CAZADOR DE ALMAS

Dos Pájaros de un tiro

EL ENCUENTRO DE KOOK CON LOS ÁNGELES PROTECTORES ( en la 2da Noche )

Kook corrió tras de Tae, atrapandolo sin darle ninguna oportunidad al diálogo, lo golpeó dejándolo inconsciente sobre el suelo húmedo para luego volver con el confundido rubio, minutos después, la criatura levantó el cuerpo desvanecido  llevándoselo a su guarida.

Kook al escuchar ruidos volvió a salir, atrapando a otro intruso.

— Espera, escúchame, Kook, sueltame, debo hablar contigo, por favor sueltame — tratando de convencerlo.

—¡Veo que soy famoso entre ustedes! —sin detenerse, pisando sobre desniveles de una calle sin concreto.

—Lo eres, te temen, sabemos que estás relacionado directamente con la criatura. —tratando de frenar los pasos del más alto.

— Debe ser muy importante, ese chico para que se arriesguen a caminar por la noche. Otro como tú, se atrevió a llegar a donde estábamos nosotros, hace no menos de una hora —tomando con más fuerza el brazo del angel.

— Tae, su nombre es Tae — mientras forcejea para liberarse.

— habló con Park, eso me enfadó y mucho —mirándolo con repulsión.

—Por favor, entregame a Jimin, por favor no le hagas daño, te daré lo que quieras, puedo sacarte de este lugar.

—¿Crees que soy idiota? Dime ¿porque es tan importante Park ? — deteniendo el paso, intimidando al Ángel con una mirada de aversión.

— Kook, el reinado de lo sagrado en la Tierra peligra, la oscuridad se fue liberando de apoco en ella, apoderándose de muchos, eso ya lo sabes, guerras, abusos, niños a los que se les arrebató la inocencia, como te sucedió a ti, el humano es tan fácil de corromper... el humano es lo más destructivo que existe y llegó al limite.

En nuestro reino, hay rangos, nuestros mensajeros, los querubines, también fueron corrompidos, al ver que fuimos traicionados descendimos, nosotros los angeles protectores, intentamos controlar la situación pero fuimos superados en número, otros perecieron en manos de la criatura, con tu ayuda —con un tono de angustia.

Para tomar totalmente el control de la raza humana el cazador necesita el alma de un adulto puro para cruzar el portal, el reinado de la oscuridad en la Tierra es lo que anhela, ¿ ahora entiendes porque lo quiere con desesperación? Pero Jimin debe tener la mayoría de edad cumplida y eso sucederá en menos de 48 horas.

Buscar a Jimin se convirtió en nuestra prioridad, la criatura sabía de su llegada y te envió por él, adelantándose a Tae,
¿ dónde está Tae ? ¿ qué hiciste con él?

— ¿Tae? ya sabes, digamos que sufrió un accidente, el mismo que sufrirás tú — golpeandolo, cayendo este desmayado — gracias por la información, llegó la hora de negociar con el cazador.

Llevó a Taemin ante la Criatura, que luego de satisfacerse sexualmente, su ritual era cortar las alas de sus víctimas, como trofeo, dejandolos morir desangrados.

EL TRATO

—Cazador, sé lo que vale Park para ti, lo voy a entregar a cambio de mi libertad, ya no deseo servirte, necesito mi destino final, mi sed de venganza ya fue saciada, te he pedido por ella hace tiempo, pero me fue negada, te agradezco que me hayas dado la oportunidad de crecer de ser hombre para cumplir con mi objetivo, ambos nos hemos beneficiado, fuí tu señuelo por muchos años, quiero ser sentenciado — permaneciendo arrodillado e inclinado —

—Estas jugando sucio, aprendiste bien, eres astuto, sabes que no puedo entrar a los lugares cerrados, porque están protegidos, porque son como pequeños templos donde se esconden los angeles por las noches, quieres tu libertad, esta bien...un lacayo menos ante mi futuro reinado, no es nada...no eres nada —gritando enfurecido —solo prepara mi ofrenda y serás libre, ire por él apenas cumpla su mayoría de edad.
Te sentencio a tu descanso eterno. De todos modos ibas a ser sentenciado, tu servicio una vez cruzado el portal no lo iba a necesitar. Pero entiendo tu reclamo. Resultaste ser débil.
Es un trato. ¡Lárgate ! — arrojando las alas de Taemin a un lado.
Ve por el Ángel, acaba de escapar.

— morirá en unas horas Cazador — sin levantar la mirada.

— ¡ Lárgate de aquí !— perdiéndose en la oscuridad de su guarida.