YOU AND ME ( 국민 )

CAPITULO 4

-Haneul déjame explicarlo, no es lo que piensas- la pobre chica no dijo ni siquiera una palabra y de sus ojos empezaron a caer lágrimas. Se tapó su cara con las manos evitando que la mirara, no quería que la viera de esa manera. Jimin se acerca a ella y la abraza tratando de calmarla, se sentía bastante culpable.

-tutu besaste

-deja de llorar por favor- de un momento a otro sintió enojo, empujando fuertemente a Jimin haciendo que este caiga en la banca despertando al menor. Se levanta de nuevo caminando hacia ella tratando de calmarla, con el menor ya despierto Jimin tenía que controlar la situación. El ardor en su mejilla le confirmaba que nada estaba bien, había hecho lo peor que le podrían hacer a alguien.

- ¡¿pero qué rayos te pasa?!- Jungkook corre hacia ella sujetándola de la muñeca evitando que otra vez su mano golpee la cara de Jimin

No entendía lo que estaba sucediendo y menos porque Haneul se encontraba golpeando a Jimin

- ¡suéltame, no quiero que me toques! - ella se zafa de su agarre y lo empuja lejos de ella- ¡no quiero ver a los dos nunca más!

-pero que- Jimin toma el hombro de Jungkook sin siquiera volteándolo a ver

-déjala, este es un asusto entre ella y yo, ve para el apartamento

-pero hyung ella te golpeo ¿Qué está sucediendo? - la voz de Jungkook se oía severa, no le gustaba para nada ver como golpeaban a su compañero y menos que algo dejara marca en su rostro - ¿Por qué lo golpeo?

- ¡solo vete!... por favor – Jimin jamás le había gritado a Jungkook, pero se encontraba tan desesperado por la situación que no sabía muy bien cómo controlarse. El menor pareció comprender la situación y solo se alejó lentamente hacia el apartamento, miraba algunas veces hacia atrás para observar a su mayor.

Jimin salió corriendo para perseguir a Haneul, a lo lejos se podía ver como ella caminaba rápidamente por las oscuras calles. Él se apresura todavía más, llamando el nombre de la joven sin tener respuesta de su parte, no estaba siendo escuchado. Al momento de llegar a su lado Jimin la toma del hombro para que se detenga, pero ella bruscamente quita su brazo.

- ¡no me toques! – Jimin sentía que era la persona más horrible por haberle hecho eso a su mejor amiga, ella siempre estuvo a su lado literalmente apoyándolo en todo desde que eran unos infantes.

Haneul se sentía traicionada, quería olvidar lo que había visto y seguir como si nada hubiera pasado para poder seguir con él, pero algo no la dejaba hacerlo. Lo amaba demasiado, si lo hubiera visto besando una mujer todo sería diferente.

- ¡me das asco! - no podía controlar las palabras que salía de su boca – que idiota soy, con razón siempre estabas con Jungkook, ahora comprendo- más lagrimas salen por sus ojos – siempre era Jungkook hiso esto a Jungkook le gusta esto ¿sabes lo que Jungkook hiso hoy? todas nuestras conversaciones y llamadas ¡eran sobre el! – ríe- no puedo creer que te agradara de esa manera.

-Haneul, por favor cálmate

- ¡¿calmarme!? ¡acabo de ver a mi supuesto novio besar a uno de sus amigos! ¡¿Cómo rayos quieres que me calme?!

-Haneulel estaba dormido, solo fui yo el que se acerco

- ¡eso es todavía peor, no quiero oír nada de lo que digas, esto se termina aquí! - Jimin trata de acercarse a ella, pero Haneul levanta su mano señalando que se detenga – tampoco quiero saber nada de ti, hubiera preferido mil veces que me engañaras con una mujer de la agencia, pero un hombre- ella empieza a caminar dándole la espalda a Jimin, el cual la sujeta nuevamente - ¡te dije que me dejaras, no me toques maldito gay! – no había medido sus palabras y se dio cuenta demasiado tarde, Jimin la suelta lentamente.

Haneul trata de disculparse, pero Jimin le da la espalda caminando de regreso al apartamento dejándola sola en aquel lugar. Escucha sus sollozos, pero Jimin no voltea y sigue caminando ya con algunas lágrimas cayendo por su mejilla

¿Por qué duele tanto?

Un gran dolor recorría todo el pecho de Jimin mientras más caminaba y una sensación de ahogo presionaba su garganta. Jimin se encontraba destrozado por las palabras que había dicho su mejor amiga.

No se había dado cuenta cuando es que llego al apartamento en el tercer piso. Jimin se quedó por algunos minutos observando la puerta, no quería entrar, no quería ver a sus nuevos amigos los cuales ya eran una familia para él, aunque solo llevara pocos meses conociéndolos. El miedo de perderlos invade su cuerpo causándole otro dolor en la garganta

¿Jungkook me mirara igual como ella lo hiso? ¿me odiaran? ¿ellos reaccionaran igual? ¿me juzgaran?

Al cabo de 10 minutos toca la puerta débilmente esperando que alguien más la abra por él, aunque deseaba que no lo hicieran.

La puerta se abre dejando ver al menor de los siete

-¡Jimin hyung! – Jimin sorbe por la nariz y levanta su mirada mostrando una sonrisa forzada. Jungkook lo mira preocupado desde la puerta.

Jimin deja de sonreír y comienza a llorar nuevamente preocupando aún más a Jungkook. No podía retener mas todo lo que estaba sintiendo en ese momento, lo estaba destrozando por dentro todo el dolor, angustia, preocupación y sobre todo miedo. Miedo a perder todo lo que quiere y ama.

-h-hyung– Jungkook no soportaba ver a sus mayores llorar – d-deje de llorar por favor- el menor empezaba a tener los ojos llorosos

- ¿Qué está pasando? ¿Jungkook, porque tienes la puerta abierta? - Jin llega junto a los dos menores apunto de regañarlos, pero se detiene cuando mira a uno de ellos llorar y al otro a punto de hacerlo –Jimin - el mencionado mira al Jin - ¿Qué paso? - no responde poniendo alerta al mayor, Jin se acerca a él tomándolo de los hombros mirándolo más de cerca tratando de descubrir que sucedía, pero decide mejor rodearlo con los brazos.

Jimin se aferra a la camisa del mayor llorando desconsoladamente tratando de sacar ese vacío que sentía en su pecho, deseaba que desapareciera.

-calma, todo está bien – el mayor lo abraza más fuerte poniendo una de sus manos en la cabeza del menor –deja de llorar estás haciendo que Jungkook también llore

-n-no es verdad – Jungkook trata de ocultar su rostro volteando hacia otro lugar

Jin trataba de calmar el dolor de su pequeño amigo, pero parecía no parar, preocupándolo aún más. A los minutos los chicos llegaron también tratando de calmar a Jimin.

Tengo miedo

Fue lo único que pensó Jimin antes de sentir más brazos rodeándolo.

FIN DE FLACHBACK