Fire On Fire [larry stylinson]

029.

! Esta historia contiene temas de drogas, el abuso de ellas, violencia familiar y lenguaje homofóbico.

n/a: harry de ahora es prince era harry :) en el siguiente pondré a louis.
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Raphael resultó ser un beta encantador. Sonreía dulcemente, escuchaba a Harry con atención y lo veía como si fuera oro puro "Me resultas fascinante" le había dicho el de ojos azules la noche que salieron a cenar.

—¿Quieres pasar?—preguntó el rizado en voz baja, grave y seductora

Raphael dio un paso al frente y se adentró al departamento de Harry, alzó la botella de vino a medias (del restaurante) que tenía en la mano y se la ofreció.

—Ven—lo tomó de la mano y lo guió hasta un sillón gris.— Traeré dos copas.

[...]

Resulta que Raphael y Harry tenían un montón de cosas en común, eran tranquilos, disfrutaban del silencio y un buen café, les gustaba leer y ver comedias románticas y las Lays de limón eran sus preferidas.

Ambos contaban chistes malos y muchas veces reían antes de poder terminarlos.

Además era guapo, sonrisa perfecta, cabello hasta las orejas, ojos azules bonitos, abdomen plano marcado, con piernas y brazos fuertes y algo que le llamó demasiado la atención: 0 tatuajes.

Tal vez Raphael Dubois era alguien con quién podría sentar cabeza.

[...]

Se estiró en la cama y sus brazos chocaron con otro cuerpo a su lado, tibio y que respiraba calmado. Harry giró la cabeza y observó el perfil del beta, pasó el índice por el rastro de barba y sonrió ante el cosquilleo.

Hacia un mes que se habían conocido y esta no era la primera vez que se acostaban, pero era agradable despertar y ver al guapo ojiazul a su lado.

Se levantó de la cama y se dirigió al baño en donde se duchó con rapidez, después se secó y se vistió con la ropa que había seleccionado la noche anterior. Luego se desenredó el cabello (ya le llegaba casi a los hombros) y lo peinó hacia atrás con las manos. Se metió de nuevo a su habitación y notó a Raphael vistiéndose con gesto dormido.

—Buenos días—saludó casi con los ojos cerrados.

—Buenos días—respondió el rizado.— ¿Puedes ponerle seguro a la puerta cuando salgas? Tengo que irme ya.

Raphael asintió sin vociferar su respuesta.

—Adios, Raph— y salió con sus converse en las manos y las llaves en el bolsillo trasero del pantalón.

Al cabo de veinte minutos ya se encontraba en la galería y se estaba acomodando el cuello de su blazer para ocultar el chupetón rojizo que tenía. Marie, su asistente le extendió un café y lo empujó por la espalda.

—Tu cliente te está esperando desde hace 10 minutos, Harry ¿qué pasa contigo?—le sacudió algo en la ropa— Es el de la #27 y viene a terminar de pagar la fotografía que compró la semana pasada, pero insistió en conocerte.—abrió la puerta de la oficina.

Harry vio la espalda de un hombre vestido con una sudadera blanca, pantalones flojos negros y unos tenis Gucci con una mancha de pintura azul. Se dio dio vuelta al sentir la presencia de alguien más en la habitación y sonrió.

—¡Harry!

—¿Zayn?

—El señor Malik vino a entregar un cheque y a conocerte Harry—explicó Marie como si no se lo hubiera dicho dos segundos antes.