olvidaste?—Louis bufó, mofándose de la idea de que él, Louis Tomlinson, pudiera olvidarse de hacer algo como eso

—Me bañé con agua caliente, tal vez eso provocó... ¡bah! Yo que sé...—dirigió su mirada a Harry con una sonrisa arrogante— ¿Eso que veo en tus ojos es preocupación?

Harry resopló.

—Eso quisieras, imbécil.

—Louis, parece que no te las cuidas a propósito... están en terrible estado.

—Me caí de la patineta, Olivia. No llevaba nada más que mis pantalones y por eso se ve así mi espalda, se ve peor de lo que es— la cortó antes de que pudiera decir algo.— Así que... Harry.

—¿Hm?—levantó la vista del celular

Y el solo hecho de que el omega siguiera ahí (a pesar de la fachada de irritado que estaba tratando de proyectar y de que aparentemente lo estaba ignorando), a Louis le dio esperanza de que tal vez Harry estuviera interesado en él.

—¿Quieres ir a cenar conmigo?

—No.

—Okey—sonrió y el omega lo observó aún más irritado.

—¿Por qué estás tan contento?

—Porque estás aquí—eso pareció quebrantarle la fachada a Harry y un leve sonrojo apareció en sus mejillas.— ¡Mierda!

—Lo siento, lo siento, ya estoy por terminar... necesitaba limpiarlas bien—la enfermera luego le pone un vendaje.— Listo, puedes irte.

—Gracias, Liv—el Alfa le mantiene la mirada a la Beta por unos segundos, diciéndose algo que no podía ser dicho en frente de alguien más. Harry ignora el la sensación de que Louis está escondiendo algo que solo la enfermera sabe, aunque no logra hacerlo del todo, pues es un pensamiento que le ronda los días siguientes a esa vez y no desaparece.

Ahora no cree que la vez que lo vio todo golpeado haya sido por una pelea normal. Mientras caminan hacia el estacionamiento, es en lo único que puede pensar y se imagina mil escenarios posibles.

—¿Necesitas que te lleve?—pregunta el chico una vez que se encontraban en frente del Mercedes de este

Harry niega con la cabeza.

—Me están esperando desde hace rato, pero gracias—con la cabeza señala a un rubio sentado en una banca.

—Nos vemos, Styles.

—Esperemos que no, Tomlinson—decidió sonreírle y observó con satisfacción como el lenguaje corporal del Alfa cambia de cansado a erguido y con una leve pizca de alegría.

Fire On Fire [larry stylinson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora