El dejar ir a las personas que más amamos es de lo más difícil y doloroso por lo que el ser humano tiene que pasar, a lo largo de nuestras vidas vivimos rodeados de pérdidas que nos hacen resilientes sin que nos demos cuenta, y cuando lo hacemos, nos sentimos orgullosos de nosotros mismos, por que no nos rendimos por nadie ni por nada, pero, ¿porqué todos nos dicen que va a estar bien todo, que va a pasar y que el tiempo va ayudar a que todo este mejor?, cuando sabemos que es cierto pero que hay un largo camino que recorrer, que va a haber días en los que no tengamos ganas de hacer nada, noches en las que nuestra cabeza se va a preguntar tantas cosas y que no vamos a tener la respuesta al instante, por lo que nos va a crear una ansiedad más grande, noches en las que nos vamos a quedar dormidos del cansancio de tanto llorar, y otras en las que vamos a sentirnos cansados de tanto llorar, pero aún así seguimos con ese nudo en la garganta, ese nudo que solo se va a deshacer llorando o hablando, pero... Finalmente se va llegar el día en el que vaciemos todo ese llanto, ese cansancio, miedo, hasta llegar al punto en que llores, pero en lugar de sentir dolor sólo vas a sentir calma, tranquilidad y donde el pensamiento más poderoso pero más lejano es el que nos dice "estas lista para continuar, todo estará mejor ahora", y después, todo los días te levantarás con ganas de comerte al mundo, de enseñar, de aprender pero sobre todo de vivir, y sonríes, sonríes porque sabes que ahora nada te podrá parar, que cada día eres más fuerte, más feliz y recuerdas que tienes un propósito, el propósito de vivir intensamente.