21 AÑOS

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—Nos quedaremos en esa casa, ven apresurate — avanzando con largos pasos.

—Mañana cumplo 21, lejos de casa, sin mi abuela, sin mis padres, rodeado de lo que queda de ciudad, jamás lo hubiese imaginado, celebrar mi mayoría de edad con un extraño, aunque, ya no eres un extraño, ya compartimos 3 noches juntos Kook,
hasta me gustas —pronunciando las últimas palabras entre dientes para que no lo escuchara — Kook, ¿ cuántos años tienes ?

—No lo sé, la última vez que me preguntaron, tenía 12 años —forzando la puerta de acceso de una casa de estilo minimalista, con enormes ventanas.

—¿La última vez? ¿a que te refieres? ¿cómo que no sabes tu edad?—con una graciosa carcajada — nadie olvida su edad, debes tener 20 o un poco menos, solo que tu aspecto parece de alguien mayor, tienes una mirada profunda, eres parco, casi no sonríes.

— 19, esa es mi edad — buscando un elemento que le sirviera de palanca.

—Kook ¿ tus padres murieron cuando tenías 12 años? por esa razón nunca más celebraste tu cumpleaños ? — observando cada gesto en el rostro del misterioso joven.

—No, mi madre siguió por un tiempo más —perdiendo la mirada hacia el interior de la casa después de romper la cerradura — hasta que nos volvimos a ver.

—¿Tu mamá te abandonó y luego regresó? — lo mira un tanto azorado.

—Algo así — volviendo la mirada al menudo rubio.

Entran lentamente, corroborando de que se encontraban en un lugar seguro, Kook hace un rápido recorrido mientras Jimin aguarda en la sala, observando la decoración recordó la casa de su abuela, no por los objetos en sí, si no por la calidez que todavía se percibía en el lugar, portarretratos de los antiguos con marco y vidrio, como también digitales ubicados en un mueble rústico, imágenes de una familia impresas en papel, preguntándose, ¿qué habrá sido de ellos ?

—Kook, me da un poco de temor esta casa, esta limpia y ordenada, ¿existe la posibilidad de que esten con vida sus moradores?

—Lo dudo —mirándolo fijamente a los ojos— puedes ir a una de las habitaciones, está todo bien sellado, nadie puede entrar...ni salir.

—Hay algo que no te dije, algo que me dijo Taemin.

—¿Quién es Taemin ? — su voz cambia repentinamente.

— ¡Kook ! ¿ con cuántas personas he hablado en estos 3 días? — elevando su voz molesto .

—¿Qué te dijo? — acercándose a la puerta de salida colocando un seguro que se encontraba en la parte superior de la misma .

—Que debía volver al hospital...pero solo — observándolo con recelo.

—¿Te dijo porqué? — bloqueando las ventanas.

—No, no me dijo, ¿nunca te vi asegurar tanto puertas y ventanas, ¿ lo viste deambular ?

—No, pero voy a vigilar la puerta de todos modos, trata de descansar .

— ¡No! Me quedaré contigo, no voy a quedarme solo en ese cuarto —cargando su cobertor para acompañarlo.

—Ve a una habitación y duerme Park — con una voz imponente.

—Está bien, lo intentaré —voltea desalentado en dirección al pasillo que lo llevaría al lugar de descanso.

Kook en 2 horas, totalmente abstraído no se había movido de la puerta, el llanto de una mujer se escuchaba a lo lejos, el aroma a flores inundaba la sala, de una casa con una decoración de estilo clásico, con espacios poco recargados, con un mobiliario de lineas sencillas, las habitaciones de paredes blancas, contrastando con la alfombra que revistia la totalidad del piso, en una confortable cama de dos plazas, se encontraba Jimin ya dormido, cubierto con un acolchado de plumas.

CAZADOR DE ALMASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora