Escuché como los pasos que corrían se detuvieron, claramente eran dos:
«¿Entonces, a quien estoy aferrada?»
No me importaba quien era ese individuo que tenia enfrente, pero simplemente quería ayuda.
—Hey, hey. ¿Les parece si nos la devuelven? Nosotros la vimos primero— su voz era grave y ruda, tan solo oírla intimidaba.
—P-Por favor no...— supliqué, aunque parte de mí creía que no me ayudaría; aún así, no podía moverme, estaba exhausta.
—Hm... Pero ella está en nuestras manos ahora, deben darnos algo a cambio de la chica—«¿Nuestras manos?, ¿Algo a cambio?»
Exactamente, no era uno, si no que me topé con otros dos tipos que eran igual de desagradables que los otros.
No importaba con quien me quedaba, la perdición era segura.
—¿Jah? ¿Acaso eres idiota?, Devuelvanla ahora— habló furioso uno de los perseguidores, apuntándoles con un arma blanca.
—¿No hay trato? Bien, resolvamos esto de otra forma entonces. ¿Te gustaría unirte, Tsukasa?— preguntó, mientras sacaba de su bolsillo una navaja.
—No dejaré que te quedes con toda la diversión, Amane— respondió con un tono ligeramente contento.
Ese era el chico que aún me tenia en su pecho. Halse la mirada y en su rostro se formó una ligera sonrisa no tan amigable, mis nervios se alteraron más al verlo. Se acercó a mi oído y susurro:
—No te muevas de aquí si quieres vivir— decía con un tono serio.
Aunque tenia miedo, por extraña razón su voz me pareció linda «¡Que buen momento para pensar eso!». Mientras él se alejaba para unirse a su compañero; apenas me soltó caí de rodillas al suelo.
Aunque quisiera huir no podía, mis piernas tambaleaban si trataba de mantenerme de pie. Sólo podía seguir esperando mi cruel destino.
En tan solo un instante sus acciones hablaron por ellos, uno de los perseguidores se abalanzó con navaja en mano hacia al chico llamado Amane y el otro hacia Tsukasa.
Amane esquivaba cada ataque y hacia cortes casi profundos en los brazos y espalda del contrario, este apenas y lograba hacerle ligeras cortadas.
Entre la pelea su oponente dio un mal paso; Amane al ver la oportunidad lo tomó del brazo pateando su estómago y apuñalándolo dos veces; en el vientre y un costado. En un instante ya había acabado con él dejándolo en el suelo desangradosé agonizando del dolor.
La destreza de sus movimientos y la forma de manejar el arma era increíble.
Tenía mucho miedo. Ya había tapado mis oídos y cerrado mis ojos; no quería ver ni escuchar nada de lo que sucedía. Quería irme, pero si lo llegaba a hacer, no sabía que me haría el tal Tsukasa si llegaba a moverme.
Mientras tanto... Tsukasa y el otro peleaban a puño limpio; devolviéndose golpe tras golpe, Tsukasa había acertado más golpes que su contrincante.
Su tamaño le daba ventaja al esquivar, a pesar de la poca musculatura que tenia, sabía cómo dar un buen golpe. Tomó un brazo de su oponente dándole un mal giro causando una fractura y tirándolo bruscamente al suelo; haciendo que este soltará un grito a causa del dolor. Claramente jugaba con él.
—¿Eso es todo? Que aburrido eres, tienes que entretenerme más.— Se agacho hacia el otro sosteniendo la mano de su brazo roto; tomando los dedos y torciendolos hasta escuchar como los huesos se quebraban y así, repitió lo mismo con el otro brazo.
En su rostro se formó una gran sonrisa mientras se divertida escuchando los gritos del contrario
—Suficiente Tsukasa, termina de una vez...—
—¡Oh! ¡Es cierto, aún tenemos que divertirnos más!— Colocó ambas manos en la cabeza del hombre y torció el cuello hasta romperlo....
Ya pasado tan solo dos minutos de silencio decidí abrir los ojos. La escena que se encontraba frente a mí era lo peor que haya visto; ¿Los perseguidores? Muertos ya.
Quedé traumada, mi respiración se agito de nuevo y temblaba al ver esos cadáveres. Si estos tipos acabaron de ese modo, no sabia que me ocurriría.
Ellos voltearon a verme. Al darme cuenta que su atención se dirigió a mí, sentía como el alma quería abandonar mi cuerpo, estaba apunto de desmayarme del miedo extremo que tenía.
