30 days challenge.

OO4.

and that's when you hold me, you hold me,
you tell me that you know me, i'll never be lonely.
say we made it through the storm now.

everytime he smiles i let him in again,
everything is fine.

-Hurricane, Bridgit Mendler.

Jeno siempre creyó que JaeMin tenía un aura especial. Desde el primer momento en el que compartieron vagón en aquel tren, hasta cuando el sombrero seleccionador gritó que su casa sería Slytherin. La sonrisa que se apoderaba de sus labios cada vez que le daban puntos extra por acertar en las clases de Pociones y Defensa contra las Artes Oscuras. La forma en la que se tomaría el Quidditch tan a pecho, queriendo ganar cada partido porque sabía que eso le brindaba felicidad y alegría a su casa.

Y es que, para Jeno, JaeMin muchas veces no parecía ser de Slytherin. Solía molestarle, diciendo que se habían equivocado a la hora de sortearlo, porque era un claro Hufflepuff. En respuesta, JaeMin le echaría algún hechizo estúpido, como no poder hablar bien por el resto del día, o vomitar babosas. Jeno sabía perfectamente el por qué JaeMin estaba en la casa en la que estaba.

ㅡ Entonces, ¿Hoy tendrán su primera cita?

Mark, su mejor amigo, le observaba con una ceja elevada y con una risa atorada en su garganta. Llevaba meses planeando la cita con JaeMin, y todos y cada uno en la casa del León habían decidido molestar a Jeno por ello. Observándose por quinta vez al espejo, y volviendo a lanzarse a su cama con un grito impregnado de frustración, Jeno asintió. El resto de sus amigos siguieron los pasos de Mark; comenzar con risas bajas para acabar en altas carcajadas.

ㅡ Hombre, ㅡdijo ChenLe, al tiempo que se sentaba a su lado y le daba suaves palmadas en su espalda.ㅡ no tiene sentido que te pongas así de nervioso, vamos. ¿Crees que a JaeMin no le gustas? ¿Na JaeMin?

ㅡ ¿No fue él quién rechazó a medio colegio, diciendo que le gustaba Jeno en todos los casos? ㅡPreguntó, desde su respectiva cama, SanHa.

Sí, era verdad. JaeMin había resultado ser más directo de lo que habían creído; mientras que Jeno intentaría explicar de manera suave y dulce el por qué no podía corresponder los sentimientos de alguien, JaeMin no dudaba ni dos segundos en tirar las esperanzas del resto al piso, con una verdad tan fría que hasta dolía. Jeno recordaba perfectamente aquella vez que, luego de ganar un partido de Quidditch, le besó frente a todo el colegio en un intento de dejar claras las cosas.

Pero no dejó nada claro. Porque fue el primer beso que tuvieron, y fue desperdiciado a ojos de Jeno. No sólo eso, a pesar de ser conscientes de sus sentimientos y de saber que eran correspondidos, ¡jamás habían tenido una cita decente! ¡Ni siquiera eran pareja! Y si bien eso a JaeMin parecía traerlo sin cuidado, a Jeno le helaba la piel.

ㅡ Quiero dejar una buena impresión...

ㅡ ¡Pero si no la necesitas! ¡Te besó luego del partido de Quidditch, en la cena de Halloween y en la de Navidad! Y eso que fue frente a los profesores esa última...

El comentario de RyuJin pronto provocó más risas de sus amigos, quienes a veces se olvidaban de aquel suceso. Jeno se incorporó con las mejillas ardiendo del mismo color que uno del escudo de su propia casa, observando con reproche a RyuJin.

ㅡ Es que lo recuerdo como si fuese ayer. Éramos pocos los que nos habíamos quedado, casi todos hijos de Aurores. Ya saben, aún están buscando a los "nuevos mortífagos", o lo que sea. Y, como no, estaban los profesores más viejos del colegio. ¡Todos y cada uno!

Jeno odiaba que contasen esa historia. No sólo le hacía pasar vergüenza, pero le recordaba constantemente que hace más de dos años que no veía a sus padres. Lo que sus amigos no sabía, es que JaeMin podría haber vuelto a su casa (después de todo, sus padres trabajan en rangos presenciales en el Ministerio), pero había decidido quedarse con él para que no estuviese tan triste durante navidad. Tampoco sabían que Jeno había estado viviendo los últimos dos años con la familia de JaeMin, luego de que sus propios padres lo pidieran, queriendo mantenerlo alejado del peligro.