Camine por la hierba húmeda en dirección a Niall. Él seguía sentado delante de casa abrazado a sus rodillas. Mi subconsciente me gritaba para que no me acercara pero mis piernas no le hicieron caso.
La mañana era fría y solo llevaba puesto mi pijama de otoño. No me dio tiempo a coger un abrigo ni a vestirme.
Me senté a su lado sin molestar. Él no se movió para mirarme sino que siguió con su postura, parecía débil. Apoye mis manos detrás de mi espalda para poder estar cómoda. Pasaron unos minutos y ninguno de los dos dijo nada. Por suerte la calle no era muy transitada, solo el sonido de los pájaros podía escucharse a nuestro alrededor.
-Estoy bien, no hace falta que vengas a insultarme por lo que hice.- Niall rompió el silencio. Sus ojos estaban llenos de rabia.
Asentí y me levanté dispuesta a irme, no valía la pena quedarme aquí. No quería discutir con él. Sabía que sería la única en salir perjudicada si empiezo una guerra contra él.
-No, espera quédate conmigo.- Rogo. Abrí los ojos sorprendida.
-¿Qué?
-Quédate aquí conmigo.- Hizo un gesto para que me sentara a su lado. Su pelo rubio estaba despeinado y sus ojos azules celestes no tenían el brillo de siempre, estaban apagados.- Tú me proporcionas tranquilidad.- Se encogió de hombros.
-No Niall.- Dije para volverme a girar y caminar hacia casa. Sabía que me estaba manipulando, como siempre. Un sonido de desesperación salió de su boca.
-Lucy...- No me dejo avanzar ya que me agarró del brazo.- No me crees ¿verdad?- Asentí intentando mantener la compostura estaba demasiado cerca.- Mierda. Mierda.- Se llevó las manos a cabeza.
-Nunca creí nada de la que dijiste. Sé que estás jugando conmigo porque me viste débil, no sé porqué. Pero siento decirte que no vas a conseguir manipularme.- Niall estaba dando vueltas en círculo mordiéndose las uñas.
-Piensas así por la forma en la que te trato?- Paró de dar vueltas para volver a mirarme.
-Sí, un día me sorprendes y al siguiente me tratas como si no existiera, como si tuviera una enfermedad contagiosa. Un día me dices que no me quieres perder y al día siguiente me tiras lejos de ti. Un día dices que me necesitas y al día siguiente vuelves con Barbie- Una pequeña sonrisa salió de su boca- ¡Digo! Con Patrice.-Intente corregir- Simplemente estoy algo cansada.
-¿Qué puedo hacer para que empieces a confiar en mí?- Me encogí de hombros.- No pido que me creas, solo quiero que cambies tu opinión hacia a mí. Sé que des del primer momento que nos conocimos me comporte mal. -Niall se acercó más, mi pulso aumento y la misma corriente de siempre por tenerlo tan cerca invadió todo mi cuerpo.- Cuando te vi tenía miedo...- Susurro en mi oído.
-¿Miedo?- Dije arrastrando las palabras. Su cercanía no me dejaba expresarme con normalidad.
-En diez minutos te espero aquí. Vístete, quiero enseñarte algo. Espero no arrepentirme.
Abrí el armario para buscar algo que ponerme. Estaba nerviosa, no sé que quería enseñarme Niall. Seguía sin entender porque quería que cambiara mi opinión de él. El lucho a pulso para ganarse esa reputación desde el primer momento que pise esta casa.
Cogí lo primero que me llamó la atención, me cepille el pelo para desenredarlo y me aplique un poco de maquillaje. Cogí el teléfono encima de la mesa. Tenía un mensaje de Lara y otro de Harry. No les hice caso ya que tenía prisa y metí el teléfono en el bolso junto las llaves. Mi madre estaba trabajando y Maura salió de casa a dar una vuelta, sé que quería despejarse por todo lo que paso.
ESTÁS LEYENDO
Cambio de rumbo
Fanfiction¿Que pasaría si tu vida cambiara por completo? ¿Si de un día a otro todo lo que tienes cambia y pasa a ser totalmente lo contrario de cómo estas acostumbrado? Eso mismo es lo que experimentara Lucy, la protagonista de esta historia, cuando su madre...