No lo soportaba; las lágrimas brotaron sin siquiera yo sentirlas. Tenía miedo de morir... Hasta la voz había perdido en ese instante.
Uno de ellos se acercaba, era Tsukasa; tenia una mirada seria más no parecía intimidante. Se sentó enfrente de mí viendome directamente a los ojos; colocó una mano en mi mejilla y la otra en la cabeza mientras se acercaba hasta topar su frente con la mía.
—Ya, Ya... Deja de llorar— decía secando las lágrimas que caían por mi mejilla y dando pequeños golpes a mi cabeza.«No lo entiendo... ¿Por qué hace esto?»
Mi mirada se fijo en él; sus ojos eran color miel, con unas pupilas pequeñas; cabello negro, liso con las puntas mal cortadas y su mano era algo fibrosa, su rostro era el de un joven, más o menos de mi edad; tenía pequeñas cicatrices de cortadas, unas más notorias que otras.
Me sentía nerviosa al tener un chico tan cerca, mucho más con la situación en la que estaba. «¿Tal vez es la forma en que trata a las mujeres antes de matarlas?» no lo sé...
Quedé dócil ante él, siguió con esa acción extraña durante un par de minutos más hasta que se percató que las lágrimas dejaron de salir.
—Listo... Ya estás mejor— sonrió. De alguna manera calmó un poco el pánico que llevaba, aún así, no iba a confiar en él.
Me tomó de ambas manos y me levantó, no sabía que ocurriría conmigo, sólo hacía todo sin voluntad.
Su compañero solo observaba a la distancia, la verdad ni pude ver su rostro con la poca luz que había. Parecía alguien sombrío, fue lo único que pude notar.
—Muy bien... Ten cuidado a la próxima— me dio una palmada en el hombro y se alejó.
«¿Qué? ¿Me dejará ir?» No lo entendía, se supone son igual de desagradables como los otros... O eso pensaba.
Aunque sabía que no eran buenas personas, debía agradecerles de algún modo; por salvarme y no hacer nada malo conmigo.
—E-Espera...— tartamudeaba en mi habla, aún estaba nerviosa; agarre su brazo antes de que siguiera caminando.
—¿Uh? ¿Que sucede, aún estás llorando?—
No respondí. Saque de mi bolso la bandeja que Aoi me había entregado, la abrí tomando dos de los muffin's.
—T-toma esto por ha-haberme salvado— con la mano extendía se los ofrecí.
—¡Ooh! ¡Se ven deliciosos! Eh... Gracias—
Los tomó y luego also su mano para despedirse. Me quedé parada en ese sitio hasta verlos irse, aún quería asegurarme que no me siguieran.
Después de un par de minutos empecé a caminar hacia mi hogar, con pasos rápidos pero temblorosos.
En mi mente aún rondaba el susto y trauma de los gritos y la escena de esos dos vándalos muertos... Poco después me di cuenta de lo húmeda que estaba mi ropa, había olvidado completamente la lluvia.«Aaah... Espero no enfermarme, aunque el sentimiento de seguir con vida y sentir la lluvia es lo mejor de ahora...»
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Narración por parte de Tsukasa:
Esa mirada... Era tan pura e inocente, supongo ha vivido cómodamente, «¿Qué hace una chica como ella en estos lares?» Siendo alguien tan linda puede traerme diversión...
—Que extraño de ti Tsukasa, ¿Por qué no la asesinaste?—
—Bueeeno... Me pediste que terminara rápido para irnos, así que la dejaré para otro momento—
—Pudiste haberla matado en un instante—
—Eeh... Eso es aburrido, no es mi estilo—
—¿Se la llevarás al jefe?—
—Hm... Lo consideraré—
Tal vez se la lleve cuando ya esté cansado... Pero por ahora ella servirá demasiado para mis juegos.«Jaah... Ese mal hábito de tener esta sonrisa cada vez que pienso en hacer sufrir a alguien, adoro este sentimiento...»
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Gracias por leer, publicaré lo mas pronto se me sea posible (Aunque mi trabajo y otras cosas me estén matando xc ) Cuidense y se les quiere mucho \^^/ ✨
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♪·Dulce Melancolía·♪
FanfictionYashiro es una joven que busca ser independiente a sus 21 años. Al tener padres sobre protectores no conoce absolutamente nada del mundo exterior y eso le genera problemas en buscar trabajo y un lugar en donde vivir. Tras su búsqueda, llega a una pe...