Volviendo a casa

339 48 8
                                    

Jimin de los nervios no pudo dormir, pensando cuan cambiada podría estar la ciudad y como el chico de negro sabía tanto, preguntándose, si no fue infectado con el virus ¿qué lo había llevado a ese hospital? ¿estaría huyendo de alguien? O simplemente busco donde refugiarse, sus dichos crearon en él un poco de desconfianza, pero no tenía otra opción, era el único que sabía que le depararía una vez que cruzaran la gran puerta al exterior del hospital.

Mientras observa por el ventanal los primeros rayos de sol, que iluminaban una ciudad en ruinas, comparandola con la ultima vez que la vió, no parecía la misma que él recordaba. Pensaba en su abuela, desanimado de encontrarla con vida.

-Park ¿ya estás listo? - mientras se incorpora de las duras sillas que improvisaron esa noche, una confortable
cama .

-Sí, lo estoy, solo me preguntaba en cuanto tiempo la ciudad cayó tanto. ¿Cuánto tiempo dormí? -con un poco de añoranza.

-Busquemos abrigo, por las noches baja mucho la temperatura. Yo buscaré en estas habitaciones del lado derecho, busca en los armarios, ahí encontrarás cobertores, nos servirán.

Jimin enrolla los cobertores y los ata con unos cables, simulando una bolsa de dormir, buscan calzado resistente pero no encuentran, toda las pertenencias de los pacientes de ese hospital habían sido incineradas para evitar la propagación, Kook busca herramientas o elementos cortantes, pero solo encuentra una linterna de led que le serviría para salir de apuros ante cualquier contratiempo, equipandose con lo poco que pudieron encontrar, ya que todo es manejado por máquinas.
Al cruzar la puerta una brisa fresca impacta en los rostro de ambos chicos.

- Necesito quitarme el cubre bocas, quiero sentir el aire, realmente extrañaba esto.

-Yo creo que puedes hacerlo, ya fuiste infectado.

- ¿Y tu cubrebocas Kook?

-No lo necesito - con un tono soberbio.

-Como digas. También me lo quitaré. No hay nadie, no se ve a nadie, me da un poco de miedo. - visualizando el panorama.

-Cálmate, y apura el paso, debes buscar el camino más corto ¿ lo recuerdas? Solo tenemos 2 horas. - avanzando con sus manos en los bolsillos de su fina campera.

-Está todo tan cambiado, seguiremos por la calle principal, temo tomar el camino equivocado buscando atajos. -acota un poco indeciso.

La desolación, los acompañó, lo que sería el primer tramo, a medida que iba oscureciendo, se fue tornando más frío.

-Nos quedaremos aquí, en este garaje -ordenó el joven de mayor estatura.

- Kook ¿qué pasó con la gente? -con pánico en sus pequeños ojos.

-Abandonaron sus hogares en busca de refugios, de comida, escapando del virus, muchos no tuvieron suerte, y perecieron en el camino, otros deambulan por las noches para arrebatar cualquier cosa que pudiera servirles, por eso no debemos exponernos, ven, aquí estaremos a salvo - tomándolo del hombro.

Se escondieron en un garaje amplio ausente de vehículo alguno, pero con el espacio suficiente para poder descansar y esperar el amanecer.

-Cuéntame de ti Kook. ¿Qué hacías antes de la pandemia? ¿cuántos años tienes?, tu comida favorita. Ya que vamos a compartir unos horas permíteme conocerte.

-No me gusta hablar de mí. Abrigate, te aseguro que el frío cortara tu piel si no lo haces. -mirando con total seriedad el acceso al garaje.

- ¿Y tu?

-No tengo frío, debo vigilar.

En la quietud de la noche, de pronto comienzan a oírse, ruidos extraños.

-Kook, siento ruidos de pasos, siento llantos de mujer, ¿no escuchas? ¡ Kook !

- Jimin no temas, vas a escuchar mucho más, no temas, solo mantén la calma - acercándose mientras lo mira a los ojos -salen a buscar alimento, algunos están enfermos, están sufriendo dolor, por favor no te muevas, nadie entrará aquí. Cubrete por completo si no logras soportarlo.

-Ven aquí, no te vayas de mi lado, tengo mucho miedo -le suplica.

-Debo vigilar, solo relájate.

-Se que estoy un poco grande, pero tengo miedo, escucho llantos, y siento aroma a flores

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-Se que estoy un poco grande, pero tengo miedo, escucho llantos, y siento aroma a flores. Tal vez estoy sentado sobre una maceta, no lo sé. Me cubriré.

-Trata de dormir

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-Trata de dormir. - mientras voltea y se aleja hacia el portón.

El vulnerable chico del cansancio se quedaría dormido. Kook se acerca y lo mira, con esa expresión dura, observando un cuerpo frágil, con una piel impecable, sus manos eran pequeñas, su rostro con facciones perfectas, con un sedoso cabello rubio.
Después de unas horas de vigilia, se recuesta a una distancia prudente. Podía percibir el temblor del cuerpo de Jimin por la temperatura que había descendido a bajo cero. Cierra sus ojos y se duerme.

Después de un par de horas, siente el calor del cuerpo relajado del delgado chico pegado al suyo. Kook se levanta rápidamente despertando al invasivo Park.

-Lo siento, tuve mucho frío, solo busqué calor, no quise incomodarte, realmente lo siento - con una apenada mirada -

-No estoy acostumbrado a ese tipo de acercamiento, por favor no lo vuelvas a hacer. -evadiendo el contacto visual.

-No te enfades por favor, no quiero quedarme solo, lo de anoche fue horrible tuve mucho miedo. Igual quiero que sepas que, soy inofensivo a pesar de mis casi 21, yo nunca estuve con nadie, nunca dí mi primer beso tampoco. Me crié fuera de la ciudad con mi abuela lejos de todo. En pocos días se cumplirá un año desde que nos mudamos a casa de mis padres, mi sueño era asistir a la universidad.

-Tranquilo no me voy a ir. Falta acomodar tus cosas para poder salir, apresurate. -cambiando de tema sin opinar nada al respecto.

-Esta bien - doblando el cobertor, observa a un joven cuya personalidad lo llenaba de curiosidad - no he tenido hambre ni sed, eso llama mi atención.

-Vamos Park, por un lado nos beneficia, nos evita situaciones desagradables.

CAZADOR DE ALMASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora