Revelándome a ti

▪ La Fiesta Aremberg II ▪

Mercedes fue de regreso a la mesa para conversar con unas jovencitas, mientras Gabo y Alex estaban en otra mesa consumiendo el vodka con otros amigos. El ambiente ameno que tenían los muchachos de repente se disipó cuando comenzaron a oír una molesta conversación de unos señores en la mesa cercana.

-La hija de Jorge Ferrec, en definitiva no sería un gran partido por su dinero, claro está, pero ese apellido tiene un grado de respeto en este país que cualquiera que se case con ella tiene el futuro asegurado.

-Hay que admitir que es más bonita que su madre, pero no es muy impresionante, su madre tenía un gran carisma, eso si, ojalá no tenga la salud tan mala que ella tenía.

-Será bueno una cercanía de nuestros hijos con ella, un matrimonio con la única hija de Ferrec sería muy ventajoso.

Se sentían asqueados al oír eso, lo peor era que ese tipo de comentarios aumentaban, la joven estaba recién llegaba a la ciudad y ya estaban buscando beneficios a partir de ella como de objeto se tratáse. Gabriel se arremangaba las mangas de la camisa preparándose para dar pelea, pero Alex le haló del chaleco para detenerle, así, ambos comenzaron a discutir mientras sus acompañantes trataban de calmarles.

-¿A dónde vas imbécil? Sabes que eres una máquina violenta cuando te emborrachas, pero cuando se te pasa... eres un llorón, como siempre.

-¡Suéltame! -Y le haló también del chaleco.

-Eso, ponte a llorar imbécil,¡hazlo! -gritaban mientras juntaban con fuerza sus frentes y se insultaban.

Las jovencitas se burlaban de verles pelear, ya estaban acostumbradas a que eso se diera en fiestas, lo bueno era que el joven Sallow estaba sobrio. Hablaban de todos los jóvenes que estaban en aquella mesa bebiendo, de Alex comentaban que era varonil y formidable pero que su mal carácter era su gran defecto. Para Mercedes era gracioso oírlas hablar tantas tonterías de hombres, no le era usual tener ese tema de conversación en especial en su estancia en el instituto, pero se alarmó cuando mencionaron a Gabriel.

Decían que era muy agradable y amable, cosa que ella aprobaba; que era medio torpe, cosa que ella aprobaba; pero también mencionaron que era muy guapo... eso la sorprendió. Alagaban sus alargados cabellos oscuros y el hecho de que su manera informal de vestir le quedaba bien, aunque el color de sus ojos era una rareza para ellas.

-Si me disculpan, iré a calmar la discusión de esos dos -dijo retirándose de la mesa, pero no por el motivo que había expresado, en realidad se preguntaba a si misma por qué le incomodaba que hablaran de esa forma sobre su amigo.

Los muchachos al verla acercarse se propusieron no permitir que ella escuchara los comentarios de antes, Alex fue a hacer callar a los charlatanes y los demás hacian mucho ruido para que ella no se percatase de lo que hablaba la gente. Gabo le recibió con una sonrisita nerviosa, alarmándose al verla arrugando la nariz y entrecerrando los ojos, eso indicaba que algo malo pasaba por su mente. Al escuchar que los músicos comenzaban a tocar piezas muy animadas, él aprovechó para invitarla a bailar e irsen al gazebo sobre el estanque en el cual no había tanta gente y así evitar oír sus chismes.

-Dime, Mercedes, ¿qué sucede?¿Estás molesta? -decía fuerte entre el ruido de la fiesta mientras caminaba delante de ella dándole la espalda.

-¿Yo, molesta? No tengo razones.

-¿Entonces tienes esa expresión por nada? No lo niegues, haces ese gesto raro con la nariz cuando algo malo está pasando -Intentó voltear a verla para ver su expresión, cuando sintió que tambaleó, todo por efecto de las copas que había tomado.

-Es que... las damas con las que conversaba, hicieron un comentario que no me agradó -al decir eso pensó <<¿No me agradó?¿Por qué no me agradaría que lo elogiaran?>>.