¡Hermano, no hagas bebés! |♡| FANFIC EN EDICIÓN.

Capítulo 7

Jelou mai friens
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           Sabía muy bien que se estaba comportando como idiota, que era infantil e ilógico que se enojara con todos si él no salió afectado.

Ciertamente se sentía excluido, no por el actual drama, más bien sentía que ya no lo tomaban en cuenta. Desde que poco a poco se fueron formando las parejas en su grupo de amigos generalmente era dejado de lado, incluso ya no lo invitaban a muchos lugares; que porque eran cosas de parejas, citas dobles y quien sabe qué más. Los perdedores ya lo habían intentado convencer de buscar a alguien, pero no estaba especialmente interesado en establecer una relación con cualquiera, era el único soltero del grupo, siempre debe haber uno.

Así que saber que todos le guardaban secretos lo obligó a molestarse, ninguno al menos lo recordó para, qué sé yo, guardar el secreto (por muy mal que suene); él era algo así como el consejero del grupo pero ahora todos lo habían olvidado.

Estaba en compañía del hermanito menor de su líder en la gran sala de estar que aún le parecía excesiva. Todos estaban resolviendo sus problemas así que debía cuidar al menor.

—Mike— Llamó el niño.

Curioso, prestó su atención. No es como si fuera especialmente cercano al infante.

—¿Por qué todos no se hablan?¿Ya no se quieren?— Preguntó.

El mayor sonrió enternecido por la inocencia del pequeño.

—No es eso, sólo están enojados los unos con los otros.

—¿Tu también?— Con un tarareo contestó su pregunta —¿Por qué no se perdonan?

—No es tan sencillo.

—¿Por qué no? Sólo se perdonan y vuelve a ser amigos.

Sonrió, siendo así todo sonaba tan fácil. Pero no era así, no es como si alguien ubiese roto el juguete de otro y se enojara por eso, era algo más serio.

—Desearía que fuera así de fácil.

—Lo es ¿Acaso no se quieren lo suficiente como para hacerlo? Diganse que no sean malos ¡Tienen que perdonarse!— Medio le gritó en la oreja lo que le habían dicho en la escuela cuando se peleó con su compañero Alex.

Luego de que casi queda sordo, reflexionó las palabras del chiquillo. Claro, era un niño, decía las cosas por decir, pero pensó que tal vez tenía razón; ultimadamente el club de los perdedores ya no era tan comunicativo como antes.

Como dijo el enano "¡Tienen que perdonarse!"

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           Stan y Bill se encontraban en aquella habitación desde las 9:00 a cuando todos empezaron a irse, ya era casi hora del almuerzo, llevaban mucho tiempo ahí.

De cierta forma su discusión no era exactamente una discusión.

Solo era un Stan Uris muy preocupado por que la confianza de pareja no se fuera abajo y un Bill Denbroung preocupado sobre qué podría pensar su novio. Era en realidad una conversación muy pacífica a decir verdad, al menos desde el inicio hasta ahora.

—Bill, ya basta— Cortó la palabras y escusas que empezaban a salir del otro, no queriendo llorar —No te estoy juzgando, sólo quiero saber porqué no me lo dijiste.

El de ojos esmeraldas sólo bajó la vista, de ayer para ahora se había sentido tan estúpido, quizá ya lo era.

—Era mas fácil... — Murmuró cabizbajo.

—Fácil ¿Cómo?¿De qué?¿Pensaste que te querría menos?— Estaba empezando a desesperar, su pareja no había dado respuestas claras desde que empezó la conversación —Mira—  Si, lo mejor era calmarse, de nada servía estar alterado, menos con Bill, no repondia bien a esas situaciones —Aún no comprendo porqué decidiste meterte con nuestro bully de la escuela pero tampoco quiere decir que seas un mala persona por eso, con quien estuviste o no, no es el problema, al fin y al cabo tu y yo aún no nos confesabamos siquiera, el problema es el porqué lo ocultaste.

Estaba esperando algo, una palabras, algo, pero el chico no decía nada, sólo esquivaba todo, tal vez deveria empezar a presionar.

—No fue así.

—¿Qué?

—Yo no quería estar con él.

El problema de Denbroung no sólo era la imagen que seguro se había conseguido gracias a las palabras de su estúpido amigo, el problema también estaba en como seria visto después de esto. Bill tendía a ser muy duro con él, era el líder y al que todos acudían si había un problema, no podía ser débil, no se lo permitía.

—¿Entonces qué pasó?— Preguntó pero el contrario otra vez guardó silencio. No quería hacerlo pero ya estaba sobrepasando sus límites de paciencia, así que le gritó —¡Dime algo, maldita sea!

El chico saltó, casi nunca lo escuchaba gritar y mucho menos a él. Con voz temblorosa y sabiendo que ya no había forma de escaparse tomó aire y comenzó a hablar.

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Bue, este era el último capítulo que ya tenía escrito v: supongo que me pondré a hacer más.

No tenía planeado profundizar en lo que paso en realidad con el Henry quien aquí ocupa el lugar del penny el wise, así que quizá al finalizar haga un capítulo especial narrando eso. Saben, siento que soy muy mala con Bill y no se por que lo soy sólo con

él. Ah, iba a decir, me dí cuenta que nunca nos habíamos puesto desde la perspectiva de Mike así que comencé con él xd espero les guste.

Bueno ya, bye~