Una nueva oportunidad

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Año 2022

La pandemia del 2020 finalizó en octubre del 2021, dejando a mucha gente sin empleo y a muchos en la calle, como en el caso de Ha Neul, una joven madre quien perdió a su esposo y luego su empleo. Parando en estaciones de servicios o en guardias de hospitales, con su hijo de 11 años, después de ser desalojados por falta de pago del departamento que rentaban. Los días pasaban y los últimos centavos se agotaban, como las esperanzas de encontrar algún empleo que le diera dinero para un lugar donde comer y dormir. Recogiendo el periódico como todos los días, los anuncios de propuestas laborales eran muy escasos, sus ojos se empezaron a fijar en aquel, que trato de evitar durante las últimas semanas. Un local para caballeros, solicitaba señoritas para desempeñar tareas de camareras, pero en el fondo sabía de que se trataba, doblando la hoja del periódico remarcó el anuncio, mientras pensaba que decisión tomar.

El otoño se encargó de las últimas hojas de aquellos frondosos árboles de aquel parque ausente de niños, invadido de precarias carpas con personas en su misma situación. Llegando allí por primera vez, acomodándose en una descolorida banca de madera, cerca de los juegos, pensando como salir adelante, una mujer mayor, de aspecto humilde, se acercó a ella, preguntando su nombre y el de su hijo, con desconfianza le brindó sus datos.

—Bienvenida linda, no temas, es solo para saber cuántos platos debemos preparar hoy, soy Suni, o abuela Suni como me llaman todos aquí. Hola Jungkook ¿cómo estás?

—Hijo, ¿no vas a responder?—sonríe mientras se aparta dejando al descubierto a un niño muy tímido con unos bellos ojos grandes.

—Hola — haciendo una gran reverencia.

—Abuela —interrumpe un niño algo inquieto, sosteniendo una libreta con hojas un tanto arrugadas y un bolígrafo de color azul, con un extremo todo mordido.

—¡Jimin! Disculpen, él es mi nieto, es un poco alocado—con una mirada tierna—pero muy servicial—orgullosa.

—Mis disculpas—ofreciendo una reverencia—Abuela quería avisarte que ya tomé los datos de las nuevas familias del otro lado del parque— mientras sus ojos se desviaban trás de la joven mujer.

—Gracias mi niño—acariciando su cabello—él es Jungkook es algo tímido, no lo molestes, amor!

—No, no lo regañe, no molesta, ¿verdad Kook?—haciéndose a un lado.

—¿Abuela, podemos ir con Jungkook a los juegos?, ¡dí que sí! Solo un par de veces en los columpios, ¿sí? ¿Abuela? ¿Señora?—dirigiendo la mirada a la madre del tímido niño.

—Esta bien pero en 15 minutos te quiero aquí, tenemos que volver—responde la abuela.

—Ve hijo, diviértete, aunque sea por 15 minutos—con una mirada triste.

—¿Estás sola? ¿y tu esposo?—indaga la madura mujer.

—Él se desempeñaba como enfermero, fue infectado mientras cumplía sus servicios. Mi hijo es lo único que tengo, perdí a toda mi familia durante la pandemia.

—Lo siento, si llegaste hasta aquí es porque no tienes donde ir ¿verdad?, hay otro grupo de mamás solas en el albergue, te ofrezco un lugar donde dormir, solo tienes que colaborar en los comedores, ya este cuerpo viejo no da abasto, ¿qué dices?—observando el periódico que sostenía con el anuncio marcado—yo te voy a ayudar, no vayas a ese sitio, no tengo dinero para ofrecerte, solo un lugar donde dormir, y un gran comedor donde se sirve comida caliente todos los días, no caigas en esos lugares, te pido encarecidamente.

La mujer se desborda en lágrimas mientras toma las manos de la anciana. Se arrodilla y le da las gracias con un gran suspiro de alivio.

Jungkook al ver a su madre de rodillas, detiene el columpio.

CAZADOR DE ALMASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora