OO6.

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i like me better when i'm with you.

i knew from the first time, I'd stay for a long time 'cause

i like me better when,

i like me better when i'm with you.

-I Like Me Better, Lauv.



Había pocas cosas que JaeMin odiaba más que ser un omega y medir 172 centímetros. Cuando pequeño, siempre aseguró a su madre que sería un alfa y que la protegería de todo aquel que quisiera acercarse de más a ella. Durante un tiempo estuvo completamente seguro de que lo sería, siento el más alto del salón cuando era pequeño, pues el resto de sus amigos no habían dado el estirón aún y mantenían una estatura promedio para chicos de 10-11 años. Pero, el resto de su secundaria, luego de llevarse la desilusión de que era un omega, simplemente creció 2 centímetros en 5 años. Bueno, técnicamente no había vuelto a crecer ni medio centímetro desde los 15 años, y eso que ya tenía entrados los 23.

Había muchas cosas que JaeMin odiaba de esta estatura y su estatus social. En primer lugar, que sus amigos siempre apoyasen sus codos en su hombro o su cabeza, como si fuese alguna clase de mueble. En segundo lugar, que absolutamente todo el mundo pensase de manera colectiva que no lograba alcanzar las cosas del primer estante de sus muebles de cocina. En tercer lugar, no alcanzar las cosas del primer estante de los muebles de la cocina. En cuarto lugar, que alfas estúpidos se burlasen de él por ser un hombre omega y ser tan bajito. En quinto lugar, ser un hombre omega y ser tan bajito. En sexto lugar, que Jeno, su alfa, midiese 17 centímetros más que él, de manera descarada.

Jeno y JaeMin se habían conocido el primer año de sus respectivas carreras universitarias. Mientras que JaeMin venía evitando ser cortejado de manera perfecta durante varios años, centrado únicamente en lograr recibirse de la carrera que quería y tener un futuro independiente de un alfa, Jeno creía que su lobo estaba roto al no levantar interés en absolutamente nadie. JaeMin estudiaba abogacía, mientras que Jeno estudiaba filosofía. La primera vez que sus ojos se cruzaron, fue en la clase Introducción al Pensamiento Científico; era los viernes por la noche y, a pesar de venir de carreras diferentes, habían elegido la misma cátedra.

Desde ese momento, Jeno sintió un extraño sentimiento revolotear en su pecho, queriendo acercarse a Na sin importar qué. Tanto fue el caso que, desde el primer día, decidió sentarse junto a él. Lo que comenzó como pequeñas miradas pronto evolucionó a un cortejo y, más tarde, a una relación estable y seria. JaeMin no podía ser más feliz, pues Jeno, a diferencia de casi todos los demás alfas de su ciudad no le decía que sería mejor que estudiase pedagogía o gastronomía, sino que no sólo le apoyaba en su carrera, pero le impulsaba a seguir adelante y no rendirse.

Eso, de todas formas, no sacaba del medio el odio a su jodida estatura. Jeno era una persona intimidante debido a la misma, por más que JaeMin fuese consciente de que en realidad era un osito de peluche. Y que midiese 189 y tuviese un omega de 172... Para JaeMin era deprimente. Si bien en la intimidad le encantaba, ya que cada vez que se sentía triste o mal podía hacerse pequeño contra su pecho, odiaba que siempre, sin excepción, alguien hiciese un comentario fuera de lugar. Ya fuese que JaeMin se veía tan delicado como una flor, que Jeno le había elegido por su parecido con las mujeres o alguna mierda así, a JaeMin le hervía la sangre cada vez que debía escucharlo. Jeno, por otro lado, sonreía de manera amplia hasta que se formasen aquellas medialunas en sus ojos, y no dudaba en romperle la nariz a quien realizará el comentario.

JaeMin tuvo muchas dudas sobre aquella relación, por más que supiese que no sólo su lobo pero él mismo estaban enamorados de Jeno. No podía negar la vergüenza y cierto pánico que recorría su cuerpo en cuanto al ámbito social se trataba, o la idea de no ser suficiente para Jeno. La mejor forma que Jeno encontró para afrontar estos miedos por parte del menor, fue decirle que se mudasen juntos, inclusive antes de que le hubiese marcado. JaeMin, nuevamente, se encontró a sí mismo más feliz y alegre de lo normal, por lo que aceptó.

30 days challenge.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora